Perfect [Daryl Dixon & Tú]

CAPÍTULO 80: ESCABULLIRSE

Me dirigí a mi habitación, ahí estaba Daryl sentado en la cama, esperándome.

– ya no confías en mí, ¿verdad?

– me dormiste para ir a matar a Negan.

– comoquiera no lo logré y tú, mi vida, necesitabas esa siesta. – aún me miró serio. – no quiero pelear, ¿okay? No entiendo por qué y no quiero saber el cambio de opinión tan radical de ustedes, pero... me rendiré, será en vano, es triste que Ally se sienta desprotegida por ti.

– yo no apoyo a Rick, también quiero que Negan muera, mató a mi hermano y a mi bebé, pero no puedo matarlo.

– sí podías, podías haberme dejado matarlo.

– ¿y traicionar a tu padre? – me indigné.

– me traicionaste. – dejé en claro. – ¿Quién es más importante para ti? ¿Rick o yo?

– tú. – soltó sin pensar. – al diablo con todo, tú eres lo más importante en mi vida. – las ganas de llorar volvieron y podía notar por la luz de la lámpara que sus ojos también estaban llorosos, caminé hacia él y lo abracé, él igual, me abrazó con mucha fuerza.

– lo siento, no debería ponerte entre la espada y la pared. – lo tomé del mentón e hice que me mirara. – te adoro, me moriría si te pasara algo, Daryl Dixon.

– yo igual, no podría sin ti. – besé su frente.

– yo sé que sí, pero no quieres aceptarlo, eres mucho más fuerte que yo. – sonrió levemente.

– eso crees.

– eso es lo que veo en ti, serás el último hombre en pie, mi vida. – sonrió apenado.

– vamos a dormir, ¿sí? Ahora sin trucos. – sonreí.

– no prometo nada, tal vez tengo uno bajo la manga para... no sé... – lo besé. – eso, o quién sabe. – me miró coqueto.

– mañana.

– está bien, mañana. – nos acostamos, abrazados y empiernados.

– pero eso no significa que no quiera cariño. – reí.

– qué mimado. – comencé a repartir besos por su cara y vi cómo empezó a sonreír tiernamente. Esa sonrisa que pocas veces muestra. La extrañaré.

[...]

Finalmente se quedó dormido, me le quedé mirando, no sé cuántas veces lo he dicho pero no me cansaré de decirlo: Daryl es un ángel, se ve como un ángel mientras duerme. Lo observé para que su rostro se quedara grabado en mi mente y tratando de recordar su voz a cada minuto, aunque, gracias a Dios, no es tan fácil de olvidar esa hermosa voz grave que tiene.

– te adoro como no tienes una idea, pero tengo que hacer esto por mí, perdóname, mi vida, no olvides lo mucho que te amo, eres el amor de mi vida. – le susurré y besé su mejilla, me levanté, tomé mi mochila y salí de la habitación.

Pensaba caminar directamente hacia las escaleras, pero... tengo que hacer algo antes de irme.

– ¿Rory? – le hice una seña de que no hiciera ruido. – no asustes así en medio de la noche.

– lo siento.

– descuida, al menos eres tú... – miró a Jude, estaba completamente dormida. – escuchamos sobre lo que intentaste con Negan, lo lamento. – dijo Maggie.

– descuida... al menos no estaré para verlo. – ambos me miraron confundidos.

– ¿a qué te refieres? – preguntó Glenn.