Capítulo IX

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SHIKAMARU

Sostuve la rosa entre mis manos, goteaba sangre, sangre de verdad. Ignoro de dónde sea esta, pero es demasiado macabro para mi gusto. Si lo quería era mandarme un regalo, con un chocolate me hubiera conformado, no tenía que ser tan extremista. ¿Me perturba?, en realidad no, es extraño, desagradable y demás pero no creo que ese loco se haya herido a sí mismo o a alguien más para esto... ¿cierto?

- ¿Te gustó mi regalo? - Dijo una voz a mis espaldas, no la reconocía.

Me di vuelta, lenta y cuidadosamente, solo para toparme cara a cara con nada más y nada menos que el amante secreto de mi novia, Neji.

- No es algo convencional, debo admitir. - Dije con la mayor calma que pude aparentar. En el momento en el que me di vuelta me corrieron escalofríos por la espalda, literalmente me estaba cagando de miedo.

- Te ves muy calmado para alguien que acaba de recibir una rosa ensangrentada de Neji Hyuga. - declaró el castaño, al mismo tiempo que se acercaba más de donde estaba, el marco de la puerta de mi habitación.

Ya lo sabía, últimamente cada vez que Neji mataba a una persona dejaba una rosa en un charco de sangre al lado de sus cuerpos, nunca entendí muy bien el por qué, pero de seguro que sera de todo menos para mostrar respeto.

- ¿Qué, te comió la lengua el gato? - Dijo para acortar más la distancia entre nosotros, yo retrocedí, hasta pegar con el borde de mi cama.

- ¿Qué quieres? - Pregunté, ya me estaba hartando de su visita y de sus comentarios estúpidos, que fastidio.

- Iré al grano; te ofrezco un trato, después de todo me debes una por la vez que casi mueres en mi apartamento, cuando ambos estábamos en la uni.

Ahh... eso.

De todas las cosas que pude haber esperado de Neji Hyuga, esta no estaba en el guion.

- Si ajá, no me interesa, ahora lárgate, hoy ha sido un día pesado y quiero dormir si no te importa. - Claramente acababa de cometer el peor error de mi vida. El fastidioso soltó una carcajada seca y luego me miró directamente a los ojos, caminó hacia mi hasta quedar a escasos centímetros de mi cuerpo.

Con su mano tomó mi mentón y me obligó a acercarme más haciendo que nuestros cuerpos entraran en contacto.

- ¿Qué haces?¡Aléjate! - Traté de empujarlo, pero él era más fuerte que yo y el desgraciado no se movió ni un milímetro.

- ¿A caso lo que huelo es miedo? - Preguntó, al mismo tiempo que una sonrisa se curvaba en sus labios. ¿Estaba asustado?, sí, más de lo que alguna vez he estado. Tener un asesino en mi casa no era una experiencia agradable, mucho menos si ese asesino estuvo alguna vez involucrado en el homicidio de mis padres y ahora andaba matando gente a diestra y siniestra porque él y su clan debían estar en la cima.

- No tienes nada que temer, hoy no he venido a hacerte daño. - Mencionó el Hyuga al mismo tiempo que rodeaba sus brazos al rededor de mi cintura, - incómodo -, fue en lo único que pude pensar en ese momento.

- ¿Qué quieres? - Pregunté una vez más, en un tono más bajo que antes. Si pasaba más tiempo en esta situación iba a golpearlo con todas mis fuerzas y salir corriendo. Mi respiración era dispareja y mis latidos iban a mil pulsaciones por minuto.

- Hacer un trato. - Respondió seco. Él me miraba directamente a los ojos y yo no podía sostenerle el contacto visual por más de dos segundos.

- Habla. - Articulé con el mismo tono que usó, no es como que iba a aceptar, solo quería evitar que me matara.

- Seamos aliados y matemos a Hiashi, el líder del clan Hyuga.

Wow...

