༺Capitulo tres.༻

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"¿Sabías que hay universos diferentes al nuestro?"

"¡Claro! Forman parte de la telaraña que sostiene nuestro mundo"

"Tal vez no podamos ir a ellos, pero ellos vienen a nosotros a veces"

"¿Cómo así?"

"Nosotros al estar conectados con nuestras partes de otros universos nos llegan a la mente historias que según nosotros son sacadas de nuestra mente"

"¡Ya se! ¡Ya se! ¡Esos se convierten en las series, películas y libros que vemos a diario!"

"Exacto Plagg, muchas de las cosas que vemos a diario en realidad son vistas a otros universos, ¿No es eso emocionante?"

"Lo es Tikki" ...

"Tikki, Plagg ¿que?"

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"Tikki, Plagg ¿que?"

Levanto mi cabeza quitándome el exceso de baba mientras miro las sábanas de un morado oscuro mientras a continuación levanto mi cuerpo completo.

Después de ese desmayo y de escuchar esas voces llegué a la conclusión de que sí, estoy en otro mundo donde la historia que veía de niña es real.

"Eso o sigo en coma ya que nada de esto puede ser real"

Ahora recuerdo, "Miraculous: Las aventuras de Ladybug y Chat Noir" tal vez haya dejado de ser fan de la serie hace años, pero después del trabajo el único atisbo de mi niña interior salía a flote mientras buscaba que ver en el televisor. Tal vez veía la serie de vez en cuando, pero ya no con el fanatismo con el que lo hacía; era más para pasar el rato siendo sincera.

Socqueline Wang la amiga de infancia de Marinette la cual estaba enamorada de ADRIEN y quería ser Ladybug.

"¡Pero de ahí ya no se menciona nada más!"

Me calmo mientras me pellizco mi brazo con dolor mientras veo que todo sigue igual.

Según había escuchado si alguien se pellizcaba podía despertar del sueño, también que uno no podía tener dolor.

Pero la marca roja me confirmó que no estaba soñando que era Socqueline, prácticamente "SOY Socqueline".

Me volví a acostar mientras volvía a pensar todo y lo prácticamente loco que era esto, debía haber una explicación por ahí.

De soslayo veo como la revista con el chico rubio aparece causándome un temblor en el cuerpo.

Cómo sea, no veía la utilidad de tener esas revistas, aunque claro un vistazo para ver que sucedía en el mundo de la moda no estaba mal, pero deseaba con todas mis fuerzas tirarlas por la ventana.

Talvez como un acto de negación o miedo, pero no quería verlas, me sentía rara ver al chico que antes creía simplemente un pixel en carne y hueso.

Pero sería sospechoso que de un día para otro mis gustos cambiarán, así como así, debía ir lento, deshaciéndome poco a poco de esto de manera casual.

De reencarnaciones, guardianes y otros problemas. Por Socqueline WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora