Pijamada ¿Gay? [Kookmin]

01

El pelinegro tatuado miro la pantalla de su computadora, leyendo el listado de cosas en el bloc de notas, cerciorándose de que no se le olvidara nada.

—No olvides los condones.

Jungkook miro mal a su primo, quien solo sonrió mientras le extendía la caja de condones. —No voy a coger con él.

—Pretendes besarlo, es obvio que llegaran a la pelea de espadas, besitos negros y luego la entrada de la boa. 

—Eres un asqueroso, Taehyung. —El tatuado miro mal a su mayor, quien, al borde de la cama, sostenía sin rendirse la caja de condones frente a él.

—Solo tómalos, luego me agradeces.

Un gruñido por parte de Jungkook hizo que el propio Taehyung metiera la cajita en el bolsillo delantero de la mochila.

—Ya te lo dije, es solo una pijamada...

—Para nada gay. —Interrumpió el mayor.

Jungkook respiro hondo. —Una como cualquier otra. Veremos pelis, posiblemente cantaremos y antes de dormir le diré que juguemos algo para poder retarlo a que me bese. —El pelinegro analizo su plan nuevamente, asistiendo al estar de acuerdo —. Si, solo será eso.

—O sea que... ¿en la siguiente pijamada es que te lo vas a coger? —Antes de que Jungkook pudiera maldecir, Taehyung volvió hablar —. ¿No te parece que es mejor decirle a tu mejor amigo abiertamente bisexual que eres gay? Es obvio que va a entender que te volteo como tazo desde que tienes quince años, pero hasta ahora te diste cuenta.

Había mucha razón en las palabras de Taehyung, solo que Jungkook no lo aceptaría por el simple hecho de no querer ver a su primo pavonearse por toda la casa al creerse el mas sabio.

—No eres tan tonto como creí, Tae.

✨️

Lo vio a lo lejos, aquel ex rubio se veía jodidamente increíble, como siempre, pensó Jungkook.

Al principio no le había parecido la mejor idea que Jimin se quitara el rubio para volver a su color negro natural. Pero debía aceptar que aquel corte en mullet azabache lo hacía ver sensual.

—¡Kookie! —Apresuro el paso al igual que Jimin, cortando la distancia hasta abrazarlo, aspirando el delicioso aroma del mayor. —Solo paso una semana desde que te vi, mi niño, y tu cabello ya creció.

—¿Quieres cortarlo? Parezco perro ovejero.

—Vere que puedo hacer ahora en la noche.  —Jimin movió los mechones delanteros, terminando por acariciar la mejilla de Jungkook —. ¡Ven! Compremos los dulces.

Siguió al mas bajo dentro de aquella tienda de convivencia. En esos momentos se sentía muy molesto con su yo de quince años. Si en aquel entonces no hubiera sido tan cobarde como para aceptar los sentimientos de Jimin, ahora no estarían ahí comprando snacks para una pijamada de amigos, si no, haciendo compras para una noche de pelis en pareja.

Aunque tampoco se culpaba. En ese entonces Jimin había descubierto que era bisexual, insinuándose constantemente a Jungkook, mientras que este solo tenía constantes gay panic, sin saber que realmente todo su cuerpo se alteraba no porque su mejor amigo quisiera besarlo, si no porque el realmente lo deseaba, pero no lo sabía.

Con casi veintitrés años estaba seguro de que no le gustaban las mujeres, ni siquiera los hombres, sus ojos y cuerpo solo deseaban y anhelaban a Park Jimin.

Esa era la razón por la que planeara a la perfección aquella pijamada en casa de su mejor amigo, donde por fin se daría el valor de besarlo, confesarle que le gustaba y tal vez rogarle que le diera una oportunidad.