veintisiete: juegos de amor 🔥

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– No me gustan las mentiras y creo que ella tampoco, creo que ha nadie le gustan las mentiras 

–Tranquila cariño, no tiene por que enterarse, pero si tu quieres que les digamos la verdad les diremos como nos conocimos.

- ¿ Qué? - pregunte con pánico 

- Déjame de verme así sofia, deja que termine de hablar, podemos tergiversar la un poco, podemos decirles que nos conocimos en el bar de rosen imperial del día de tu cumpleaños, ibas con unas amigas a festejar, te envié una copa de carecía, de un momento a otro tus amigas te dejaron  y me acerque a haberte platicamos un buen rato, hasta que te tuvisteis que ir, después  volvimos a coincidir un  par de veces más y coincidimos por casualidad en el desfile, dime ¿Qué te parece? 

- Suena bien, pero, aún así  me da un poco de pena y vergüenza.

-No tienes por que preocuparte Sofía, mi familia te adorara porque eres una gran mujer, adorable, encantadora, ya veras que te amaran, sólo se tú cariño- me guiñó un ojo.

- Bien, espero que de verdad les agrade y sentirme a gusto.

- Ya los veras, los adoraras  después de que los conozcas.

Terminamos de cenar,  Nick se ofreció a levantar los platos y a lavarlos, me dijo que descansara, así que aproveche  para ir a mi habitación para prepararme , saque un hermoso body de en cague negro, que había comprado el día que fui a comprar ropa interior, pero que un no había habido ocasión de estrenado, porque tenia pensado hacerlo en uno de nuestros encuentros en el hotel, pero ya no se dio por que nos conocimos, y ahora era un buen momento para usarlo, tendríamos una noche ardiente, tendríamos una noche de juegos, así que me cambie me arregle un poco más, me puse un abrigo encima, tome mi celular y marque a su BlackBerry. 

- Hola- respondió en modo sensual 

- ¿ Estás libre esta noche?- pregunte en tono sensual, usando el mismo tono que él.

-  La verdad no, estoy en casa de mi novia- dijo siguiéndome el juego.

- Que lastima que no puedas ., porque ardo en deseo  de verte, acariciarte, besarte , desnudarte y recorrer tu cuerpo.

 -Uf, no sigas que me harás hacer algo que no quiero.

- venga , no tiene por que enterarse tu novia, además, lo prohibido es más excitante , ¿ no lo crees?    

- Definitivamente.

-Me han dicho que eres un dios en la cama y me encantaría comprarlo y por tu tono de voz creo que no exageraron, tienes una voz demasiado sensual, has despertado mas mi deseo por ti .

-¿Enserio piensas que mi voz es sensual ? - exclamo enfatizándola más 

- Demasiado... mi cuerpo ha empezado a... alterarse soló con de escucharte.

- Tu voz también es muy sexy, me imaginó que también lo eres tú.

-¿ por que no vienes y lo compruebas por ti mismo?

- Está bien ¿Cómo te reconozco? 

- Sólo traigo puesto un abrigo negro - respondí y colgué

Salió de la cocina  y yo estaba parada en la puerta de mi  habitación, tenia un brazo estirado recargado en el umbral de la puerta, le sonrió coquetamente, lambiándome los labios, Nicholas me recorrió con la mirada. 

- Hola extraño - dijo, mientras le guiño el ojo

- Hola belleza, en verdad que eres sexy, cómo tu voz.

- y espera que me ponga en acción - agregué, mientas lo galo de la camisa.

Lo  bese des enfrenada mente, él me pego a su cuerpo y entramos a la habitación, lo gire y lo hice sentar en la cama , me quite el abrigo y le mostré mi atuendo, el cuál consistía en un body negro de en cague, con una pequeña bata de satín que se anudaba de la parte de arriba.  

- Lo dicho, si que eres sexy

- Esta noche yo te hare feliz a ti.

Me acerqué le abrí la camisa con fuerza los botones salieron volando y se la quite, él suspiro, rápidamente le quite el pantalón su cuerpo ya estaba reaccionando, así que me hinque y tomé su erección en mis manos acariciándolo despacio, a diferenc...

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Me acerqué le abrí la camisa con fuerza los botones salieron volando y se la quite, él suspiro, rápidamente le quite el pantalón su cuerpo ya estaba reaccionando, así que me hinque y tomé su erección en mis manos acariciándolo despacio, a diferencia de la rapidez en que lo desnudé, Nick apoyo sus manos en la cama y hecho la cabeza hacia atrás, gimiendo en respuesta a mis caricias yo seguía tocando y besado su masculinidad, mientras él emitía pequeños gritos de placer y pidiéndome que no parará, así que yo obedecí, hasta que sentí que alcanzaba el climax, me detuve.

Me levanté y caminé unos pasos, alejándome de él, puse un poco de música,y empecé a bailar sensualme, mientras me quitaba las pocas prendas que traía puestas, sus ojos ardían en deseó  al igual que los míos, me acerqué  y le lamí los labios, él me tomó por la cintura y me hizo sentarme en él para al fin unirnos en un sólo cuerpo, moviendonos al mismo ritmo lo cuál me  hizo gemir muy fuerte , más que él.

– Me enloqueces, como nadie lo había hecho Sofía.

–Shhh.., regla número uno, no nombres — dije poniéndole un debo en los labios.

–Encantadora y sexy desconocida.

– Así es más exitante, no lo crees guapo y sexy desconocido.

En un movimiento me hizo girar, quedando encima de mí, nos besamos mientras seguía introduciéndose en mí , cada vez con mayor intensidad, lambio mi cuello y luego mis senos, yo subía y bajaba mis manos por su espalda, hasta sus nalgas, mientras el aumento la velocidad de sus embestidas, haciendo que llegáramos al orgasmo , gritando el nombre del otro.

– Al diablo con las malditas reglas, me facinas Sofía, me vuelves loco y cada vez aumenta más mi ansiedad de tí — su susurro en mi oído, aún con la respiración aguitada.

– Tú también me enloqueces como nadie lo ha hecho Nicholas, te amo.

–yo también te amo, respondí y me beso.

Recargó su cabeza en mi hombro, yo le acaricie el cabello,  y no supe en qué momento nos quedamos dormidos, el despertador volvió a hacer de las suyas, regresandome a la realidad, podía que darme con él  todo el día en la cama, pero los deberes me llamaban, Nicholas lo apagó, ya que está de ése lado, acarició mi abdomen mientras me regalaba una hermosa sonrisa.

– Buenos días señorita, creó que será la causante de un fuerte disgusto con mi novia por haberme quedado a dormir con usted y no con ella.

– seguro encontrará la forma de reconciliarse con ella, dicen que eso es lo mejor de las peleas — le dijo mientras lo besó en los labios— buenos días.

– y lo he comprobado, gracias por darme un pretexto para discutir con ella — puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja— creo que es hora de tomar un baño ¿ tu si dejarás que te lave la espalda?

Deje que me lavara la espalda, pero ya sabrán cómo terminó ese baño que nos dimos juntos, volviendonos a entregar, en cuerpo y alma, y sí esa fue la despedida ya que Nick tuvo que regresar a Londres por sus negocios y por la llegada de su hermana, estaríamos separados unos días más, quedamos de hablar por teléfono y hacer video llamada para saber uno del otro.

Descubriendo la pasión con un desconocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora