Y así te conocí

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¿Cuándo te das cuenta de que una persona te importa más de lo que debería?

Eso me pasa con Sam.

Años atrás creo que hubiera dicho: otra amistad que se fue al caño. Pero realmente... ¿ella me importa? Y es que así es, ella es mi mejor amiga. Y quisiera siempre estar para ella, pero es demasiado frustrante que a estas alturas, jamás me haga caso.

Eso suele pasar siempre, lo veo diariamente... el típico: "Amiga date cuenta". Pero tenemos que aprender a que no es tan sencillo, no lo sabes hasta que te pasa.

¿Cómo lo sé? Es gracioso, porque si me pasó. 

Pero también es cierto que aceptamos el amor que creemos merecer, y que sin importar que tan buena persona seas, que tan increíble seas, JAMÁS SERÁS SUFICIENTE para alguien que no sabe lo que quiere o si lo sabe, pero no eres tú quien quiere que le de todo eso.

Sam es así, es espontánea, es alegre, simpática, es esa amiga que al entrar a una habitación irradia luz, es divertida, y muy linda, yo antes me sentía menos a lado de ella, hasta que aprendí que somos distintas, y no debo compararme con mi mejor amiga, hay cosas que nos gustan de ambas, sin embargo... ella no se da cuenta de lo asombrosa que es.

Recuerdo que prometimos ser mejores amigas en la prepa.

El primer día de clases, estaba realmente nerviosa, temía no agradarle a nadie o no lograr hacer amigos.

Al llegar al salón de clases, me senté cerca de la puerta, segunda fila y a lado de mi asiento había una niña, me gusto su cabello, era lacio y se veía muy suave, el mío rizado y esponjado pues no era el mejor verdad.

Entonces abrí mi libreta y empecé a escribir mi nombre y anotar la fecha, mientras movía mi pie por nervios, siguiendo el increíble ritmo de salsa: 1 2 3, 5 6 7. En eso sentía que alguien me estaba observando, al voltear a mi izquierda la vi a ella, igual movía su pie a cierto ritmo, a lo que la primer frase que nos dijimos fue:

- ¿𝘉𝘢𝘪𝘭𝘢𝘴?

Y así, conocí a mi mejor amiga. La chica que se volvería mi mejor amiga, Sam.

A partir de ese día, nos volvimos inseparables, yo era realmente tímida, no era nada de lo que soy ahora. Era mucho más insegura (porque sigo siendo algo insegura), pero era callada, me reservaba aún más las cosas y siempre decía que sí a todo, con tal de que no se enojen conmigo.

Sam me lograba sacar de eso, me presentaba con sus amistades, me abrazaba (yo odio los abrazos), realmente si ella me decía que saltemos de un puente, no dudaría en hacerlo.

Poco a poco fue convirtiéndose en parte de mi vida y se ganó un lugar en mi corazón.

Y no me gustan las promesas, 𝘰𝘥𝘪𝘰 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘮𝘦𝘴𝘢𝘴, porque siempre se terminan rompiendo.

Pero a ella le hice una promesa:

                                                            -"Mejores amigas hasta el fin".

Regla #11 - Proyecto "S"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora