Min Yoongi se considera una persona simple, muchas veces demasiado. La mayor parte del tiempo logra que esto sea un beneficio, una cualidad que le da claridad para pensar, para dar consejos desatando nudos complicados que otras personas enroscan con tinte fatalista. Siempre se consideró a sí mismo práctico, ante un problema, su cerebro está diseñado para resolver y continuar; así había aprendido a vivir desde que su madre murió.
Y nunca creyó que eso fuese inconveniente.
Pero llegó este día en la que una tormenta intensa comenzó a azotar la ciudad. Empezó con una lluvia torrencial y relámpagos, y luego el fuerte viento. Yoongi no había visto las noticias para enterarse de ello, pero creía que no podía ser un tifón (o si lo era no sería de gran magnitud) o no estarían en la escuela y sí en estado de alerta meteorológica. El viento menguó cuando la tarde los alcanzó dentro de los salones.
Cuando la campana de salida sonó, Hoseok se las arregló para arrastrar hasta el auto de su padre a Taehyung y a un insistente Jimin que se negaba a irse sin él, que todavía tenía sus clases del club de música.
Cuando su horario acabó por fin, ya estaba oscuro y gélido; y una llovizna continuaba bañándolo todo de forma copiosa. Yoongi marcó a su padre desandando los pasillos de la escuela, él no contestó; y Yoongi pensó que quizás algún otro padre se habría retrasado al buscar a sus hijos en la academia por la tormenta, que por eso el suyo todavía estaría ocupado.
Resolvió que tomaría el autobús, la parada estaba justo allí, enfrente de la escuela, y lo dejaba a dos calles de casa. No le produciría mayores dificultades.
Hundió la mano en el bolsillo de la mochila buscando su monedero, y solo entonces recordó que no lo tenía. El cierre del compartimento se había falseado en algún punto, impidiéndole cerrarlo de forma correcta, y a Jimin le había dado una crisis al ver su cartera más de una vez a punto de caerse y extraviarse.
«La guardaré yo ¿Sabes lo engorroso que es perder tus identificaciones y seguro médico? No querrás pasar por eso» lo reprendió.
Así que ahora, cada vez que usaba pantalones con bolsillos pequeños, su cartera viajaba segura con Jimin. Y era un alivio saberlo, salvo en momentos como ese.
Min Yoongi no era fanático de las tormentas y no veía el romanticismo en empaparse entero, pero no tuvo más opción que comenzar a caminar bajo el aguacero. Y cuando completó las quince calles que lo separaban de la escuela, no quedaba una parte de su cuerpo seca y el frío estaba metido en su cuerpo haciéndolo temblar.
Con voz aguda, Jimin lo empujó protestando a la ducha aun con la ropa puesta, mientras se encargaba de llenar la bañera, conseguir toallas mullidas y prender la calefacción de la habitación.
Su omega lo hizo perfecto, incluso le preparó una infusión cargada; pero para cuando su papá llegó desde el trabajo protestando por el tráfico, las alcantarillas y las personas irresponsables que arrojaban basura complicando todavía más los días como ese, lo encontró casi adormecido, con el cuerpo comenzando a dolerle en cada rincón.
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Yuan bei - Yoonmin (omegaverse)
ФанфикA los ojos de las personas que debían asegurar que él era un individuo totalmente válido y que por ello merecía comprensión y oportunidades, Park Jimin fallaba. Una y otra vez, nunca dejaba de fallar. Esperando demasiado afecto primero, siendo care...