Más allá de la Cúpula de Cristal - Ziulen Poveda Espinosa

El reencuentro

Más allá de la Cúpula de Cristal

Fui condenado a ser prisionero de mi cuerpo,  nunca imaginé que detrás de su mirada una bruja se escondería, caí como pez en su red, la subestimé y baje la guardia. Nunca supe si algo de lo que vivimos fue real, la odié tanto, pero al mismo tiempo la aprendí a querer. Quizás por eso su traición fue como un puñal que me atravesó el espíritu. En ocasiones la vi  pasar, miraba mi silueta, y se quedaba quieta. Había ganado, pero también una parte de suya se quedó junto a mi. La última vez  antes de irse dejó escapar un susurro: ¡Nos volveremos a encontrar!No supe el significado de esa frase hasta que siglos después te conocí a  ti Alma.

Alma es una joven universitaria, rebelde, exuberante, dulce, sensual, sin temor al cambio, le atraen las diversiones exóticas, los cuentos místicos, lo increíble. Su rostro es tierno, sus ojos muestran un valor incuestionable, no se conforma con lo que conoce, siente que su lugar  se encuentra lejos de la gran ciudad.
Luis es apuesto, delgado, sencillo y conservador; procede de una familia tradicional, se divierte cantando, leyendo libros de aventuras, conoce de todas artes, es un genio de la informática. Tiene una mirada segura y cálida, odia llamar la atención.
Ambos son compañeros de estudio, a pesar de ser polos opuestos son grandes amigos, se compenetran a la perfección. Cursan el tercer año de la carrera Historia del Arte, trabajan en la búsqueda de una obra arquitectónica que narre su propia leyenda. Muchos de sus colegas han escogido lugares famosos, pero ellos buscan un sitio especial.
Una noche el teléfono de Luis suena a las tres de la madrugada, es Alma, ella le indica que busque en su navegador el lugar que ha encontrado, sin  poner un pero hace todo lo que ella quiere, ¿para que llevarle la contraria? Quedan en encontrarse cerca de  la estación de ómnibus, sin saber si existe una ruta actual hasta La Colina Celeste.
Él espera ansioso la llegada de su amiga, quien se le acerca con dos pasajes explicándole el trayecto a recorrer. La primera parte del viaje es largo, más de doce horas. Llegan a un pueblo humilde de pescadores, con pequeñas casas de madera. Una anciana les indica la dirección de un Hotel, donde pueden pasar la noche, al llegar descubren que solo queda una habitación disponible, a Luis le ruboriza un poco la idea de quedarse a solas con ella, pero para Alma es una estupenda idea, no desea dormir sola en ese espacio desconocido.
El cuarto es pequeño, acogedor, con una decoración sencilla, se respira el aire puro del mar y de las flores que adornan los alrededores. La madera crujiente a media noche da la sensación de navegar con las olas que se observan desde la ventana de cristal.
El sol los despierta con su calor abrazador, es una mañana hermosa, los contornos naturales y figurativos iluminan el día.  Alma se ducha, maquilla su rostro y suelta sus rizos, está colmada de energía para continuar su viaje; Luis arregla su peinado, coloca a la perfección su ropa y toma sus cosas; la observa: va provocando la curiosidad de todos a su paso, con su sonrisa juguetona va saludando y tomando fotos, no la pierde de vista, su locura y extravagancia la hace única, eso le encanta. Llegan al muelle, hay barcos de todos los tamaños y formas, las gaviotas vuelan alrededor, el olor salado perfuma el ambiente. Ningún capitán pretende llevarlos,  tienen su travesía trazada. Desilusionados se sientan bañando sus pies con los embates de las olas, de repente un joven pescador se ofrece a llevarlos; Alma afirma airosa con su cabeza, sonriendo entusiasmada, mientras su compañero duda un poco, mostrando cierta obstinación , de nada le sirve quejarse, la decisión está tomada. Luego de un paseo en la pequeña barca llegan a La Colina Celeste, una villa con construcciones antiguas, poco conocidas. Las personas pasean por una plaza rodeada por árboles y flores, sus mercados cargados con multitudes de frutos frescos,  el olor a pescado satura las calles, todos se saludan, los pescadores vienen y van. Es como viajar en el tiempo,  sus calles de adoquines,  granjeros con sus carretas, hombres y mujeres a caballo; es una mezcla entre lo antiguo y lo moderno, un tránsito por la historia y sus huellas.