Mi mente se quedó en blanco, jamás me habían propuesto algo como esto, él quiere un trato conmigo y mi jefe quiere que lo mate ¿hay acaso algún truco aquí?

- ¿Cómo puedo estar seguro de que puedo confiar en ti, o, cómo estás seguro de que voy a aceptar?

- Porque no hay nadie que te detenga, y es tu única salida si no quieres terminar como tú jefe, Asuma.

Debía de ser una broma, él no habrá matado a...

- Es una lástima, era un buen hombre, no tuve la oportunidad de conocerlo lamentablemente.

- Eres un enfermo. - Mi voz se estaba quebrando, de verdad lo había matado, el maldito de verdad había matado a Asuma. Lo miré, atónito, no podía creerlo, no quería creerlo. - ¿Es por eso que me diste la rosa, eh? - No estaba pensando bien, y eso fue lo primero que se me vino a la cabeza.

- Me alegro que te haya gustado. - Dijo, casi en un susurro que me puso los pelos de punta y otro escalofrío recorrió mi espalda. - Se las suelo regalar a mis víctimas pero, te la mereces, por ser un niño bonito. 

De verdad que este sínico no tiene modales.

- ¿Quién quiere a el líder del clan Hyuga muerto? - Me arriesgué a preguntar.

- Todos, pero más yo y mis hermanas, necesitamos a alguien de afuera, y tu eres quien me atrae más. - Dijo de nuevo en esa voz a la cual desarrollé un odio en los últimos diez minutos; sin embargo, mi cuerpo no reaccionó de la misma manera y mis mejillas comenzaron a calentarse, lo que no pasó desapercibido por el castaño.

- No puedo creer que te hayas ruborizado solo con eso... - Susurró de nuevo, inclinándose más hacia mi. Mis mejillas estaban completamente ruborizadas y mis latidos se intensificaban cada vez más. - No puedo imaginar como reaccionarías con otras cosas, tal vez ahora que vamos a pasar más tiempo juntos lo podamos averiguar. - Volvió a hablar el insoportable.

- ¿Qué se supone que estás haciendo, tratar de seducirme para que acepte tu trato? - Dije, tratando de no demostrar lo embarazoso que era esta situación y como deseaba que se callara y se fuera.

- Mmhh.. - Asintió en un ronroneo que volvió a erizarme el cabello de la nuca. - No del todo.

Nunca, en toda mi vida, me había sentido tan acosado, y la verdad que no estaba tan mal si el hombre que lo hacía era un castaño ojiperla con voz grave que me decía las cosas más extravagantes que nunca nadie me dijo jamás. 

- Por favor acepta ¿si?, no quiero que un niño tan lindo como tú termine en un charco de sangre como su jefecito. - Nunca le perdonaré lo que le hizo a Asuma, eso era seguro, pero... tampoco es como que quiera perder la vida de esa manera, aunque, serían majestuoso ver como el mismísimo diablo con cara de ángel me arrebataba la existencia.

Asentí.

Maldito cuerpo que se controla solo.

- Buen chico. - Me alabó el estúpido. 

No supe cuando ni como, pero todo comenzó a volverse oscuro , cada vez más oscuro. Lo último que fui capaz de sentir, fueron un par de brazos que rescataron mi cuerpo antes de que cayera al suelo para ponerlo en mi cama y una voz que me dijo:

- Descansa, niño bonito, te daré los detalles luego.

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¡¡Holaaa!!, espero que se encuentren bien y que hayan disfrutado de este capítulo, esta vez si prometo que el siguiente capítulo será narrado por Neji jeje

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¡¡Holaaa!!, espero que se encuentren bien y que hayan disfrutado de este capítulo, esta vez si prometo que el siguiente capítulo será narrado por Neji jeje... de verdad muchas gracias a las personas que apoyan esta historia <333


Rosas & Sangre (Shikaneji/Nejishika Mafia AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora