Flashback
Lia
Los pasillos de la escuela estaban vacíos, salvo por un grupo que siempre dejaba su huella: Lia y sus amigas. Las risas llenaban el aire, pero no eran risas de diversión, sino de burla. Ben, observando desde la distancia, sabía lo que venía a continuación. Había visto esa escena demasiadas veces, pero eso no lo hacía más fácil de soportar.
En el centro del grupo, un chico delgado y nervioso, con libros apretados contra su pecho, trataba de no hacer contacto visual. Su nombre era Jihoon, uno de los estudiantes más tímidos de la escuela, siempre objetivo de las bromas crueles de Lia. Ben podía ver cómo Jihoon temblaba mientras intentaba caminar rápidamente por el pasillo.
Lia, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, se acercó a él. Le bloqueó el paso con un movimiento calculado, y el resto de su grupo lo rodeó. Los libros de Jihoon cayeron al suelo tras un empujón suave pero preciso de Lia.
—Oh, ¿se te cayó algo? —dijo Lia, con un tono cargado de veneno disfrazado de amabilidad. Las otras chicas se rieron, como si fuera un espectáculo que habían visto mil veces.
Jihoon se agachó para recoger sus libros, pero Lia lo pateó ligeramente, justo lo suficiente para hacerlo perder el equilibrio y caer al suelo.
—Vamos, ¿es que ni siquiera puedes levantarte sin ayuda? Qué patético —murmuró Lia, y se inclinó hacia él, hablando tan cerca de su cara que era imposible ignorarla—. ¿Sabes qué, Jihoon? A veces pienso que personas como tú ni siquiera deberían estar aquí. Eres una pérdida de espacio.
Ben, observando desde unos metros de distancia, sintió un nudo en el estómago. Sabía que tenía que intervenir, pero esta vez el abuso no era solo verbal; era psicológico, metódico, diseñado para romper a Jihoon por completo. Y no era la primera vez que veía esto.
—¡Lia, basta! —Dijo Ben , su voz resonando en el pasillo vacío. La atención de Lia y su grupo se volcó hacia él.
Lia se levantó lentamente, como si hubiera sido sorprendida haciendo algo insignificante. Se dio la vuelta, observando a Ben con una mezcla de diversión y desdén.
—¿Y tú quién te crees, Ben? —preguntó, su tono burlón y peligroso—. pero si miren es el latino asqueroso, por que ¿no te vas a mendigar a otro sitio?. ¿Qué vas a hacer, eh? ¿Llamar a un profesor? Nadie te escucha, nadie te toma en serio. Eres igual de insignificante que él.
Ben se acercó más, sintiendo cómo la rabia lo quemaba por dentro. Pero Lia no se detuvo.
—¿Sabes por qué nadie se mete contigo, Ben? Porque todos saben que no tiene sentido —dijo Lia, con una sonrisa cruel en su rostro—. Mis padres tienen suficiente poder para hundir a cualquiera que se atreva a desafiarme. Tú solo eres otro fracasado, igual que los demás —señaló a Jihoon, todavía en el suelo, temblando—
Las palabras golpearon a Ben como un mazo. Intentaba no dejar que lo afectaran, pero Lia tenía una habilidad única para encontrar el punto más débil en las personas y explotarlo. El resto del grupo reía en sordina, como si estuvieran viendo una obra de teatro que ya conocían.
Pero sabía que cualquier cosa que dijera o hiciera sería inútil. Lia tenía el control total en ese momento. Y lo peor era que sabía que, al día siguiente, todo sería igual. La crueldad de Lia no tenía límites.
Ben miró a Jihoon, que apenas podía contener las lágrimas, y luego miró a Lia con desprecio.
—Eres despreciable, Lia —dijo finalmente, pero su voz temblaba, revelando lo afectado que realmente estaba.
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Eres un idiota
RomanceUna historia sobre un chico que se encuentra por casualidad con el grupo Itzy y su relacion no empieza de la mejor manera. Derecho reservados, no copias