Deciden no dormir allí, el lugar que buscan, se sitúa al cruzar el bosque que los rodea. Compran algunos alimentos para su excursión, atraviesan una nube de grandes árboles, les sorprende que esa ruta no sea desconocida para ellos, como si no fuera su primera vez ahí. Ambos sienten como su pecho se aprieta y corta su respiración, se toman las manos fuertemente, sienten que reconocen en sus mentes aquel lugar. Miran a la izquierda, ahí está el lago, con su inmensa cascada brindándole su espectáculo natural, cantando su melodía al romper contra las rocas. Avanzando en su recorrido encuentran una cabaña, un poco destruida por el paso de los años, pero muy adecuada para descansar. Buscan leña para encender fuego, se sienten en casa.
Un ruido los exalta, sienten una presencia en la oscuridad, no ven nada. Mientras duermen, son observados desde la ventana, unos ojos penetrantes observan sus rostros iluminados por la luz de la luna.
Allí en la cascada, pasan la tarde, olvidan todo y se concentran en el vuelo del agua que rompe en las piedras del lago. Detrás de una roca, cubierto de agua, un enorme animal los reconoce, camina hacia ellos, su pelaje es oscuro y sus ojos llamativos. Luis se queda en silencio y se acerca, lo acaricia, siente la conexión. Alma aprecia la escena emocionada, perpetuando ese instante en una fotografía. Rebel revive sentimientos guardados hace mil años, recuerda lo que creyó olvidado: Esteban y Sofía llegaron a su vida como un huracán, sobre todo él con su mirada, cavó en lo profundo de todo su ser.  Con el paso del tiempo se fueron conociendo, mientras se sentaba a solas en el lago, se paraba a su lado, su silencio, era la mas grata compañía. El amor de Sofía no era suficiente para él y esa debilidad, fue la fortaleza para separarlos; esa unión fue siendo cada vez más sólida, pero comenzó a extrañarla y  no pudo luchar contra su corazón. La estrategia fue sencilla,ambos la buscaron.Nuevamente , los tres en la cascada, comenzando algo que los superaba.
Tiene emociones encontradas, no quiere herirlos. Se va, corre tanto que el viento lo golpea, duele mucho, se siente débil,abre sus ojos y ve todo diferente... Es humano otra vez.
Los jóvenes, vuelven a la cabaña,  encienden el fuego. Alma se acerca y susurra: ¿y si la maldición es cierta? Pero se acerca tanto que su amigo se queda sin aliento, no puede dejar de mirarla, es tan bella, por un momento pensó en besarla. Ella que lo conoce y sabe lo que provoca le da una bofetada y comienza a reír. Entre los arbustos, Rebel observa, envuelto en la oscuridad.
Sale el sol, recogen lo necesario, siguen un estrecho camino cuando les interrumpe el paso un joven atractivo, quien los saluda con timidez.  La bella coqueta de rizos rojos, se presenta encantada y le cuenta el propósito de su viaje. Al escucharla , se ofrece a guiarlos pues conoce el territorio como la palma de su mano. Ella acepta de inmediato, aunque Luis se resiste a ser guiado por un desconocido.
- Por cierto, ¿ cual es tu nombre?- lo interroga con desconfianza.
El muchacho se queda pensando, responde -me llamo Rebel -mientras le ofrece su mano como señal de cortesía. Al estrecharla un flechazo le atraviesa el corazón, reconoce de manera inesperada al chico.
Caminan varias horas hasta llegar a un enorme jardín. A lo lejos se puede divisar una cúpula rota por la mitad, las ruinas de un castillo y restos de un pueblo extinto. Los ojos de ambos brillan de la emoción. Mientras toman fotos del lugar Rebel se va alejando sutilmente, la noche se aproxima  y debe esconderse en la cascada.
A la mañana siguiente Luis entra en el antiguo museo de la librería del pueblo, en busca de información para su trabajo, pero sobre todo entender la verdadera historia tras la leyenda, lee varios libros, toma notas, busca desde el subconsciente una explicación para todo lo que está viviendo . Recorre el estrecho pasillo, cada cuadro lo traslada a una época diferente,  de repente se paraliza al ver su rostro en uno de ellos, sin fecha, sin firma, pero es él. Saca de su bolsillo el móvil y toma una fotografía. Mientras enfoca la imagen percibe otra pintura que lo perturba: ¡Es Alma!
