Capítulo 131: Promesa.

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Pocas habían sido las ocasiones en las que Token visitó el hospital, sin embargo en los últimos tres meses el lugar se convirtió en uno de los más frecuentados tanto por él como por sus amigos.

Craig, Tweek y él solían pasarse por el lugar al menos cuatro veces a la semana. No porque alguno tuviera algún malestar, no se trataba de nada de eso. La razón por la que frecuentaban el lugar era para ofrecer apoyo a su amigo Clyde.

La madre de su amigo había sido internada desde hacía ya tres meses debido a que la enfermedad que se le diagnosticó había progresado y no podía permanecer más tiempo en casa si es que quería recibir los cuidados adecuados. Toda la familia Donovan se la pasaba en el hospital procurando pasar el mayor tiempo posible con ella, pero ya que tenían sus vidas fuera del lugar, fue necesario que se dividieran las estadías.

Clyde era un estudiante, un chico de 16 años, así que disponía de más tiempo que su padre y su hermana, por lo que era quien más tiempo pasaba allí e incluso si no disponía de tiempo seguiría estando al lado de su madre.

No había nada en el mundo que Clyde quisiera más que estar al lado de su madre.

- Hey, Token, ya nos vamos -.

Se escuchó la voz de Craig en medio del pasillo. Los tres chicos llevaban horas esperando sentados afuera de la habitación de la madre de su mejor amigo. Cuando le acompañaban solían pasar tiempo dentro de la habitación con el chico y su madre, pero también les daban su privacidad y para eso salían, mas no se iban porque sabían que su amigo necesitaría consuelo en un momento del día.

Ese día ya llevaban más de 4 horas en el hospital y aunque tanto Craig como Tweek desearían quedarse más tiempo, no podían.

- Está bien, chicos, yo le diré a Clyde – Afirmó entendiendo el sentimiento de ambos.

- G-Gracias – Dijo Tweek con una expresión de angustia en su rostro. Siempre que estaban allí tenía esa expresión aún sin quererlo.

Token les dedicó una sonrisa de despedida a sus amigos y estos se fueron, quedando solo él en los pasillos. Nunca tuvo un desagrado particular por los hospitales, pero después de tantas semanas esperando sentado en ese pasillo, comenzaba a sentir aprensión. Los pasillos eran demasiado fríos y la atmosfera en ellos era de pesimismo, angustia y miedo. Se sentía como si ese lugar le robara la esperanza.

Sin embargo Token sabía que no se trataba del lugar en sí, sino de ellos. Él y todas las personas que cada día ocupaban esas sillas, pero se esforzaría por no pensar en eso.

Con la partida de Craig y Tweek tuvo un momento de privacidad para que sus pensamientos fluyeran, pero hizo todo lo posible para evitar que su mente se tornara pesimista, incluso si con eso dejaba de ser realista por un momento.

Cualquier pensamiento desapareció de su mente cuando la puerta frente a él, se abrió.

- Hey, Token -.

El saludo de Clyde Donovan vino acompañado de una pequeña sonrisa y una mirada chispeante, pero esta carecía del brillo y la potencia de costumbre.

- Mamá dice que deben estar aburridos, entra con nosotros – Animó. - ¿Craig y Tweek ya se fueron? -.

- Sí, se marcharon hace poco – Respondió poniéndose de pie y aproximándose a entrar.

Muchas veces había pisado el interior de aquella habitación, pero cada vez que daba el primer paso dentro sentía que su corazón se comprimía, luego debía esforzarse por sonreír al ver a la mujer recostada sobre la camilla.

Lo Que Elegí - South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora