Capítulo 18.

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Max se había quedado dormido junto con Checo en la habitación de hotel del mexicano.

Cuando Max se levantó, Checo ya no estaba con él acostado, así que empezó a buscarlo en toda la habitación, como no lo vio, pensó que había salido a comprar cosas para hacer la comida de la tarde o algo así.

Como vio que se estaba tardando, empezó a preocuparse porque no llegaba, así que le marcó.

Sergio no contestaba, así que escuchó un sonido proveniente del lado de la cama del mexicano, efectivamente había salido a comprar pero había dejado su teléfono en la habitación.

- Maldita sea, Checo dejó su teléfono - dijo Max abrumado y preocupado. El neerlandés volteó de reojo y vio algo que le llamó la atención: la manera en que Sergio tenía guardado el contacto del bicampeón del mundo.

Verstappen tomó el teléfono de Checo para ver mejor su nombre de contacto a ojos de Checo: My Maxie.

Max se emocionó con eso, pero sabía que tenía que dejar el teléfono tal y como estaba, así que fue lo que hizo.

Después de eso, el neerlandés se quedó pensando en como Checo lo tenía guardado, eso solamente hizo que el amor y cariño de Max a Sergio aumentara.

Max escuchó la puerta abrirse y vio que era Checo, así que se apresuró a ayudarle con las bolsas, que sí eran bastante pesadas.

Checo simplemente le dio las bolsas a Max y este se fue al baño sin mediar palabra alguna, lo cuál a Max le resultaba extraño.

- Perdóname Max, buenos días - dijo el mexicano.

- Buenos días - le respondió este.

- Me había quedado sin aire por cargar las bolsas, por eso fui al baño, para tomar un poco de aire - dijo Checo.

- No hay problema - dijo el campeón del mundo.

- Por cierto Max, disculpa que no te haya avisado que iba a salir ahorita, no quería despertarte porque realmente te veías cansado - le dijo este.

- No te preocupes Sergio, yo me acabo de despertar, hace 15 minutos, justamente - le dijo este.

- Yo tomé demasiadas cervezas finas esta mañana, no sé si te diste cuenta - dijo Checo sarcásticamente.

- Oh, claro que me di cuenta de eso, creo que te pusieron mal esas cervezas, tienen un grado de alcohol bastante alto, por eso te cayeron mal - dijo Max.

- ¿Qué? ¿Por qué no me dijiste que tenían demasiado alcohol? Sabes que tanto me hace mucho daño - dijo Checo mirando fastidiado al techo.

- Estabas tan concentrado tomando cervezas que no escuchaste que te dije que tenían mucho grado de alcohol - dijo Max tratando de explicarle.

- Mm, claro - dijo Checo - yo te vi más hablando con Christian sobre las costumbres de este país - le dijo este.

Max sabía que eso era cierto, y también tenía bien sabido que era inútil pelear con el mexicano, así que solamente se acercó, lo tomó de la cintura y empezó a besarlo.

Checo al inicio se quiso soltar pero después de eso se dejó llevar y también tomó al neerlandés por la cintura y lo besó.

Para cuando se dieron cuenta, ya habían retrocedido hasta la cama, dónde ambos se tiraron para seguir comiéndose, y así estuvieron unos 10 minutos hasta que alguien tocó a la puerta, ambos se apresuraron a acomodarse para que nadie sospechara nada de lo que habían hecho.

Mientras Max se acomodaba el cabello, Checo pasaba al baño para peinarse.

Max abrió y era Chris, que había venido a comer con los chicos.

- Max, ¿dónde está Checo? - preguntó Horner.

- Pasó al baño, ahorita sale - dijo Max.

Ambos hombres esperaron unos 3 minutos a que Checo saliera, se había dado otro baño, y salió bastante informal, solamente con un short, tenis y una playera que se conseguía fácilmente en cualquier puesto callejero de México.

Aún a pesar de estar vestido así, a Max le parecía el hombre más lindo del mundo.

- Hola Chris, no esperaba verte por aquí - dijo Checo.

- Sé que llegué un poco de imprevisto, pero quería ver si ayudaba un poco aquí, está hecho un desastre - dijo Horner burlón

- Claro, puedes sacar las cosas de las bolsas y meter al refrigerador lo que sea de ahí, y meter en la alacena lo que sea enlatado, por favor - dijo Sergio - de lo demás me encargo yo, no te preocupes.

El jefe de equipo solamente hizo lo que Checo le indicó y el mexicano se encargó del resto, para cuando había terminado, se sentía sumamente cansado, así que se echó a dormir otro rato.

- Oye Chris, ¿y sí le ayudamos a preparar la comida? Luce demasiado cansado y con resaca, deberíamos ayudarle un poco - dijo Max.

- Tienes razón Max, deberíamos ayudarlo, ¿qué trajo para preparar? - preguntó Horner.

- Veamos, un vino, lasaña, pasta, espera... Esto no es para una comida de 3 personas - dijo Max algo confundido, luego vio las copas de vino, unas velas y unas cuantas flores que confirmaban sus sospechas.

- Chris, ¿estás pensando lo mismo que yo? - le dijo al británico.

- Así es Max, no dejes ir esta oportunidad - le respondió este.

Max, notablemente confundido, tomó la comida y la dejó en la barra de la cocina, Horner sabía cocinar, así que tuvo que hacer toda la comida mientras Verstappen se encargaba de acomodar la mesa, con confusión, puso las velas, los platos, las copas y las flores en un florero improvisado que había ahí, y se sentó a esperar.

- ¿Por qué Checo trajo todo esto? ¿Acaso será una comida romántica con  nuestro jefe de equipo viendo cómo nos declaramos nuestro amor? No creo que sea eso, normalmente Checo solamente es  expresivo cuando está solo conmigo o con Christian, así que realmente dudo mucho que sea una declaración de amor - pensaba Max profundamente.

A Max lo sacó de su mente el olor tan delicioso a lasaña y pasta que invadía el cuarto, olor que también despertó al mexicano, que cuando vio la mesa acomodada, le sonrió a Max, se levantó y le dio las gracias.

- Gracias por ayudarme Max, ¿ya trajiste una copa extra para Chris?

- No, aún no, ya mismo voy por ella - dijo el neerlandés.

Checo vio las velas prendidas, las apagó y las guardó, las flores las dejó porque las consideraba adecuadas para una comida de 3 personas.

Max trajo la 3ra copa y notó que no estaban las velas, pero en lugar de reclamarle a Checo, sintió un alivio dentro de él, porque sabía que esa declaración tendría que esperar un poco más.

- ¡La comida está lista! - dijo Horner.

Max fue a la cocina y llevó la comida a la mesa para que cada quien se sirviera a su gusto.

Sergio abrió el vino, lo sirvió y sólo puso en dos copas, en la suya no porque ya había sido suficiente con las cervezas de la mañana.

Mientras comían, platicaban y planificaban la siguiente temporada de la F1 y de la escudería, estaban en enero y ya faltaba un mes para que empezaran las pruebas de pretemporada, pero ya tenían el auto listo, así que no habla tanto problema.

Terminaron de comer, y Horner se despidió de ambos pilotos y se fue a su cuarto de hotel.

Ahora sí, Checo estando a solas con Max, sacó las velas, las prendió, tiró pétalos de rosa en la mesa y disfrutó el resto de la tarde con él.

Holaaa, espero que este capítulo también les guste, la verdad no tengo muchas ideas para escribir pero trato de actualizarles y sacarme cosas de la manga.

Nos vemos el martes, ya con semana de Rawe Ceek.

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