En la estación del metro, después de conducir el último tren de la noche, un equipo de trabajadores se aventuró en el oscuro túnel para llevar un vagón al taller de mantenimiento y cerrar por fin el servicio del día.
El aire estaba cargado de tensión, sobre que estaban debajo de la central nuclear de fukushima, y a veces se encontraban, cosas extrañas. mientras avanzaban por los pasillos húmedos con la locomotora andando, la linterna del tren, titilaba y apenas iluminaban las sombras inquietantes que parecían acecharlos. De repente, un crujido siniestro resonó en el aire, seguido de un escalofrío glacial que recorrió sus espaldas.
La oscuridad parecía cobrar vida cuando una figura deforme, que parecía dormir en las vías, se reincorporo de las tinieblas y estaba ahí parado.
Los trabajadores gritaron en terror, sus voces llenaron el túnel con un coro discordante de miedo. "¡¿Qué es esa cosa?!" exclamaron, sus palabras temblorosas reflejaban su desconcierto y pánico. La criatura avanzó hacia ellos, su uniforme de la planta nuclear manchado y desgarrado, su rostro retorcido y distorsionado por la radiación.
La visión de la criatura deformada fue suficiente para paralizar a los trabajadores en el lugar. Pero lo que más los aterrorizó fue lo que vieron dentro de su boca abierta. Donde debería haber habido una lengua, había una faringe carnosa llena de dientes afilados, dispuestos de manera irregular como un macabro espectáculo dental.
Los trabajadores retrocedieron con horror, los latidos frenéticos de sus corazones junto con el del maquinista, Yoshiro Nakamura, queriendo llevar el tren para atrás pero esa cosa era rápida y los perseguía.
La criatura, la cual le decían Koto (La cosa) se movía con una agilidad espeluznante, sus extremidades temblaban de manera inquietante mientras se acercaba a sus presas.
Los trabajadores intentaron huir, pero la criatura los persiguió con determinación implacable, su faringe dentada se abría y cerraba con un chasquido grotesco. Los gritos de agonía llenaron el túnel cuando Koto atacó, sus dientes mordiendo y desgarrando carne y hueso de uno de los trabajadores en un frenesí de violencia, mientras ellos corrían por sus vidas dentro de los vagones del metro.
La lucha fue brutal y sangrienta Koto se dirigió al maquinista y le arrancó la camisa, Yoshiro, agarró el extintor y empezó a pegarle a la criatura, sin embargo, el tatuaje de Yoshiro, hizo que la criatura retrocediera, los trabajadores lucharon por sus vidas con una intensidad desesperada.
Uno tras otro, cayeron ante la ferocidad de Koto, sus cuerpos mutilados y ensangrentados esparcidos por el suelo del túnel.
La criatura se retiraba momentáneamente, pero Yoshiro, la alcanzó, agarró su lengua mientras con su zapato, causaba que KOTO no lo ataque, y le arrancó la faringe dentosa, haciendo que grité mucho y escape corriendo del dolor, desapareciendo momentáneamente, haciendo que el peligro pase.
Los trabajadores sobrevivientes se arrastraron hacia el último vagón del metro, el cual los esperaba en el taller de mantenimiento como un sombrío testigo de la carnicería que habían presenciado.
Mientras el metro avanzaba por los rieles, los supervivientes compartieron miradas traumatizadas, conscientes de que habían escapado del abrazo mortal de Koto, pero que nunca podrían escapar de los recuerdos macabros y los horrores que habían enfrentado en los oscuros túneles cerca de Fukushima.
Yoshiro Nakamura, era considerado un héroe, pero el estaba ahí, esperando a la criatura, algo vio en esa cosa, que no le pareció normal. Además de no ser normal irónicamente, le llamo algo la atención.
La leyenda de la criatura deformada y vengativa se convirtió en una historia de terror que se transmitiría en susurros y pesadillas, un recordatorio espeluznante de lo que puede acechar en las profundidades más sombrías del mundo.
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KOTO (creepypasta)
HorrorTakahiro Uchida, era un joven de 27 años cuando sufrió el peor accidente en su vida, ocurrió en 2021, la central de fukushima, libero barriles de toxicidad, haciendo que takahiro quede encadenado a ellos y caiga al agua radioactiva. Años después, co...