𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀| Estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica hacia alguien en el que se siente una necesidad obsesiva de ser correspondido.
─✦ ¿Alguna vez te arrepentiste de algo en tu vida?
─✦ Déjame contarte esta histori...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los pies de Hino golpeaban con fuerza los escalones que la separaban de su destino. A pesar de la urgencia, no podía permitirse mirar dónde pisaba, su única meta era llegar antes de que se agotaran los dos minutos que les quedaban. En un desesperado intento por acortar el camino, saltaba de dos en dos escalones, dejando a Satoru con la boca abierta de incredulidad.
Llegó a la imponente puerta de aluminio moderna. La tomó con desesperación, introduciendo la llave en la cerradura con cierta dificultad. Finalmente, pudo poner un pie en la lujosa morada. Tomó aire profundamente, sintiendo el peso de la carrera en su pecho. Gojo se posicionó a su lado, imitando su acción de encorvarse hacia adelante, apoyando sus manos en sus rodillas. Desde esa posición, Yumeko pudo divisar a Maki a través de una de las ventanas de cristal. Había decidido aparcar el auto en la parte trasera y ahora estaba rodeando la mansión para poder ingresar.
Quizás se pregunten por qué no se quedaron en el auto en lugar de entrar corriendo. La respuesta era sencilla: tendrían que haber dado toda la vuelta a la vivienda, lo cual les habría hecho perder un tiempo valioso. Y hablando de tiempo, no lograron llegar justo en el momento indicado.
─Retrasados por cinco minutos. ─una voz severa, profunda y llena de autoridad, provenía de detrás de la peliblanca, haciendo que todos los vellos de su cuerpo se erizaran al instante.
No hacía falta ser un genio para saber de quién se trataba. Sin poder evitarlo, giró lentamente su cabeza hacia el albino que había estado mirando furtivamente, solo para encontrarse con el miedo reflejado en sus ojos. Antes de que pudiera reaccionar, Yumeko sintió un fuerte golpe en la nuca, tan rápido y potente que nubló su visión por completo. El impacto repentino hizo que su cuerpo se sintiera pesado de inmediato, y finalmente perdió el conocimiento, sumiéndose en la oscuridad.
Cuando despertó, pudo sentir una incómoda sensación en todo su cuerpo. Abrió los ojos y lentamente comenzó a observar su entorno. Sin embargo, todo estaba dado vuelta, como si la gravedad hubiera sido invertida.
Escuchaba voces distantes que llegaban a sus oídos, pero su mente estaba tan alterada que no podía procesar correctamente lo que decían. Se sentía desorientada y confundida, luchando por recuperar un poco de claridad mental mientras intentaba entender qué había sucedido y por qué se encontraba en esa extraña situación.
─Me alegra que despiertes.
Después de parpadear un par de veces para ajustar su visión, giró ligeramente su cabeza hacia la izquierda y se encontró con Satoru en la misma posición que ella, completamente empapado. El agua goteaba constantemente de su cabello y ropa, creando charcos a su alrededor y el sonido monótono de las gotas al caer en una cubeta llena de pequeños cubos de hielo llenaba el aire. Su rostro estaba enrojecido y una vena prominente sobresalía en su frente, sus manos estaban atadas detrás de su espalda con una cuerda, lo que implicaba que había sido sometido a un trato violento y coercitivo.
