Desde muy temprano en la mañana, Boruto se encontraba entrenando en solitario en el campo de entrenamiento de la aldea oculta de la hoja. El sol brillaba en el horizonte mientras el sonido de los pájaros llenaba el ambiente. Era otro día normal en la vida del joven ninja.
De repente, una voz conocida resonó en el aire. "¡Boruto!", gritó Sarada, corriendo hacia él junto con sus amigas Sumire, ChoCho, Wasabi y Hako Kuroi. Todas ellas irradiaban una energía vibrante y una actitud llena de determinación.
Boruto se volteó, sorprendido al ver a las cinco chicas acercándose. "¿Qué están haciendo aquí?", preguntó, sintiéndose un poco confundido.
Sarada le lanzó una mirada llena de confianza. "Hemos estado pensando, Boruto, y llegamos a la conclusión de que todos estamos locamente enamoradas de ti", expresó con determinación.
Boruto parpadeó, asombrado por la repentina revelación. "¿Enamoradas de mí?", murmuró, sintiéndose abrumado por las emociones.
Sumire tomó la palabra. "Sí, Boruto. Queremos estar a tu lado y apoyarte en todo. Formar un equipo poderoso y enfrentar cualquier desafío juntos", dijo con voz suave pero decidida.
ChoCho lanzó un coqueto guiño. "Además, nadie puede negar que eres el chico más guapo de la aldea", agregó con una sonrisa pícara.
Wasabi, tímida pero determinada, se acercó un poco más. "Boruto, te hemos observado durante mucho tiempo y nos damos cuenta de que eres alguien especial. Tu valentía y tu sentido del humor nos atraen", admitió en voz baja.
Hako Kuroi, con una mirada intensa en sus ojos, agregó: "Siempre estaremos a tu lado, apoyándote, protegiéndote y amándote con todo nuestro corazón".
Boruto se quedó sin palabras ante las sinceras confesiones de las chicas que tenía delante. Siempre había sido un espíritu libre, rebelde y un poco despreocupado, pero ahora se daba cuenta de que tenía personas que lo apoyaban incondicionalmente.
Lentamente, una sonrisa se formó en el rostro de Boruto mientras miraba a su harem. "Gracias, chicas. Llevo tiempo sintiendo que algo me falta, y ahora entiendo que era esto: tener a personas tan maravillosas a mi lado", respondió sinceramente.
Con gratitud en su corazón, Boruto tomó la mano de cada una de las chicas y las abrazó. Juntos, se dirigieron hacia un nuevo día lleno de aventuras y desafíos, confiando en que su amor y amistad los guiarían en su camino ninja.
Así es como comenzó la historia de Boruto y su harem, un equipo unido que enfrentaría todos los desafíos que se les presentaran, siempre juntos y apoyándose mutuamente en su viaje hacia el futuro.