El camino de regreso se hace interminable, se sienta frente a la hoguera y se pone a pensar, es entonces cuando siente que se para a su lado, no se asusta, ya está acostumbrado.
- Siempre que se pone el sol sospecho que vas a llegar.
Le muestra las fotos en su celular, Alma no sabe como reaccionar, está confundida.
- Justo desde la madrugada que decidimos venir, vengo teniendo un sueño, es como si hubiera hecho algo malo : estoy sentada en las rocas del lago llorando con un vestido parecido al que me mostraste en la foto. Al principio pensé que era la emoción de la aventura, pero a raíz de todo lo que hemos descubierto sé que sucede algo más.
- Por más que quiero entender, no puedo. Necesito tomar aire...
Frente al lago con los ojos cerrados espera que al abrirlos todo acabe.
- Si quieres cuando amanezca regresamos a casa, he sido muy egoísta.
- Alma, hacer este viaje es lo mejor que me ha pasado, el simple hecho de que exista una posibilidad de haberte conocido en otra época, me hace feliz. No quiero irme, quiero descubrir porqué estamos aquí.
Rebel desde su cueva , sabe que si no hace algo pronto se repetirá la misma historia, tiene dos opciones, debe contar la verdad  de una vez o dejarlos ir para siempre.
Unos toques interrumpen su sueño, es  el  chico atractivo, abre la puerta despeinada, los rizos parecen un carnaval y sus ojos fuegos artificiales
- ¿Aún quieren conocer la historia que hay más allá de la cúpula rota que descubrieron ayer?
- ¡Si sabes algo serías de mucha ayuda!
- Puede que sepa mucho más de lo que imaginan, pero esta vez comenzaremos por el final, será más facil.
Llegan al mismo lugar donde yace la cúpula, los toma de la mano , pasan los límites de la antigua ciudad, suben una pequeña montaña, justo en la cumbre se detienen. Señala hacia una ciudad llena de vida, con magistrales construcciones, decoraciones pictóricas y esculturas impactantes. Alma está reluciente, Luis no sabe si reir o llorar, no pensaban encontrar tal paraíso. Les cuenta su historia, tal como la recuerda, sin ocultar nada, no espera que ellos lo entiendan, pero necesita comenzar bien su última vida.
-  Es justo aquí donde Esteban y Sofía dieron vida  a su legado.      Ambos dejaron el bosque tratando de olvidarme, llegaron a su pueblo pero ya era tarde, estaba totalmente destruido. Habían pasado tanto tiempo lejos que su hogar no era el mismo. Desde el bosque los observé, los extrañaba tanto, sentí que una parte de mi se fue con ellos. Los mas difícil de todo fue estar tan cerca y no poder mostrarme ante Esteban.   Sofía me hizo creer que nos marcharíamos juntos, que lo dejaría todo por mi, la cita era en la cascada, como cada tarde, a escondidas, me sentí triunfador. Me abrazó, recuerdo sus lágrimas, no supe lo que pasó, hasta que el cuerpo me comenzó a doler. Su fría mirada reflejaba una sonrisa cruel, me traicionó.  Fui condenado a ser prisionero de mi cuerpo,  nunca imaginé que detrás de su mirada una bruja se escondería, caí como pez en su red, la subestimé y baje la guardia. Nunca supe si algo de lo que vivimos fue real, la odié tanto, pero al mismo tiempo la aprendí a querer. Quizás por eso su traición fue como un puñal que me atravesó el espíritu. En ocasiones la vi  pasar, miraba mi silueta, y se quedaba quieta. Había ganado,pero también una parte de suya se quedó junto a mi. La última vez  antes de irse dejó escapar un susurro: ¡Nos volveremos a encontrar!No supe el significado de esa frase hasta que siglos después te conocí a ti Alma.

El tiempo se detiene, están los tres parados en suspenso, se reconocen. Ellos no lo saben, pero en ese preciso instante la maldición se rompe para siempre. Tomados de las manos ,el círculo del poder que los separó una vez rompe su ciclo, la energía se estabiliza y las deudas quedan saldadas.

Autora: Ziulen Poveda Espinosa ( Ziu)