love canvas › 𝗰𝗵𝗮𝗻𝗴𝗷𝗶𝗻

(n.) ❛ ain't no way ❜

Seo Chang Bin es un simple aficionado de las bellas artes.

Pintura al óleo y acuarelas, esculturas, xilografía, falsos vitrales, literatura y música —siendo ésta última su verdadera pasión.

Omitiendo su talento innato para la música y el hecho de que va a cubrir la carrera de producción musical y composición cuando entre a la universidad, las otras áreas se le dan bastante bien, a pesar de que el arte —referido a la pintura y demás—, en el pasado no era de su interés, en lo más mínimo, ni siquiera en el momento en el que decidió unirse a la facultad de arte del instituto.

Mucho tiempo después de que aprendió a desenvolverse en los diferentes tipos de arte, los cuales ya domina —con un año y medio de formación—, es que empezó a apreciar la belleza de sus creaciones y a disfrutar realmente de ello. Pero el principal motivo por el que entró a la facultad era uno muy diferente a "por amor al arte", y aún después de todo este tiempo, ese motivo se mantiene.

Se trata de Hwang Hyun Jin.

Él, quien es el número uno en cada área que se abarca en el arte y un verdadero amante de lo artístico. Una obra de arte en sí misma, que crea de su fina mano obras casi tan hermosas y grandiosas como él. La perfección personificada, se atreve a declarar.

Notas pulcras, habilidades insuperables, belleza etérea sacada de algún cuento de hadas, la voz más angelical, la persona más inalcanzable para cualquiera, sin importar desde donde se le viera y su forma de ser, que es deslumbrante.

Su amabilidad no tiene límites, difícilmente se niega a prestar su ayuda cuando alguien la necesita, asiste a los profesores cuando le sobra tiempo, a pesar de rechazar a las personas —incontables— que le confiesan su amor, lo hace con extremada delicadeza haciendo que se enamoren incluso más, tiene un aura muy tierna que lo rodea a donde sea que vaya... Es un hechizo andante.

Y Chang Bin podría pasarse el día entero enumerando para sí mismo todo lo que hace a Hyun Jin alguien tan perfecto.

Desde su segundo año de preparatoria —primero para Hwang—, Chang Bin quedó completamente prendado de él; el chico que hasta la actualidad causa revuelo en los corazones de todos desde el primer día en que puso un pie en el instituto. Es muy popular y con mucha razón, principal hecho por el que Seo sabe muy bien que no tiene ni la más mínima oportunidad con el chico, pero no es algo que le duela en realidad.

Para él, es suficiente poder apreciarlo de cerca.

Siempre lo ha observado a distancia, con el tiempo se ha grabado hasta el más pequeño detalle de su persona, haciendo más profundo su enamoramiento por él. Descubrió poco a poco cómo es en realidad, llegando a ver incluso esas facetas que no suele exponer mucho ante nadie, qué cosas le gustaban y cuáles no, y eventualmente se percató de lo que hace girar su mundo; el arte.

Si ya de por sí a Chang Bin le encantaba, le fascinó mucho ver las magnificencias que salían de su imaginación y plasmaba impecablemente en los lienzos con sus bellas manos.

El ángel es bueno en todo lo que se propone e increíblemente continúa mejorando sus habilidades con gran empeño. Fue ahí que se dió cuenta de que no había nada que Hyun Jin no supiera hacer, de que era inalcanzable y que él no le llegaba ni a los talones. No existía ninguna posibilidad de que siquiera lo notara, y a medida que se fue enterando de los numerosos rechazos que muchas personas sufrían, se fue resignando a la idea de intentar alcanzarlo.

No se atrevía a relacionarse con él de forma directa, por lo que en el pasado nunca mediaron palabra.

Pero un día, año y medio atrás, Hyun Jin personalmente estaba reclutando miembros para la facultad y le dió el privilegio de hablar con él. En ese momento, además de saber tocar algún que otro instrumento, Chang Bin no sabía nada de lo que se cubría en su facultad, y al compararse con él inconscientemente, supo que de ninguna manera podía entrar o sólo haría el ridículo.