[ESPAÑOL] My Secret Love

Tu amabilidad... [Capítulo 2]

Traducción: Frans
Estado: Sin corrección, revisión.

CAPITULO 2: TU AMABILIDAD TOCO MI CORAZÓN HASTA EL DÍA DE HOY

Debido a que Mek y Kimhan, vivían alado del otro, asistían a la misma escuela y sus edades eran similares, no tomó mucho tiempo de que sus familias se volvieran cercanas, incluso aunque Mek hablará muy poco, él era una persona amable quien siempre ayudaba a sus vecinos, tales como Kimhan y Kew, especialmente con los trabajos mecánicos en los cuales Kimhan no era del todo bueno. Sí algo se rompía o se descomponía, Mek siempre venía ayudar. Para entonces, Kimhan siempre pagaba la amabilidad bastante a menudo, cocinándole a la familia de Mek. Hoy era otro día en el que Mek visitaba a la familia de Kimhan para ayudarlos.

—P'Mek, ven acá y come un postre primero.

Kew habló alto para que lo escuche, mientras Mek estaba reparando las luces de la sala de la familia Krai-anan. Mek volteó a ver a Kew, quien estaba mirándolo con una sonrisa brillante, el electricista por necesidad le regaló una pequeña a ella, y bajó las pequeñas escaleras sin decir una palabra antes de buscar a Kimhan.

—P'Kim, esta aun preparando los bocadillos en la cocina. Así mismo Dao, ella está sentada esperando en la mesa del comedor. P'Kim hizo panecillos de red velvet. Mis favoritos, son súper deliciosos, estoy segura de que a P'Mek también le gustarán.

Después de que ella terminará de publicitar las habilidades de cocina de su hermano, Kew entonces agarró el brazo de Mek guiándolo a sentarse y esperar en la mesa del comedor, entonces corrió para ayudar a Kimhan a traer una bandeja de postres desde la cocina. Los panecillos de red velvet estaban decorados el queso crema, lucía hermoso y apetitoso como si hubiera sido horneado en una panadería famosa, mientras el chef – amo de casa aún estaba muy ocupado preparando café y chocolate caliente para todos.

—¡Esto es muy delicioso, P'Kim! —Exclamó Dao, extasiada después de darle la primera mordida al pastelillo.

—¿No te lo había dicho? Nosotros no necesitamos ir a ningún lugar lejos por comida ostentosa. P'Kim es el mejor, incluso su cocoa caliente es la más deliciosa, pruébala.

Kew aún estaba presumiendo sobre las habilidades de cocina de su hermano, y actuó muy orgullosa como si ella fuera a ella misma a quien dirigía los cumplidos. Esto fue suficiente para que Kimhan levantara las cejas divertido.

—Estás exagerando Kew, cualquiera puede hacer chocolate caliente ¿Sabes?

Kimhan dijo, con una adorable risita, sacudiendo su cabeza cuando su hermana arrugó su nariz en su dirección.

—No lo está P'Kim. Tú chocolate caliente es excelente, por favor, ¿Podrías venir a vivir a mi casa? —Dao dijo después de tomar un sorbo de chocolate caliente.

—Oh, tú puedes seguir adelante e irte, pero tú tienes que regresar y cocinarme todos los días, jajaja. —Kew dijo antes de girarse para hacer señas secretas con su amiga.

Kimhan sacudió su cabeza cuando el vio que las dos chicas estaban susurrando y riendo. Él secretamente miró a Mek, quien estaba comiendo sus panecillos en silencio todo este tiempo, y preguntó.

—¿Te gusto? No sabía que postre te gustaría comer, así que hice los favoritos de Kew. —Kimhan dijo, la voz fue un poco preocupada, por lo que, Mek pudo notarlo.

—Es delicioso, me gusta. —Mek mostró una sonrisa suave y respondió.

Sólo unas cuantas palabras fueron suficientes para que Kimhan sonriera de oreja a oreja, para quien le gusta cocinar, no hay nada mejor que las personas les guste la comida que ellos hacen. Poco después del receso para postre, Mek subió la escalera para revisar el siguiente bombilla, la mamá de Kimhan y Kew es pequeña y muy moderna, a ella le gusta decorar la casa con un estilo europeo, así que instaló interruptores de luz por toda la casa, pero Kimhan no estaba familiarizado con la parte técnica del todo, así que le preguntó a Mek por ayuda para inspeccionar cual había sido el problema, afortunadamente para los dos hermanos, Mek era una persona amble y vino ayudarlos sin vacilación, ni una sola vez se quejó de hacerles los pequeños favores.