You'll Be My Pet

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Solto un suspiró, sus manos temblaban por la locura que estaba haciendo mientras su espalda tocaba pared, las sombras de las grandes estanterías de libros caian en ambos individuos. Sus ojos no paraban de moverse por la adrenalina que recorria todo su cuerpo y el sudor en su frente era evidencia nueva del estado actual del chico. Izuku temblaba por tener enfrente a una de sus senpais. Una chica de segundo año con la cual habia entablado una amena amistad. Una chica que por alguna razon, no paraba de salir de su cabeza

—M-Makima-senpai—el chico alzo la mirada, mientras esta lo veia de reojo

—Hai Midoriya-san, estoy justo aqui... enfrente  de ti ahora—solo para ver esos peculiares ojos

Era una amistad rara, una chica llena de lujos y privilegios, con un joven comun y corriente que parecia poder desaparecer de la mente de todos con un simple soplido, un mukosei

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Era una amistad rara, una chica llena de lujos y privilegios, con un joven comun y corriente que parecia poder desaparecer de la mente de todos con un simple soplido, un mukosei. Se trata esta misma no pueda salir de su mente, el simple hecho de verla una vez, hace que tenga sueños con esta misma. El cabello naranja llegando al rojizo, con unos ojos amarillos en espiral que siempre por alguna razon, los sentia en su nuca desde el momento en que llego este año a su academia.

—Ara, Midoriya-san, se suponía que veniamos a estudiar para los examenes. No entiendo el por que traerme aqui a la parte trasera de la biblioteca—mentia, estaba llena de mentiras con esa expresión serena con su leve sonrisa. El chico no lo sabia, pues era ingenuo y de mente debil—Si hay algo que debas decirme, dimelo ya, soy toda tuya ahora, y puedo oírte todo el tiempo—

Izuku Midoriya no era un chico que se le diga atractivo, tampoco que fuese alguien extrovertido como los demas jovenes de su edad, y tampoco era alguien bueno con la socializacion o el simple hecho de hablar con alguien por sus miedos internos que habian nacido de su problema de inferioridad. Sus traumas eran cosas que ninguna persona lo sabia, el guardar el dolor interno era comun para el para un hombre. Pero el unico chico de cabello verde de su podrida academia lo llevaba hasta otro nivel.

—Vamos Midoriya-san, dime lo que tienes en la lengua. Quiero oirte hablarme, solo a mi, y nadie mas que a mi... solo estamos tú, y yo.—

La joven Makima ladeo su cabeza con esa sonrisa fria y ojos calculadores. El rubor en Izuku se hizo presente, como las veces que lo molestaba.

—Makima-senpai, hace tiempo queria decirle lo que siento, y voy a hacerlo, no se como lo hizo, pero no puedo sacarmela de la cabeza. Desde el momento en que me tomo como su kohai mi corazón no deja de latir, es como si toda mi vida estuviese girando a su alrededor... Quiero que sepa que yo... que yo...—Mordio su labio por un calor que comenzaba a surgir dentro de su cuerpo—Que yo la amo, el gustar de queda corto, la amo, la amo, la amo... La quiero para mi, quiero ser parte de ti como tu de mi—

El chico de unifome negro Orudera se alzo, aun con su timidez deseo tomar la iniciativa

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El chico de unifome negro Orudera se alzo, aun con su timidez deseo tomar la iniciativa. Despues de todo no tenia nada mas que perder, su sueño fue arrebatado, su oportunidad de ser un heroe estaba hecho polvo desde que inicio el bachillerato este año. No tenia que perder nada y un rechazo solo seria la gota que derramara el vaso para darse al suicidio

—...—

¿Tonto? Podria ser, pero amor deseaba, y si ella lo acababa, que podia hacer para mejorar su vida que ya estaba arruinada.

Con movimientos lentos trato de acercarse, para estar a su altura. Algo tonto pues ella media mas del 1.73 metros de alto.

Con un movimiento rápido, su mundo dio de cabeza cuando sus labios fueron conquitados por los labios tiernos y suaves de su senpai. El lagrimeo de sus ojos alzaba una excitación incontrolable por el juntar de la saliva. Un beso morboso que movia ambas lenguas, una inexperta y la otra llevada por el deseo del control. Explorando la boca de su ser amado se alzó con la victoria que tando deseaba mientras rodeaba sus brazos con el pecoso, sus pechos se juntaban con el pecho del joven mientras lo embriagaba.

—M-Makima-sen..—trato de hablar pero fue callado siendo tomado de la quijada

—Shh... Un perro obediente no debe ladrar, los muy bien portados son los ganadores de los premios—con una voz que lo llego a excitar como un afrodisiaco

Ambas lenguas chocaban cuando abrieron sus bocas y danzaban. El joven parecía ceder mientras la dominante lo hacia suyo por completo. Las pupilas dilatadas del peliverde en forma de corazon daban la señal que no habia vuelta atras. Mientras su cuerpo era manoseado por Makima, el beso duraba no sabe cuántos segundos, minutos, u horas. Solo amaba ser amado por su Makima.

Una leve mordida de lengua lo hizo caer mientras se abrazaba a si mismo, gimiendo por tan placentera accion de su dueña. Un amor que deseaba parecia haber llegado, aunque quizas de una forma un tanto peculiar.

Ella lo vio caer en sus redes, amandolo y gozandolo sabiendo que nunca se aburriría de este.

—Ya todo esta bien, si tanto me amas entonces no tendre mas opción que hacerte de mi propiedad, voy a cuidarte y seras mio de por vida, como siempre debio ser.—la joven lo vio retorcerse en el suelo tomándose el pecho, su cara roja era evidencia que estaba excitado hasta el punto en que pedia alarios ser sometido—Midoriya-san, tus deseos se haran realidad, pero acambio quiero algo tambien, quiero tu alma y cuerpo solo para mi... y también...—

Con una mirada suave pero que reflejaban deseos ocultos, saco un collar de su falda, un collar de perro. El cual el chico veia con sentimiento

—Seras mi mascota—la chica se agacho para ponérselo en su cuello, dándole unas caricias por tan buen muchacho—Para hoy, para mañana y para siempre—

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Seras mi mascota—la chica se agacho para ponérselo en su cuello, dándole unas caricias por tan buen muchacho—Para hoy, para mañana y para siempre—

El pecoso no sabia mucho de su don, y tampoco sabia que estaba siendo controlado por esta. Quizas un amorio, una obsesión. O la combinación de ambos en un solo desde la fria alma de esa chica.

Simplemente sabia que seria parte de ella, de por vida. Y aunque muy en el fondo le parecia enfermo. Esto era lo mas cercano a tener la vida que siempre quizo. El amar o ser amado, ahora era un privilegio.

FIN DE DRABBLE

Seras Mi Mascota 緑谷出久×マキマDonde viven las historias. Descúbrelo ahora