Había tenido novios desde que era súper chica, capaz demasiados. Y de todos había aprendido algo... se había equivocado mucho, se había divertido. No se arrepentía de nada.
Pero lo que le pasaba ahora era completamente distinto.
¿Habría dicho lo mismo antes? Seguramente si, que estaba enamorada, que nunca había querido a nadie como hasta ese momento... Pero esta vez sentía que además nunca iba a poder querer a nadie así nunca más.
Nunca había admirado y gustado tanto de alguien al mismo tiempo. Y cada día que estaban juntos, sentía que lo quería más.
Obviamente al principio le había parecido que estaba bueno, era imposible no verlo. Pero después... le caía bien. La hacía reír. La confundió un poco, ella que se pensaba que estaba tan enamorada de su ex.
Se buscaban, la cargaron, intentó alejarse, no pudo. Eran cariñosos, pero se cuidaban. Ella se cuidaba, cuando se acordaba de la cámara.
No soportaba que le preste atención a otra, o que le roben su lugar al lado de él.
Y cuando su ex entró a verla a la casa... Se dió cuenta que no le pasaba lo mismo. Todo lo que había idealizado que iba a pasar... y sintió... nada.
Apenas salió de ese encuentro fue a buscarlo para abrazarlo, para sentirse bien. Y el último día en la casa, una de las cosas que la ponía triste era pensar en separarse de él. En no verlo más.
Que si no lo veía lo extrañaba, que cuando estaba triste él la ponía feliz. Que odiaba que no le preste atención.
Y fue reprimiendo lo que le pasaba hasta que en un momento no podía negarle más a nadie, especialmente a si misma, que estaba muerta por él.
Y todo eso cuando todavía no se habían tocado un pelo.
Era la primera vez que conocía tanto a alguien, vivido tantas cosas, y que la conocía totalmente a ella, con sus malos humores, sus errores, sus caprichos, sus bajezas, y la quería igual. O la quería por eso.
Era una de las mejores personas que conocía. No tenía maldad, era generoso, protector, tierno, amable con todos, amoroso, divertido, inteligente, tenían piel, química... y la quería a ella.
Se había enamorado de él... y él de ella.
¡Gracias Universo! No sé si me lo merezco del todo... pero me lo quedo.'
Ahora era suyo, y no lo pensaba dejar ir.
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¡Coqueluche era un éxito!
El sábado después de la segunda función del día, se fue a cenar con sus amigas.
Iban a festejar que la obra se había estrenado esa semana, a su estilo, saliendo de joda. Tenía muchas ganas de festejar este momento increíble. Iban mejorando función a función, había muy buena onda en el elento, las entradas se vendían muy bien, y mucha gente, sinceramente, iba a ver la obra por ella... Y la ovacionaban.
El orgullo de su familia y amigos, viéndola... era... indescriptible.
Estaba muy agradecida por lo que estaba viviendo laboralmente, y también, sentimentalmente.
Marcos estaba en Córdoba, tenido una presencia anoche, pero después quería aprovechar para sus amigos y salir con ellos el fin de semana.
Se acordó del fin de semana que tuvieron en Córdoba, o mejor dicho, la noche y la tarde, y sonrió. Le mandó una selfie a Marcos, beboteándole un poco, para que también piense un poquito en ella antes de irse de joda...
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Eterno
RomanceEsta historia está creada con respeto y admiración, inspirada en ex participantes de un reality 2022/2023. Es importante recordar que es una creación independiente y no tiene la intención de afirmar hechos verdaderos o involucrarse en la vida person...