Prefacio.

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-!CÁLLENSE NO DEJAN DORMIR!- Gritó con todas sus fuerzas a la oscuridad de la calle.

Fue completamente en vano, el escándalo seguía.

Últimamente las cosas eran así,  había jaleo en la gran pensión "al lado de su casa" y no había momento en el que parase, "al lado" estaba entrecomillado porque una calle y un amplio terreno cercado separaba su pequeña morada de la gran pensión de aguas termales, el ruido debía ser tal que seguro se escuchaba cuadras a la redonda. Con los ojos llorosos de sueño y de mal humor apretó su almohada contra su confortable pijama de franela, iba a ser otra noche de esas que tal vez le harían llegar tarde a la escuela. E iba a haber examen.

"Desde que esos tipos extraños llegaron no hay mas que fiestas, peleas !O ambas cosas!" Pensó. En el fondo no podía creer que alguien fuera capaz de divertirse tanto en ese pueblo que solía ser tranquilo, un paraíso para los turistas, y sin embargo alguien al lado estaba en la "flor de su juventud" yendo solo de la casa a la preparatoria y de la preparatoria a la casa. Cubrió su cabeza con la almohada suave, pero eso no conseguía aminorar el ruido, más gritos de su vecino, el rubio que recién había entrado a su escuela. Sabía que se llamaba Hana pero nunca había hablado con él. El tipo era demasiado hosco "Todo un mocoso endemoniado" Además lo de menos era hacer amigos ahí, ya tan cerca de graduarse de la preparatoria no quería a nadie a quien extrañar, porque en cuanto se graduara se marcharía de inmediato.

"!No pienso soportarlo más! !Peligrosos o no me van a escuchar! Sé que ese niño aterrador arma un lío de todo y que sus padres no viven con él, pero la del pelo rosa parece razonable, debe tener mas o menos mi edad, !Sé que podré entenderme con ella!"

Salió de su casa y se encogió un poco, la calle estaba oscura y los faroles la alumbraban tenuemente ¿Y si en el camino se encontraba algún Yokai? "No, los fantasmas no existen" se repitió dio un paso sobre el camino y súbitamente un gato pasó corriendo con tanta prisa que se estrelló contra unos botes de basura, haciendo un ruido estentóreo. Brincó del susto por tenerlo rozando sus pies y después por el escándalo en el que varios contenedores se cayeron derramando su contenido.

-Ay no, es el área que me corresponde- suspiró-

Con precaución se acercó y enderezó un contenedor, vio la carita del gato en la oscuridad.

-¿Estás bien?- Era un gatito naranja de carita redonda y ojos verdes, se agachó lentamente para no asustarlo y lo tomó en brazos. De pronto una luz pareció iluminar casi toda la calle, volteó a ver quien traía una lámpara tan potente. Era un chico que vestía un kimono rojo, sus pies estaban descalzos y tenía una larga cabellera castaña, tenía una expresión de aburrimiento o enfado, quizá desdén.

-Tú, ¿Que haces con mi gato? Déjalo.

El viento barrió su cabello y la calle donde se encontraban, volviendo a derribar el basurero.


...

¿Que contestarías?

"La flor de maíz" (H.a.o. // T.N.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora