❦ 𝟎𝟒 ❦

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No hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

✯༄ Soneto XII - Lope de Vega.

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Dong Min se removió en la cama, estaba despertando, una sonrisa apareció en su rostro al ver al alfa dormido a su lado cobijado con las sábanas de pie a cabeza mientras lo mantenía abrazado por la cintura. Miró el reloj en la mesa de noche, eran las 5:00 de la mañana, se soltó con cuidado del agarre del alfa y se levantó de la cama.

Era una mañana muy fría, un cielo nublado y muy poca brisa, se acercó al ventanal y corrió un poco la cortina para ver el cielo, la mañana perfecta, para él.

Le colocó a Bin el edredón encima para calentarlo y luego de besar su frente, bajó hacia la cocina riéndose del gato friolento que estaba en la cama. Faltaban 3 horas para las 8:00 de la mañana, es decir, tenía tiempo de sobra, limpiaría la sala y la cocina, y además de eso, haría el desayuno.

Ya habían pasado... ¿Cuántos? ¿3 o 4 días? De no llegar a casa, no sabía exactamente cuantos, pero si sabía que en todo ese tiempo, se había sentido como si estuviera en su hogar, una vez más se convencía que haber regresado y estar al lado de su amo fue la mejor decisión que tomó.

En esos días apagó su celular viendo las 3 últimas llamadas perdidas de su madre y puede que al encenderlo encuentre más, pero no quería saber nada de ella por el momento. Sus llamadas no era más que pura hipocresía, el amaba a su madre, pero... Ella tal vez a él no y que fingiera preocupación estaba de más.

Esos días fueron los mejores para el pelinegro, Bin no había tenido sexo con él luego de ese día, en cambio, este lo había llevado a cenar cada noche a un buen restaurante; aprovecharon para hablar más de ellos, conocer sus gustos y demás, un día fueron al cine, comieron comida rápida en el centro comercial, además de hacer algunas compras y regresaron al apartamento donde luego de una relajante ducha, se pusieron sus pijamas y durmieron abrazados.

Algo nuevo para el alfa, pero se empezaba a acostumbrar.

Por las mañanas Dong Min hacia el desayuno y juntos lavaban los trastes, y dejaban la cocina impecable. Tuvo risas, mimos y tranquilidad, era lo que más necesitaba. Aunque aceptaba que el comportamiento extraño de Bin hacia él le daba miedo, era muy empalagoso.

No se quejaba.

—Buenos días, bebé— repentinamente sintió las manos del alfa en su cintura y un fuerte abrazo.

—Buenos dias— le dio un beso en su mejilla y siguió con lo suyo.

—¿Aún tenemos tiempo para desayunar?

My Sweet Baby |❦︎| BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora