Summer Vibes

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Manos heladas, ojos verdes, pelo castaño, mechones rebeldes, sonrisa dulce. Asi era como le recuerdo, sonriendo con la boca abierta, con esa risa nerviosa que le caracterizaba, y con el labio superior moviendose sensualmente de un lado a otro al compas de los latidos de mi corazon, quedandome embobada, como la tonta que era, y que por desgracia, sigo siendo.

Siempre llevaba una sudadera, siempre tenia frio, siempre estaba temblando, siempre tenia las manos heladas. Y por todas esas razones y alguna mas que residia en un rincon de mi corazon, era por lo que las ganas de abrazarle se anteponian a todo lo demas.

¡Y como era! si esque me sorprendia siempre con la mas minima tonteria. Eso era lo que me pasaba, que estaba ahi, con una sonrisa de medio lado, y joder, era verle y mis famosos morros fruncidos desaparecian. Y ¡como me hacia reir! no te lo imaginas, menudas carcajadas soltaba cuando ibamos andando y empezaba a bromear.

Obviamente no me gustaba. Era mono. Bueno, mono no, guapo.
Que digo guapo, era guapisimo.

Como diria mi madre "el galan perfecto". Y en verdad si que lo era. Amaba todas y cada una de sus manias, incluyendo la manera que tenia de estornudar y la costumbre de darle por lo menos un millon de vueltas al colacao antes de probarlo a sorbitos (¡quien no quisiera ser la taza en esos instantes en los que sus labios rozaban levemente el borde del recipiente!).

Todos decian que era el tipico hermano mayor ideal, simpatico, sincero, divertido...un amor en su esencia. Enserio. Pero no me gustaba. Creo. No podia.
No, desde luego que no. Simplemente, era imposible. Porque no podia tocarle. Y esque cada vez que nuestra piel se rozaba, por minimamente superficial que fuese, una mezcla entre calambre y escalofrio me recorria toda la espalda a una velocidad alarmante, haciendome estremecer de placer.

Y como me gustaba esa sensacion. Se me erizaban los cabellos de la nuca y la piel se me ponia de gallina. Entonces me miraba. Con una mirada sincera, limpia, como la de un niño pequeño. Y eso me podia, era demasiado para mi, superior a mis fuerzas. Porque ni el sabia lo que le queria. Nadie, en verdad. Pero era lo que era y cuando le veia andando solo, despreocupado, con la mirada perdida, era la unica que se preguntaba en que coño estaria pensando, o, lo que es peor, en quien.

Manos heladas, ojos verdes, pelo castaño, mechones rebeldes, sonrisa dulce.
Asi era como le recuerdo, y asi sera como le recordare siempre.

YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora