Cada vez que despertaba, el rostro dormido de Will le daba la bienvenida a un nuevo día. Hannibal había encontrado consuelo en esas mañanas bendecidas con la presencia de Will en su cama, durmiendo plácidamente. Observaba cada rasgo de su rostro, cada detalle de su expresión, y en ocasiones incluso intentaba capturar su belleza en un dibujo. Sin embargo, ningún retrato lograba capturar por completo la perfección de aquel hombre.
A pesar de su deseo, Hannibal se contenía y nunca cruzaba la línea de tocar a Will mientras dormía. Se limitaba a apartar algunos mechones de cabello rebelde, como si temiera que cualquier contacto pudiera hacer que Will desapareciera como un sueño fugaz.
Esta vez, cuando Hannibal despertó, no se encontró con el rostro de Will en su cama. En su lugar, se vio a sí mismo acostado en el sofá de la sala de estar. Había caído dormido después de que Will se fuera a buscar su medicamento. Se esforzó por enfocar la vista, sus ojos nublados por las lágrimas. No había señales de Will a su alrededor, y un aguijón de ansiedad comenzó a apoderarse de él.
Miró la hora y se dio cuenta de que había pasado una hora desde que Will se fue. Debería haber regresado para entonces. Hannibal trató de convencerse de que tal vez Will no había encontrado medicamentos en el pueblo y había tenido que ir a la ciudad cercana. Recordó que los horarios de los trenes no coincidían con esa hora, por lo que Will debió haber ido en auto, lo que llevaría más tiempo. Sí, Will regresaría después de conseguir la medicina en la ciudad. Tenía que creer en eso.
Hannibal tomó su medicamento actual y, sintiéndose un poco mejor, se levantó para alimentar a los perros y dejarlos salir para que hicieran sus necesidades. Luego, se sentó en un rincón tranquilo de la casa y retomó el libro que había dejado a medias, sumergiéndose en la lectura mientras el tiempo fluía.
Notó que su fuerza estaba regresando, una señal de que la medicina estaba funcionando, la fiebre había bajado.
A pesar de sus intentos por mantener la calma, el tiempo seguía avanzando y Will no regresaba. La inquietud de Hannibal aumentaba con cada minuto que pasaba. Se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro
Se asomó por la ventana, esperando ver el auto de Will aparecer en cualquier momento. La incertidumbre y el miedo comenzaban a nublar su juicio, y Hannibal no podía evitar preguntarse si algo le había sucedido a Will en su camino de regreso.
La posibilidad de que Will lo hubiera abandonado comenzaba a dar vueltas en su cabeza, como un vórtice de emociones turbulentas. Aunque intentaba mantener esa idea a raya, era difícil ignorarla por completo.
Para aumentar sus sospechas, descubrió que Will se había llevado el único teléfono de la casa, lo que solo aumentaba su inquietud. ¿Por qué Will necesitaría su teléfono si solo había ido al pueblo?
Era la primera vez que Will tenía acceso al vehículo y que estaba fuera del alcance de Hannibal. Cuando Hannibal consiguió trabajo, se había asegurado de mantener cierto control al tener acceso al localizador de la tablet de Will, lo que le permitía saber su ubicación en todo momento. Cuando Will salía a pasear mientras Hannibal trabajaba, Will no era el único que hacía de vigilante, ya que Hannibal podía saber dónde estaba y si se alejaba del Palazzo, lo seguía para asegurarse de que no huyera. Así que nunca había temido que pudiera irse por su cuenta. Pero ahora, esa misma tablet yacía en la isla de la cocina, inmóvil y silenciosa, burlándose de su falta de previsión. Hannibal lamentaba no haber insertado un chip de rastreo en Will mientras este dormía.
Después de dos largas horas de espera, Hannibal seguía sin tener noticias de Will. La incertidumbre y la ansiedad lo consumían, estaba lleno de pensamientos oscuros. Temía lo peor, temía haber perdido a Will para siempre. La espera se volvía insoportable pero no podia hacer nada mas que esperar desesperadamente el regreso de Will.
ESTÁS LEYENDO
Un nuevo comienzo
FanfictionEn vez de apuñalar a Will, Hannibal decide llevárselo con él a Italia incluso si Will no está de acuerdo. Will está indeciso acerca de esa desición.