No era la primera vez que Hermione lo notaba. Había un chico en un retrato que solía observarlos todo el tiempo cuando ellos estaban enfrascados en sus conversaciones secretas. Era un chico que no parecía de más de dieciocho años. Alto, de un porte aristocrático con un rostro atractivo y rizos cortos definidos de una manera hermosa. Era un chico que tenía una cara inexpresiva la mayor parte del tiempo y que, además, tenía puesta ropa de mago que parecía ser cara. Hermione nunca había dicho nada, porque él chico del retrato nunca hizo algo más que observarlos con desinterés mientras ellos hablaban, ocasionalmente rodando los ojos cuando Harry, Ron o ella misma hacían algunos comentarios que parecían no gustarle.
Ella lo había notado, pero nunca había preguntado por él, aunque se lo había comentado a los chicos. Ellos dijeron que no importaba porque, después de todo, era solo un retrato, ¿no? Con eso la niña dejó el tema y, eventualmente, dejó de prestar atención al retrato y se enfocó en lo que realmente le importaba: Todas las materias que estaba tomando ese año, Harry y él asesino fugitivo de Azkaban que trataba de asesinar a su amigo, para variar.
Hasta que se dio cuenta de que él chico del retrato era más importante de lo que parecía. Él podría, de hecho, incluso ayudarlos esta vez.
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The hidden Serpent: Secrets (¡PRÓXIMAMENTE!)
Fiksi PenggemarA Ron le irritaba, Harry no lo comprendía del todo y Hermione tenía mucha curiosidad. O donde Regulus Black, encerrado en un retrato, le advierte al Trio Dorado que Dumbledore no es lo que parece.