En una tarde de verano, Wang sale del colegio para dar una caminata por el pueblo, cuando se encuentra con Li, que está ayudando a su padre a reparar una carreta. Li tiene la mano izquierda vendada, y Wang le pregunta qué le ha pasado. Li le cuenta una historia.
Li le cuenta que mientras estaba trabajando en el campo, vio un águila a punto de atacar a un conejo. Como Li siempre ha sentido empatía por los animales, intentó defender al conejo, pero el águila le picó y le lastimó la mano.
Wang le dice que es un gesto muy valiente y compasivo, y Li le dice que nunca pudo estar de brazos cruzados mientras el conejo necesitaba ayuda. Los dos se sonríen y de pronto se dan cuenta de que se han hecho amigos. Ahora Wang le pregunta a Li cuál es su historia, y Li le cuenta que es hijo de unos campesinos, que apenas tienen lo justo para vivir. Pues bien, Wang le dice a Li que su familia no es tan diferente, y que sus padres trabajan duro todos los días para ganar unas monedas con la agricultura. Ambos muchachos se dan cuenta de que tienen mucho en común, y deciden pasear por el pueblo mientras platican y se conocen mejor.
Mientras caminan por el pueblo, topan con unos chinos vestidos de rojo y amarillo que van en dirección a la aldea principal. A medida que se acercan, Wang y Li se dan cuenta de que son oficiales reales enviados desde la corte imperial. Están tomando nota de todo lo que ven. Entonces, mientras los dos jóvenes conversan, empiezan a ver a los oficiales reales mirándolos con recelo. Wang y Li se dan cuenta de que deben huir y esconderse, porque un romance entre ellos podría resultar en algo muy peligroso en una sociedad tan conservadora.
Mientras los dos jóvenes corren para esconderse, uno de los oficiales empieza a seguirlos y grita a otros miembros de la corte real. De repente, Wang y Li se encuentran rodeados de guardias armados, quienes los encierran en una celda. Mientras están en la celda, Wang y Li sienten miedo, pero también alivio de que el amor que sienten se confirmó. Aunque sus vidas están en peligro, saben que se aman. No quieren esconderse ni tener que ocultar su relación.
Al parecer, Wang y Li ya habían tenido una relación sentimental hace un tiempo, cuando eran más pequeño, el padre de Li no aprobaba la relación de su hijo con Wang, porque consideraba que no era un buen trabajo, y no se ajustaba a su idealización de lo que quería para su hijo. El padre de Li quería que su hijo fuera más "formal" y menos "artesanal".
Wang y Li pasaron meses sin verse, pero un día Wang vio a Li trabajando en una carretera, justo en el lugar en donde habían tenido su primer encuentro. Cuando Wang vio a Li, sabía que tenía que intentar hablar con él. Aprovechando que había un momento en que estaban solos, Wang se acercó y dijo: "Hola, Li, ¿te acuerdas de mí?". Li se sorprendió al ver a Wang y dijo: "¡Wang! ¡Sí, me acuerdo de ti!". Ambos se miraron por un momento, y pudieron sentir el nerviosismo entre ellos. Pero de repente, Wang sonrió y dijo: "¿Te importaría si te invito a una taza de té?".
Y así, es como acabaron Wang y Li encerrados en una de las celdas. La acusación de conspiración hizo que Wang y Li pasaran días interrogados por los agentes. Los agentes trataron de presionarlos a decir la verdad, pero ellos se mantuvieron firmes en su postura de no revelar nada. Sin embargo, tanto el entorno de la cárcel como el clima de acusación hicieron que los dos se sintieran desanimados y desesperados.
Con el transcurso de los días, Wang y Li comenzaron a sentirse solos y perdidos. Pero, en medio de ese ambiente sombrío, decidieron comenzar a hablarse a través de la ventana de su celda. Al principio, solo podían hablar en susurros, pero con el tiempo, fueron poniéndose más cerca de la ventana y pudieron hablar con más fuerza.
Un día, en medio de una de sus conversaciones, Wang escuchó un grito desde la celda de Li. Fue un grito de dolor, como si alguien le estuviera haciendo daño. Al instante, Wang se asomó a la ventana y pudo ver que dos agentes estaban golpeando a Li. Al ver esto, Wang quiso gritar y pedir ayuda, pero se asustó y se quedó paralizado. Wang quería ayudar a Li, pero sentía miedo de hacer algo que pudiera empeorar la situación. Observó la escena horrorizado, pero no pudo moverse. Finalmente, los agentes dejaron de golpear a Li y lo dejaron inconsciente en el suelo. Wang estaba temblando de pánico y no sabía qué hacer. Entonces, comenzó a gritar: "¡Socorro! ¡Socorro!".
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Amor en la China Tradicional
RomanceEn la China tradicional, Wang y Li, amigos desde la infancia, se reencuentran. Desarrollan un profundo amor y enfrentan la adversidad debido a la conservadora sociedad. A pesar de ser encarcelados y separados, finalmente se reúnen y su historia de v...