Extra

138 12 0
                                    

Christopher.

Locura.

Antes de terminar en el hospital.

Scarlett. Una hermosa mujer, considerado un pecado andante, lo que algunas personas dirían, pero para mi no es solo eso. Scarlett, aparte de ser la perdición de muchos, es una soldado ejemplar, no solo es poliglota, francotiradora, criminologa, estratega y muchas cosas, es admirada no solo por sus logros, sino por su belleza, aunque conozca mis debilidades no evita que este cabreado por lo que paso en la misión. Todo esto me pasa por cumplir sus putos caprichos, si no me hubiera convencido de dejar ir a Cele nada de esto estaría pasando.

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido del celular, miro el nombre en la pantalla y decido no contestar, sería peor si le contesto.

Toca la puerta de mi oficina y me encuentro con Gema qué trae dos cafés. No espero ni que le dijera que pase, ruedo los ojos ante la hija de Marie.

-Hola ogro- Y sigue con su estúpido apodo.

-¿Qué mierda quieres?- Inquiero exasperado.

-Tomar un café entre amigos.

-Tengo trabajo, así que largo. No pienso perder mi tiempo con alguien tan incompetente, qué no hace su trabajo por tomar café con sus amigos.

-Oye, solo trato de ayudar, se que estas estresado y enojado con Scarlett pero no tienes que pagarlo conmigo- Pasa y se sienta enfrente de mi, extendiendo el café hacia mi.

Lo recibo para que deje de joder y me deje continuar con mi trabajo. Tomo la mitad. Y empiezo a sentir un mareo nada normal.

<<¡Mierda, me drogó!>>.

Empiezo a ver borroso y en cuestión de segundos la tengo acorralada contra mi escritorio, viendo a Scarlett y no a Gema.

Empiezo a besar sus labios posesiva mente, aunque este cabreado la deseo, no se que fue lo que me hizo Scarlett, dejo un recorrido desde su boca hasta sus tetas con besos húmedos. Bajo mi mano y compruebo lo que ya se.

<<¡Esta mojada!>>.

Dejo mi mano allí, estimulandola aun más. Gime en mi oído y eso me prende más, me quito el pantalón y libero mi polla para penetrarla como me gusta.

Empiezo a embestirla, empujó, una, dos, tres veces y no me canso, Scarlett hace qué nunca me canse de montarla.
Me dejo llevar hasta que se abre la puerta de mi oficina. Entra alguien que no distingo y empieza a aplaudir.

-Excelente espectáculo- Dicen y fijo mi atención en la puerta, trato de enfocar mi vista pero no lo logro- Yo como una estúpida pensando en que estabas distante por lo que paso, pero nunca me imagine que era por la zorra qué era mi supuesta mejor amiga, felicidades son el uno para el otro.

Estrella la puerta al salir y me quedo analizando las palabras, distante, zorra de mi mejor amiga, no me estaba follando a Scarlett. Maldigo para mis adentros y me acomodo la ropa mientras echo a la persona que me estaba follando.

-Largate- Suelto, sin decir nada se acomoda la ropa y sale, después todo se vuelve negro.

Estoy en el pent-house, todo está tranquilo, siento como se remueven a mi lado, miro hacia abajo encontrándome con Scarlett tranquilamente dormida, lo único que nos cubre es la sabana.

Verla dormir me relaja, esta claro que esta cansada, la veo removerse, debe estar teniendo una pesadilla, la abrazo por la cintura.

-Estas bien nena, estoy aquí, nada malo te va a pasar.

UNA HISTORIA SIN UN ROMEO (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora