- capitulo 1-
la noche estaba muy agradable en esa ocasión, debido al cálido clima que la acompañaba, la gente que estaba en su costoso hogar se divertía entre copas de vino y hablando entre sí de temas que sinceramente no le importaban, de hecho, él se encontraba alejado de todos, después de todo, ni siquiera era su fiesta, era de su padre y sus miles e interesados amigos dentro de su compañía.
el muchacho de cabellos rojos solo estaba en esa tonta fiesta debido a que, al ser el único hijo de ese hombre, debía presentarse y darle buena imagen a su padre, aunque al estar a fuera fumando, con una expresión seria, no era una tan excelente imagen de él.
el de mirada verdosa, ya quería irse, se entretenía más gastando su tarjeta dorada en un centro comercial o en las tiendas más caras de nueva york, que soportando a muchos viejos adinerados que se acercaban a hablarle para escucharlos como le lamían las botas a su padre por ser un empresario importante y rico, aún si este no estaba presente.
Sin embargo, Mateo se retiraba antes de que terminarán su saludo, juraba por su billetera llena de tarjetas doradas, que, si escuchaba a un tipo de esos hablar de su padre y halagarlo, le iba a meter la escultura de hielo que había en el salón por la garganta.
pero sabía que no podría hacer eso, la escultura pesaba mucho y su frágil cuerpo no podría con tanto peso, así que, solo se limitó a suspirar sacando todo el humo de sus pulmones y a tirar el cigarro al suelo para luego pisarlo, y volvió al salón donde la velada se realizaba, ignorando a todo a aquel que se le quisiera molestar nuevamente con una conversación.
bajo este punto no le importaba ser grosero con nadie, solamente iba a comer algunos bocadillos, que eran lo que más valía en todo ese lugar, y luego vería la forma de irse, aunque esto no iba a ser del todo fácil, porque justo cuando estaba comiendo dichos alimentos, para su mala suerte, su padre se acercó a él, y no en un plan muy amistoso, a decir verdad.
puesto a que se había acercado para regañarle y ordenarle que conviviera más con sus invitados porque lo estaba haciendo quedar mal con esa pésima actitud que estaba teniendo por ignorarlos o irse cuando le estaban hablando, el de cabellera rojiza solo se limitaba a ignorar las palabras de su parte, confirmando que solo le importaban su apariencia delante de las "sanguijuelas" que estaban en el lugar y aun si su padre aparentaba un aura intimidante, él ni se inmutaba.
he hizo molestar más a su padre cuando saco otro cigarrillo de la caja que estaba guarda en su bolsillo y lo prendió, demostrándole a su progenitor que podía hablar y a hablar que él no le estaba prestando atención, a menos que le diera una nueva tarjeta de crédito para gastar durante mucho tiempo, eran las únicas veces que le daba toda su atención, después podía perderse con alguna de sus amantes, tal y como solía hacerlo todo el tiempo, total a Mateo ya no le interesaba.
- Mateo Müller deja de fumar en este instante, harás qué quedé peor - le ordenó el mayor a su hijo en un tono alto, pero no tanto como para que ser escuchado por todas las personas a su alrededor.
El chico de ojos verdes solo soltó el humo en dirección a la cara del hombre de cabellos blancos, irritándole más las acciones de su primogénito, lo cual ponía un poco feliz a Mateo, aunque no le haría caso en su orden, tenía que soportarlo por forzarlo a estar en ese horrible lugar, si podía hacer que ese señor soltará espuma por la boca, iba a ponerse de mejor humor.
Pero su progenitor había tenido mucho de su actitud de niño malcriado, según el mayor, entonces no tuvo mejor idea que quitar el cigarro de la boca y arrojarlo lejos, también tomo la caja de estos, causando que el menor se enojara, en la mente de mateo solo pensaba en lo indignado que estaba por las acciones de su padre, ¿Ahora quería hacerse el de figura paterna delante del mundo?, Había pensado eso antes de estar en un lugar que poco le interesaba y había cruzado una línea al sacarle esa cajita.
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chico materialista
Teen Fiction- el dinero mueve al mundo, y él podía comprarse este si así lo deseara, todo lo que quisiera tener lo iba a tener y nadie podía detenerlo, hacía lo que quería - - pero hacer lo que uno quiere, siempre trae consecuencias y fue lo que pasó - - por...