Capítulo seis

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Noté que el primero en reír fue el chico pelinegro de ayer que había salido de coordinación por hacer que algún alumno comiera papel. ¿Así que me tocaría con el matón? Genial. Miré a mi hijo que lucía incómodo, pero no lo suficiente como para no sonreírme. El maestro tose, haciendo que los alumnos pararan, la secretaria me aprieta la mano y sale del salón como si no le importara lo suficiente qué pasara conmigo, mientras que el maestro me mira antes de hablar nuevamente.

"Siéntate al lado de Park Yeonjun, es el chico alto que está ahí." señala a mi hijo y asiento, mordiéndome el labio mientras me siento en el asiento que me señala. Yeonjun me regala una sonrisa antes de volver a prestarle atención al maestro. "Bien, me presento ante ti, joven Park Taehyun, soy el director de curso de 12B y maestro de matemática, Kim Binsoo. Con eso claro, retomo lo que estaba diciendo antes de que llegara el joven Park, y es que estamos en la tercera semana de escuela, necesito que todos ustedes se enfoquen en estudiar y mucho. Los exámenes son en un mes, así que no pierdan tiempo y esfuércense, la universidad no escogerá a niños buenos para nada."

"¿Siempre es así?" le pregunto a mi hijo, pero una voz femenina me responde por él.

"Sí, aunque cuando sea la reunión de padres hará parecer que es un pan." Una chica con el cabello corto, bastante bonita, se voltea a responderme, mirándome de arriba abajo. "Soy Choi Eunjee."

"Un gusto." le sonrío, "Soy Park Taehyun."

"Te oí. Sólo te digo que no te recomiendo hablarle mucho a Yeonjun, es asocial a pesar de que tenga un gran grupo de chicas y donceles atrás de él." me avisa, haciéndome voltear para ver a mi hijo con una sonrisa, ¿Yeonjun con un club de fans? Eso es interesante.

"Cállate, Eunjee, por favor." murmura rápidamente. "Ignora lo que dijo, es mentira."

"Verás que no a la hora del receso. Él y el grupo de allá," ella señala al pelinegro, el cuál hablaba con otros tres chicos bastante apuestos, "son los más guapos de la escuela."

"¿Por qué me siento tan orgulloso?" le pregunté a Yeonjun con una sonrisa burlona, ¡parí a uno de los chicos más guapos de la escuela! Caramba, se siente como un sueño frustrado.

"Taehyun..." Yeonjun me mira avergonzado, haciéndome reír por lo bajo.

"¿Muy interesante la conversación?" El maestro se acerca a nosotros y me da hipo. "Hasta donde tengo entendido, estudiaba en casa, joven Park; no sé cómo habrá sido esa educación, pero aquí escuchamos al maestro y luego hablamos."

"Lo siento, señor." digo rápidamente, aun con hipo.

"Ajá." suspira volviendo a su lugar.

Dejé que pasara la clase, hasta que dos horas después sonó el timbre y el maestro salió, según me indicó Yeonjun, el próximo maestro llega en quince minutos aproximadamente, Eunjee se volteó a verme y me analizaba, me sentía incómodo.

"Parece que ya se conocen." le dice a mi hijo y éste asiente.

"Es hijo del mejor amigo de mi mamá, ¿nunca te hablé de eso?" le responde sin prestarle mucha atención.

"¿No es eso muy cliché?" bufa, "Suena como la típica historia de amor perfecta." dice y rompo a reír sin poder evitarlo.

"Lo siento, pero no, jamás saldría con Yeonjun, sin ofender." le digo en medio de las carcajadas, sintiéndome totalmente risueño.

"¿Por qué no? ¡Es guapo, inteligente y cuando quiere puede ser amable! Es el chico perfecto." me reclama, contradiciéndose de alguna forma y causándome total ternura. Esa chica está enamorada de mi Yeonjun.

"Es como un hijo para mí." le digo con una sonrisa amable.

"¿No tienen la misma edad?" me pregunta sin entender.

"Aun así" responde él, "no saldríamos jamás. No seas tan entrometida y tampoco seas grosera con él, que no te ha hecho nada."

"¡Hasta lo defiendes! Eso es nuevo." Bufa con fastidio, "Iré por algo de tomar, ¿quieres algo, Junnie?

"Paso." responde, con un suspiro y ella se va.

"Woah, esto es divertido." le digo, "Así que tienes un club de fans. No estoy seguro, pero creo que éramos cinco donceles los que estábamos enamorados de tu papá cuando era mucho más joven, quizá es algo de familia."

"¿En serio?" me pregunta con clara sorpresa y yo asiento.

"Quizá las fotografías no lo demuestran mucho, pero tu padre era muy atractivo y amable, bastante debería decir. Cambió mucho con los años." suspiré.

"No hablemos de papá, es un tanto extraño." me dice con una mueca. "Me sorprende que te haya tocado conmigo, juraba que te tocaría con Sohee."

"Pensé lo mismo, quizá su energía me repele lo suficiente." Bromeé, ignorando el pequeño dolor en mi pecho, "Igualmente espero que podamos almorzar con ella."

"No lo haremos, ella no se sentará con nosotros, créeme." me dice con sorna.

"¿Por qué?"

"Te lo explicaré en el almuerzo." bufa con una sonrisa, "Será divertido que empieces a conocer a tu hija."

"¡Yo conozco a mis hijos!" bufo.

"Conoces lo que queremos que conozcas, mamá." me susurra. "Ten en cuenta eso."

Lo miré con desconfianza. Había procurado ser un madre afectivo y comprensivo con los tres, quería que me tuvieran confianza, no quería que ellos vivieran lo que yo viví con mi madre, pero oírlo decir eso, a Yeonjun, me hizo sentir con que fallé en algo y necesitaba averiguar exactamente en qué.

Eunjee volvió y trató de acaparar la atención de mi hijo, pero este se entretuvo con su celular hasta que llegó el maestro nuevamente. Luego de un rato en clase, sentí que alguien me miraba, pensé que era mi hijo, pero no era así, por lo que busqué disimuladamente quién era hasta que vi que el pelinegro me miraba con una ceja alzada y le devolví la mirada, no le tenía miedo a un niño de dieciocho años, quizá debería acercarme a él y ayudarlo a caer en cuenta que el matoneo no era algo bueno, que más adelante se arrepentiría por completo de haberlo hecho. Él sonrió antes de desviar su mirada hacia el maestro y yo hice lo mismo. ¿Podría ser esa una nueva misión? Además de hacer que me una más a mis hijos, sería hacer una buena acción para ese niño. Esto se estaba poniendo cada vez más emocionante definitivamente. Debería hablar con Jimin, quería que mi amigo me aconsejara algo, al final era él quien se llevaba mejor con mis niños.

"Bueno, chicos, recuerden hacer la tarea para la otra semana" dice el maestro mientras sonaba el timbre para el almuerzo. 

18 | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora