Repetí tu nombre entre mis noches, como susurros en mis profundos sueños, la brisa no era nada agradable, el calor inundaba mi cuerpo. "¿Acaso la impotencia de querer golpearte era tan fuerte que mis nudillos estaban rojos del enojo?"
Desde un punto incierto, me dejaste de lado.
— ¿Jimin, vamos a algún lado? Es mi cumpleaños..
— Perdona, tengo unos asuntos que hacer, pero nos vemos más tarde ¿Sí? ¿Que deseas de regalo?
"Que estés conmigo". Pensé.
— Nada, no te preocupes, ve tranquilo. -- sonreí. --
¿Por qué me guarde aquellos reproches que quería darte?
El verano era más un frío invierno si no estabas conmigo, uno de esos en los que si estabas, puedes convivir y pasar todo el rato acostados. Pero mi invierno solo era donde la soledad es tu única compañía en un lugar tan sombrío, que lo único que deseas es congelarte para sentir algo de calor.
— ¿Cuando seré algo especial o importante?
Nuestros recuerdos invaden mi mente, ¿Acaso solo son sueños? Ver a la gente tan expresiva con sus seres queridos solo me hace desear que dejes tu trabajo, pero ¿En realidad me dejas por trabajo o solo no quieres verme?
Tus ropas de poliéster son las únicas que me reconfortan Son las únicas que graban el aroma del café por la mañana que tomas, junto con tu perfume diario.
Jimin, si es necesario pagaría por tu tiempo, tu risa era mi melodía, tu calor, mi melancolía. ¿Que se supone que debería hacer? ¿Que soy yo para ti? O quizá ¿Que soy yo, para mí?
— ¿Te gusta la playa?
— ¡Obvio koo! Es asombrosa. ¿No lo crees?
— Prometo traerte cada vez que lo desees, y las veces que necesitemos huir de nuestra realidad.
— Toma, nuestro anillo de promesa, donde yo te tomo en cuerpo y alma, así como tú lo harás conmigo ¿Okey Señor Jeon? -- reiste, esa sonrisa acompañada de melodías tan lindas.
Claro, nuestras promesas fueron como la arena, se perdieron en los infinitos granos, que lo conforman.
No recuerdan nuestro encuentro, así como no recuerdo el nudo de nuestras caricias. Sin ti estoy por mi cuenta, viendo que simplemente existo yo, sabiendo que en tu mundo no estoy yo. Que sufro sin dar alguna señal para tí, creyendo que será lo primordial cada vez que nos veamos. Pero fui iluso.
¿Acaso me quedaré solo? Tal vez estoy cayendo en mi cara.
Estamos tan cerca, pero tan lejos que solo queda decir que me conectaba contigo con el corazón. ¿Pero es que acaso importa ahora?
— Jungkook te deje la cena, no llegaré a casa.
— ¿Trabajo?
— ah.. si, trabajo. — te acercaste a darme un beso. Pero ese beso no se sintió como uno.
Llegó otoño, salir a despejarme con tus sudaderas puestas eran de lo mejor, admiraba el clima y las hojas cayendo, casi se me olvidaba el abandono de tu parte, hasta que vi tú cafetería favorita. Dónde nos conocimos.
— Hola jungkook ¿Y jimin?
— Trabajando...
Bueno, el otoño paso más rápido de lo que creí, hasta que llegó diciembre. Creí que visitarte al trabajo daría una vuelta de 360° a nuestras vidas, cambiaría algo para poder estar más cerca de ti.
Bueno, tal vez para ti no dio un cambio rotundo, que lastimoso fue saber que ese 4 de diciembre, quién se encontraba feliz al lado de otra persona eras tú, y yo sufría estos meses porque me evitabas a toda costa.
— ¿A todos les dices que le queda bien tu sudadera? — susurré.
Mis ojos llorosos, no iban a presenciar tal escena, después de un dolor punzante.
Sus hipnotizantes ojos solo te veían y como correspondencia, tu solo la mirabas. Por lo poco que presencié, supe que no era suficiente para ti, era mejor darme por vencido, que ser la segunda opción de alguien.
En cuanto llegaste solo me viste "Dormido" por lo que tus manos acariciaron mi rostro, por un momento mis lágrimas derramaron y solo sentí tus manos alejarse rápido.
Tú cuerpo ignoro que tenías el uniforme y me cargo hasta nuestra habitación para acostarte junto a mi.
Por un momento dude, dude de mi para creer que tú eras la persona de quién me enamoré, hasta que tú celular sonó.
— ¿Mañana?... Mi prometido está dormido, quería estar con él... Claro mi amor, hasta mañana.
Al voltear, me viste sentado en la cama con los ojos llorosos.
Y ahí estaba, lo del inicio, claro, todo inicio tenía un fin, y este era el de nosotros.
— Antes que digas algo... Te vi con ella, no puedes negarlo. — mi voz temblaba. — Entiendo que no fui suficiente para ti, pero al menos me lo hubieras dicho.
— jungkook yo-
— Estoy por mi cuenta, puedes irte de mi casa. -- hable, ya no quería más dolor. -- por favor...
— Déjame explicarte — suplico. Tanta humillación de mi parte había dejado. —
— "Se te ve mejor a ti, que a mí". "También me gustas". "Mi prometido está dormido" ¿Sigo?
Solo vi tu espalda al marcharte después de hablar, como si más de mil punzadas entraban a mi corazón, al sentir tu partida.
Aquel amor nuestro... Simplemente no fuimos lo que era, nunca lo fuimos.
Mis sueños fueron interrumpidos, la habitación era blanca y las voces de fuera, se escuchaban.
Mi primer recuerdo fue "Jimin" pero al parecer, fue un pensamiento en voz alta.
— Amor, ¿Estás bien?.. me preocupe mucho.
No entendía nada.
— ¿Quién es Jimin? ¿Porque todos mis recuerdos son de él?
Todos quedaron callados, mi desesperación era grande.
— Jimin era tu esposo hace 4 años, quien falleció salvando tu vida cuando estabas al borde del suicidio.
Yoongi se sintió tan fresco como el verano, que sus recuerdos nunca indagaron en mi, por qué me hicieron bien. ¿Pero tú..?
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On My Own | Jk • Jm
FanfictionSimplemente nunca lo fuimos, ¿Somos como el verano, siquiera? Escrito sin coherencia, hecho el día de mi cumpleaños.