Unicron, un ser tan antiguo y poderoso como el mismo universo, estaba vagando por el vasto y oscuro espacio; hace unos momentos acababa de tener una legendaria batalla con su antítesis, Primus. Si bien había perdido el combate, había ganado la "guerra" -por llamarlo de alguna manera- ya que había dejado mal muerto a Primus y él tan sólo había quedado malherido. Aunque ambos conceptos significarán casi lo mismo, para el dios del caos éso significaba mucho.
Debido a sus fallas y a sus dolencias en todas las partes de su inmenso cuerpo, el dios del caos decidió tomar una medida algo abrupta; transformarse a su modo planeta y que, pase lo que pase, se mantuviera con vida. Y así lo hizo; Unicron se transformó, a duras penas, en su modo planeta y se quedó estático, orbitando lentamente alrededor de un campo gravitacional de un sol de una vía láctea que desconocía totalmente, pero parecía ser joven.
Unicron, sin quererlo, se quedó dormido y en un estado de estasis en su modo alterno. Ésto mismo hizo que varios meteoritos y rocas comenzarán a impactar contra la atmósfera del destructor de mundos y, por consecuencia, comenzarán a "fosilizar" el cuerpo inerte de Unicron.
Sin quererlo; el que era el dios del caos en sus mejores tiempos, ahora era sólo una roca gigante que comenzó a tener -de forma lenta y gracias al energon de Unicron- agua, formas de vida microscópicas y de más cosas. Unicron, lentamente, se estaba volviendo lo que en un futuro sería conocido como "La Tierra."
Millones de años después...
Luego de millones y millones de años, el dios del caos había despertado de su letargo. Pero, para su sorpresa, no podía volver a retomar su forma normal debido a que éso significaría desactivarse al instante; había perdido demasiado energon con el pasar del tiempo y éso le trajo muchos problemas.
Sabía que necesitaba volver pero..¿De qué modo? No había una forma de volver nuevamente, ya que nadie sabía de su existencia -o éso él al menos creía- por lo que, desesperado y con ansias de retomar su poder, decidió traspasar un mínimo de su esencia hacia una joven humana al azar; ésa esencia haría que, el bebé que tuviera la humana, naciera como un ser único y poderoso, mucho más poderoso que cualquier ser humano común y corriente.
Nueve meses y un par de días después...
La reencarnación del dios Unicron había nacido; un bebé humano que, según las propias enfermeras y los médicos que ayudaron a traer al niño al mundo, tendría un gran futuro por delante.
Sin embargo; el niño comenzó su joven vida de forma muy mala, ya que su madre falleció en el parto y su padre, considerándolo una especie de maldición, lo abandonó en un orfanato.
En aquel hogar para niños, la joven reencarnación del dios no tenía la mejor infancia posible; sus compañeros lo molestaban mucho por su aspecto, sus maestras y cuidadoras lo consideraban un bicho raro e incluso, un día, el niño de golpeó en la cabeza y por la herida que se le formó no escurrió sangre, sino un líquido morado oscuro que causó que las cuidadoras del hogar le tuvieran más asco y repulsión.
La preadolescencia y adolescencia del joven no fue la mejor tampoco, ya que sus compañeros y maestras demostraron ser más violentos con él hasta el punto de un día llegar a darle una paliza y dejarlo malherido y con dos semanas en la cama de la enfermería del orfanato.
Para peor, el joven de diecisiete años sufrió la peor de sus noticias; lo sacaron del orfanato y lo mandaron a vivir a la calle debido a que ya era "mayor" y aún no era adoptado por nadie.
El chico no rechisto ante ésto y, simplemente, salió de aquel hogar donde tan mal lo habían tratado.
No tardó en conseguir un techo y comida, ya que encontró una casa vieja abandonada donde vivir. Si bien la casa era demasiado antigua y estaba casi a punto de venirse abajo, para el chico éso no significaba problema alguno.
Por la parte de la comida, el joven comenzó a obtener trabajos y cosas rápidas que hacer que le traían dinero fácil. Como por ejemplo: caza de animales, cuidar tierras con cultivos o cosas varias y simples para un chico que apenas y pudo terminar la secundaria.
Aquí es donde comienza la historia de Samuel Richson; un joven con una vida más que pesada, con un secreto oscuro en su interior y una especie de lazo extraño con un ser antiguo de otra galaxia.
De personalidad algo amable, pero bastante reservado y frío con lo desconocido. Con un aspecto desaliñado y con una apariencia que deja a reflejo la mala vida y malísima alimentación que posee el joven.
