En su tiempo en vida, Kojiro fue considerado como un prometedor joven cultivador, siempre dispuesto a ayudar a quien necesitara de su ayuda, pero también como un despistado espadachín que se enfrascaba en su propio mundo de la espada.
No necesitaba más que a su espada.
Era por eso y más que volver a la vida se estaba convirtiendo poco a poco en un cruel tormento, y no solo porque se había encontrado con Poseidón, Kondo y Okita en el mismo día.
La historia de a estatua de la diosa era confusa, en especial por tener que escucharla de parte de Qin Shi Huang. Su viejo amigo no era alguien que tuviera una excepcional atención como para relatar bien una historia. Sin embargo, lo ocurrido era claro.
Por la fe depositada en la estatua, esta había llegado a robar almas tras cumplir los rezos de los aldeanos. No había más explicación tras de ello. Era algo muy simple de atinar, pero al parecer las jóvenes generaciones eran incapaces de pensar por su cuenta.
Esa noche, Alvitr solo quería salir a despejar su mente por un momento. Disfrutaba pasar sus días en el castillo, mientras era servida por un séquito de sirvientes sin necesidad de mover ni un solo dedo. Pero estaba cansada de la extrema sobreprotección por parte de Hades y el reino de Huo. Entre sus planes, jamás esperó que al retar a la diosa esta cobrara vida en busca de reclamar su alma.
La estatua de la diosa iba directamente en dirección a Alvitr, quien huía con desesperación. Sus pasos resonaban por todo el camino mientras intentaba escapar de la inminente amenaza que había cobrado vida. Sus ataques no eran efectivos de ninguna forma, y sin señales de fuego restantes para llamar a su secta, comenzó a correr para salvar su joven vida.
Kojiro se quedó estático a verla huir como si su vida estuviera en riesgo.
La historia que envolvía a los 13 divinos tesoros de los que hablaban las leyendas establecía que las valkirias eran entidades en busca de un portador para alimentarse de su energía espiritual. Cuando el portador moría, estás aumentaban su poder hasta alcanzar una forma inmortal. Hrist, por su parte, ni siquiera podía mantenerse en su forma física por mucho tiempo, debido a que había utilizado toda su energía espiritual en salvar a una de sus hermanas valkirias. Era por esto y más que no entendía por qué Alvitr temía verdaderamente por su vida. Alvitr solo podía ser herida si estaba en su forma de espada Gojian.
Sus pensamientos se detuvieron en seco al observar los raspones en sus manos junto con sus ropas rasgadas, características del clan Huo, a diferencia de la ropa que solía utilizar cuando tanto él como Qin estudiaban en Shui.
La espada que portaba era de un nivel tan bajo que no haría ni un rasguño a la estatua. Si las armas espirituales de alto calibre no conseguían domarla, probar un poco de energía demoníaca no iría mal mientras Poseidón y Kondo no se dejaran ver por allí.
De un corte limpio, Kojiro cortó un pedazo de bambú que transformó rápidamente en una flauta. La llevó hasta sus labios y comenzó a tocar una melodía aguda y dolorosa al oído de todo aquel que llegó a escuchar tal aberrante sonido.
ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐄𝐓𝐑𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐍𝐔𝐁𝐄𝐒 - Posekoji
FanfictionComo el gran maestro que fundó la Secta Demoníaca, Kojiro Sasaki recorrió el mundo a su manera con el fin de mejorar su técnica de la espada, odiado por millones por el caos que creó. Al final, vio su vida acabar en su último duelo después de que lo...