Vacío y violeta

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Y cuando cerré los ojos estaba cayendo. Pero te preguntarás, ¿cayendo de dónde? Bueno, eso yo tampoco lo sé. Hace un momento me había lanzado desde el edificio de mi escuela. No diré el porque de mis acciones en estos momentos pero, ¿cómo llegué aquí? Dónde sea que fuera solo había oscuridad.

Estaba frío, escucha el silbido del viento cruzando en mis oídos. Cerré mis ojos con fuerza, con miedo para esperar el golpe. Sentí como mis lágrimas se iban de mis ojos. Quería gritar pero sentía el pecho comprimido como para hacerlo. Tantas cosas que hubiera hecho, que me hubiera gustado hacer si no fuera por todo lo que me hicieron pasar. Yo nunca pedí nada y lo que recibí a cambio fue odio y abuso. ¿Por qué a mí y no a alguien más? ¿Qué hice, qué hice, qué hice?

Solté un sollozo. No sentía nada, todo estaba nublado.

Pero después sentí calor y unos brazos aferrándome a los costados y de repente sentí el suelo en mis pies. Estaba demasiado débil como para mantenerme en pie así que quien sea quien me sostuvo, lo hizo y no me dejó quitarme aunque yo tampoco tenía ganas. Hace mucho que nadie me mostraba afecto y ese abrazo se sentía cálido y amable. Aunque mi rostro estuviera recostado en su pecho no escucha el más mínimo latido del corazón. Qué raro, pensé.

- ¿Y tú qué haces aquí?- comenzó a decir una voz masculina, suave y áspera.- ¿Porqué no me esperaste?

¿Esperarlo? ¿A qué se refería? Ni siquiera sé quién es.

- Ya no soporto estar ahí.- balbuceó como puedo. ¿Por qué le respondo?- No soy tan fuerte, solo quiero que se terminé.

- Shh, shh.- comienza a acariciar mi cabello y yo solo puedo estremecerme de dolor.- Eres más fuerte de lo que crees. Aún no es tu tiempo.- agarra los costados de mi cabeza y me da un beso en la frente. Yo solo puedo soltar lágrimas, ni me he tomado la molestia de abrirlos y saber cómo y quién es la persona que tengo al frente, abrazándome.

- No puedes estar conmigo, no aún.- murmura con un tono paciente y gentil, como si estuviera tranquilizando a un cachorro asustado.

Siento como si me jalaran hacia arriba. ¿Qué está pasando? ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Por qué te vas? ¡No lo hagas! ¡No quiero volver! Ya no...

Lo último que veo después de abrir los ojos en el hospital son unos ojos violetas. Tan brillantes como para iluminarme el camino que no veo.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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