A Su Debido tiempo (Omegaverse)

Capitulo 7: Hablar

Lucifer suspira, ha hecho lo qué le dijo Uphir, por lo cual se ha sentido un poco mejor, no lo niega, por lo qué ahora, para liberarse de las emociones qué se ha estado guardando, sabe que debe de, aunque sea, hablar un poco de como se siente con sus hermanos. Suspira nuevamente, es difícil para él ya qué en esos meses no se ha atrevido a decir nada, pero ahora quiere intentarlo.

Se levanta bastante decidido para dirigirse hacia la entrada, en ese lugar inhala y exhala fuertemente antes de finalmente salir, viendo entonces a sus hermanos sentados en distintos troncos de árboles, por lo qué logra ver, se encuentran descansando de sus obligaciones y a la qué a él les corresponde sobre liderar a los demonios, por lo cual siente un pinchazo en sus corazones.

Se sienta finalmente en uno de los troncos desocupados para mirarlos a todos y dirigir después su mirada al suelo, piensa en como comenzar la conversación para no incomodarlos.

—¿Quieres decirnos algo? —escuchó por parte de Belfegor, por lo qué levanta la mirada.

—Si —mencionó finalmente después de tragar saliva, era ahora o nunca—. Quiero comentarles el como me he sentido en este tiempo...

Después de eso, ve como sus hermanos le prestan atención, por lo cual empieza a hablar sobre lo qué comentó, de los pensamientos qué ha tenido sobre qué las cosas pasaron por su culpa y qué si hubiera echo algo más, eso no hubiera pasado, por lo cual no puede evitar llorar en el proceso, dando algunos sollozos qué intenta contener. Continua hablando y no para, no pudo detenerse porque su cuerpo pedía sacarse todo ese peso de encima, por lo cual todo lo que aguardaba en su interior, lo dejo salir finalmente ante las presencias de quienes quiere.

Internamente agradece a sus hermanos sobre qué lo esten escuchando en ese momento y de qué siguen estando a su lado como su soporte, por lo cual no puede evitar llora más; en medio de todo ese proceso, huele las feromonas de los dos alfas y del omega menor, como por medio de estas lo intentan calmar, dándole la seguridad de que no se van a ir, igual qué con las palabras qué todos le dicen.

"Siempre estaremos para ti."

Se desahogó por completó y eso lo hizo sentir mejor, sintiéndose feliz en ese momento por tener a sus hermanos y qué estos no lo dejarán en ningún momento. Enserio los quiere bastante, o mejor dicho, los ama con todo su ser, con ellos se siente bien y acogido, se siente en una verdadera familia; piensa protegerlos, cueste lo que cueste, y mejorar a partir de ese momento, no quiere dejarse decaer nuevamente.

Enserio desea mejorar para qué lo qué le ocurrió en el pasado ya no le afecte en su futuro, tanto para él como para qué los demás ya no se sientan con la carga de qué no lo pudieron proteger ni cuidar como se debía.

Horas pasaron, por el resto del día se dedicaron a pasear, hablar y escuchar, en ningún momento le quisieron preguntar algo más, o cuando veían que se ponía mal, lo contenían.

Aquel peso qué sentía por no haber hablado antes, se disipó, se sentía más liviano, por lo cual no pudo evitar sonreírles un poco, una sonrisa la cual parecía perdida.

—Lucy... —miró a Belfegor, el cual se le acerca, pidiéndole permiso antes de abrazarlo y acariciarle la cabeza— Siempre te vamos a escuchar.

—Lo se, soy consciente de eso —cierra sus ojos, disfrutando finalmente de ese contacto, abrazando lentamente al contrario.

—Por lo cual, si sientes otra molestia, puedes interrumpirnos para hablarlo enseguida —prosiguió para pellizcar su mejilla derecha un poco, por lo cual se quejó—. ¿Esta bien, hermanito?

Asiente con la cabeza después de lo dicho, acurrucadose contra el contrario, sintiendo las miradas de los demás sobre él, sabe qué estás miradas son de felicidad y amor hacía él, por lo qué deja salir sus feromonas un poco, las cuales finalmente huelen a manzana dulce, dando a entender de qué está feliz.

Ve qué todos están dormidos, por lo qué suspira un poco, al fin y al cabo, fue una buena idea lo qué hizo, enserio le sirvió bastante.

Sonríe un poco, ya no les ocultará el como se siente, eso lo tiene más qué claro, solamente tiene qué hablarles cuando se sienta listo, como en ese día.

Se siente bastante agradecido sobre qué no lo presionaran, dándole el tiempo necesario para qué no se sintiera en obligación en hablar si no quisiera; eso es lo único qué quería en ese momento, que estuvieran a su lado, escuchándolo sin preguntarle nada ni indagar para qué se pudiera desahogar a su debido tiempo, y qué de esta manera pudiera sacar lo qué sentía en ese momento.

Se acuesta en su nido, viendo como Belcebú esta en este también, fijándose como se encuentra bastante acurrucado, por lo qué le acaricia la cabeza lentamente. Si no fuera por esa vez qué se "pelearon" para después reconciliarse, enserio no hubiera abierto los ojos para por fin hablar, aunque sabe qué esa no fue la mejor opción para qué se hubiera dado cuenta de la situación, estaba agradecido qué aquello hubiera pasado para por fin liberarse de aquel peso que sentía en sus corazones.

Abraza finalmente al menor, apoyándolo en su pectoral, lo tiene que proteger al igual qué a sus otros hermanos, ahora él quiere devolverles el favor a futuro, ya qué quiere hacer lo mismo qué ellos hicieron por él en esos meses, protegerlos y apoyarlos.

—Mamá... —escuchó murmurar, por lo cual lleva su mirada a Belcebú, fijándose como este también lo mira pero de forma adormilada— ¿Estas... Bien?

—Si, lo siento por despertarte —le susurró de vuelta para seguir dándole caricias en la cabeza—. Durmamos.

Le ve asentir y como se junta más con él, como si fuera un pequeño cachorro en busca de su madre para recibir calor. Suspira, enserio no lo ha dicho en voz alta y no sabe como reaccionarán los demás si les dice qué ve a Belcebú como a su hijo, ya qué sabe qué estos ven como un juego qué el omega menor lo llame "mamá".

—Mañana... Comamos todos... Juntos...

Con esas últimas palabras dichas, lo ve dormirse finalmente, por lo cual él se acomoda con cuidado para cerrar los ojos, oliendo esas feromonas a áloe vera, dándole la sensación de qué el menor esta feliz, por lo cual aumenta su sonrisa.

"Hasta mañana."

Fue su último pensamiento antes de caer en un profundo sueño, uno tranquilo, si es qué se podía decir de ese modo comparado con los qué ha tenido en los meses anteriores.