°El amarre de la muerte° --✯✦

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El Quackity no paraba de celar a los casados del QSMP, el estaba enamorado de Roier y Cellbit lo sabía... El azabache se mordió el labio inferior y se apretó la camisa, a pesar de que pasó más tiempo con el castaño, el chico se terminó enamorando del brasileño.

Dio un suspiro y siguió caminando por el bosque, su hacha de diamante fue rompiendo varios árboles, el híbrido pato golpeo con fuerza al pobre árbol que fue testigo de su ataque de ira.

Estaba fuirioso y se quería desquitar con cualquiera que se pusiera en su camino y los árboles fueron víctimas.

-Hijo de puta Cellbit... - Dijo en un susurro mientras regulaba su respiración mientras apretaba con rabia la hacha para después seguir cortando arboles, era una forma de calmar su ira mientras lágrimas calleron sobre sus mejillas.

Dejó caer la hacha y se tiró al suelo, miro sus manos, estaban bastante rojas por la fuerza que puso, miro todo el desastre que hizo, se levanto y agarro su hacha y se fue dejando a los árboles tirados.
Su camino siguió y se detuvo en el puesto de tacos donde estaba Roier con Richarlyson, ambos estaban hablando, Quackity quería acercarse pero le daba vergüenza que Roier lo viera con los ojos rojos y las manos hinchadas, pero antes de irse Roier lo alcanzó a ver llamando su atención.

-QUACKITY!! Ven aquí!!!- Grito el chico de sudadera Roja, el azabache no pudo negarse y fue directo a su amado.

-Hola Ro y hola Richars- Se le veía decaído, con lágrimas maracadas  en su cara y la ropa desgastada, el castaño lo miro preocupado.

-¿Que te pasa we? ¿Te atacó un perro o que verga?- Dijo intentando hacer reír al pato y lo logró, ambos se rieron y se miraron

-Solo tuve un mal día, nada de que preocuparse- Richarlyson llamo la atención de los dos para decirles que tenía que ir con Cellbit, ambos se despidieron y el pequeño niño se alejó dejando a ambos solos.

-Quieres unos tacos? Como eres mi carnal te los doy gratis- Roier le sonrió a Quackity intentando alegrar el ambiente.

-No tengo hambre gracias- El híbrido agacho la cabeza mientras se veía en sus mejillas un pequeño sonrojo, hace mucho que no tenía una conversación estable con el castaño.

-Si que tuviste un mal día... Quackity si paso algo puedes decirme- Roier puso su mano en el hombro de su compañero y este alzó la mirada.

-Yo... -  El chico no pudo seguir hablando ya que llegó Cellbit junto con Richarlyson, era el colmo.

-Hola guapito- Roier miro a su esposo y le sonrió, mientras el pato miraba con odio al brasileño.

-Hola Gatinho- Roier se acerco a Cellbit y le dio un beso en la mejilla haciendo que el azabache apretara los puños.