Capitulo 5.

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Al llegar a la cafetería, nos sentamos en una mesa y pedimos las malteadas.

- gracias por invitarme- dije, girando un poco la cabeza para mirarlo ya que se había sentado a mi lado.

- todo porque te sientas mejor- rio.

Yo sonreí leve y luego se borró mi sonrisa, aun me afectaba el saber que Hugo había perdonado a Ángela y que haya jugado con mis sentimientos, suspire.

- oh vamos-suspiro- ya se - acerco sus manos y con sus índices levantan las comisuras de mis labios, formado una sonrisa- Listo -rio leve.

Reí leve, estaba haciendo todo por alegrarme. Al rato llego la señora y nos deja nuestras malteadas. Tomo el pitillo y bebo un poco. Son deliciosas.

-¿Qué tal?- bebe de su malteada.

- esta deliciosa, como siempre-reí leve, luego recibí una notificación en mi celular. Lo tome y revisé, era un tweet de Ángela.

Lo mire, era una foto mía de más pequeña de hace como 4 años. Lucía un traje patético mientras tenia basura encima, había sido una broma que me habían hecho en mi antigua escuela cuando tenía 14 años, además de que anexo un pequeño texto "Basura en la basura hahahaha". No se cómo había conseguido esa foto, tenía montones de rt, bueno ella era la más popular ¿quién de la escuela no la sigue?, suspire, genial, primero es una bruja y ahora me humilla.

-¿Qué pasa?- pronuncio Martin al ver la expresión de rabia que tenía mientras veía la pantalla de mi celular.

- que la tarada de Ángela compartió una vieja foto de mí, fue una pésima broma que me hicieron cuando asistía a mi antiguo colegio -suspire- ¿Que gana con humillarme?- pregunte desanimada.

-Sabes que ella es una engreída y son del tipo que humilla a otros-rodeo los ojos- es una tonta, solo no le des importancia -suspiro- ella es del tipo- comenzó a imitar una chica engreída- me tapo un ojo y luego el otro y Ósea, nada que ver- he hiso un movimiento de negación con la mano.

Reí.

- de seguro se pinta las uñas con marcadores-reí al igual que Martin.

- es un tonta -me miro- no le hagas caso, ignora esos tontos que escriben, nunca te vayas a creer sus palabras, porque los idiotas solo dicen... Idioteces -rio leve.

Asentí.

-tienes razón -bebí de mi malteada- no dejare que sus tonto tweets afecten mi rato contigo -sonreí y el me devolvió la sonrisa.

Al final terminamos nuestras malteadas y me acompaño a casa.

-bueno... Aquí es -dije una vez estando enfrente de la puerta- gracias Martin, en serio que me subiste el ánimo-.

- Hey ¿Para qué son los amigos?- extendió los brazos- Ven, abrázame.

Yo sonreí y lo abrace, el coincidió, hace rato necesitaba uno, sentir ese cariño, sentir que todo estaba bien y él con sus abrazos me hacían sentir así. Me separe de él y levante un poco la mirada y de reojo vi a Hugo pasar cerca y nos veía.

- te quiero -sonrió y me miro a los ojos.

- y yo a ti -sonreí mirándolo y pasando mi mano en su mejilla.

***

Pasaron dos semanas, Martin y yo aún nos habíamos convertido como un par de chicos coquetos, pero aun seguíamos siendo amigos... Amigos coquetos. Mi contacto con Hugo era cada vez menos y sin mencionar lo que paso el jueves pasado.

Lo que paso fue:

Iba caminando... Bueno, casi corriendo, me había quedado semi-dormida en el campus y no había oído el timbre de clase, llegaría tarde, de un momento a otro apareció Ángela y su par de amigas más plásticas que muñeca Barbie.

-¿Vas atrasada para alguna clase, _____?- dijo Ángela sonriéndome.

- sí, así que no estorbes- dije y seguí con mi camino, pero ella me tomo de los brazos y me empujo contra los casilleros, luego ella y sus amigas me rodearon.

-Mira estúpida, aléjate de MI Hugo o te hare la vida imposible, ¿entendido?- dijo molesta y mirándome a los ojos.

La empuje.

- A ver, primero que nada casi ni le hablo y segundo ¿Quién te crees? ¿Su madre? No puedes andar controlando quien se le acerca o no- dije seria.

Volvió a empujarme contra los casilleros y me tomo fuerte del brazo.

- te lo voy a repetir, tarada, porque se ve que estés más sorda que un palo. Aléjate de él o habrá consecuencias -dijo molesta y entre dientes.

Me zafé de su agarre, la empuje con el hombro y seguí caminando.

-Tranquila, idiota.- la mire- ni que quisiera estar cerca de alguien tan patético como Hugo - dije fría y seguí mi camino hasta llegar al salón de clases, que por suerte había llegado a tiempo.

Y eso fue todo lo que paso, desde entonces evito a Hugo, no tanto por la estúpida amenaza que me hiso la tarada, sino porque ya era suficiente, ya no quería sentir nada por él. Suspire ante ese pensamiento, honestamente no se me estaba haciendo fácil ya que casi siempre lo veo. Sentí una vibración en mi bolsillo que hiso que despertara de mis pensamientos, era un mensaje de WhatsApp.

"te ves encantadora hoy"

Reí leve pero era extraño, revise su número no estaba registrado en mi celular, revise su foto y era negra, mire su estado y no tenía nada. Respondí al mensaje.

-¿Quién eres?- escribí y envié.

El contesto.

- Tu admirador secreto- leí. ¿Qué? ¿Mi admirador?

Todo lo que siempre quise (Madeon y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora