Capítulo 2

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HONNE

Los verdaderos sentimientos y deseos de una persona.

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

...

Capítulo 2. Aun cuando nos queremos.

Sasuke tenía casi un mes completo aplazando el momento de darle la noticia de su reubicación a Sakura.

De manera abrupta, una semana exacta antes de su cumpleaños, había sido avisado por sus superiores de que sería trasladado a Kioto por un periodo indefinido y que tenía que organizar sus pertenencias y sus asuntos personales lo más pronto posible para cuando llegara la hora de partir.

En un primer momento había querido declinar la oferta, pero, en cuanto le mencionaron que estaría sirviendo a oficiales de altos rangos entre los que se encontraba un nombre en particular, decidió que no tenía de otra más que aceptar.

Tal vez en Kioto podría encontrar información o algún contacto que pudiera ayudarle a poner las piezas faltantes en el incompleto puzle que suponía el "accidente" en el que su padre, su tío y hermano mayor habían fallecido cuando sólo tenía nueve años.

Debido a que, en aquel entonces, las autoridades no les habían dado más explicaciones más allá del hecho de que habían sido víctimas de un incendio y luego les habían sido entregados un par de cadáveres casi calcinados a los que con dificultad pudieron identificar como Fugaku e Itachi Uchiha, Sasuke siempre había albergado severas dudas sobre la verdad detrás de lo que había pasado.

El fallecimiento de su padre y hermano aún calaba hondo en su corazón y aunque su madre y él habían sido acogidos y apoyados por los Haruno cuando más los necesitaban, la impotencia e incertidumbre que le producía el hecho de que nunca hubo una investigación para encontrar un culpable era algo que nunca dejaría de aquejarlo.

Eso y los indignantes rumores que comenzaron a esparcirse por Tokio poco después.

Aun ya habiendo pasado diez años desde el accidente, las habladurías sobre nexos con grupos delictivos, asi como la posibilidad de que debido a ello los cabecillas de la familia Uchiha hubieran sido eliminados, seguían teniendo fuerza entre la población y manchando su apellido de manera injusta.

Por ello, los Haruno habían sido los únicos que permanecieron al lado de los dos miembros de la familia que quedaban y aceptaron sin dudar las consecuencias sociales que les atrajo seguir vinculados a ellos.

Era de hecho esa estrecha relación con los indeseables Uchiha lo que le había impedido a Sakura recibir pretendientes, aun si era una joven encantadora y venía de una línea de sangre con precedente histórico. Lo que, de cierta manera, siempre hizo sentir ligeramente culpable a Sasuke.

Pero, ahora que ya era un adulto, había llegado el momento de atar los cabos sueltos detrás de aquel fatídico incendio para asi restablecer el buen nombre de su familia y no tenía de otra más que ser el mismo quien tuviera la iniciativa de conseguirlo.

Solo que nunca tomó en cuenta que tendría que marcharse del pueblo que lo vio crecer y mucho menos alejarse de la persona más valiosa en su vida.

—Vas a romper su corazón cuando le digas — Kizashi se cruzó de brazos y en su rostro la amargura y tristeza fue más que evidente.

—Lo sé... — en busca de la mejor manera de comunicarle la noticia a su mejor amiga no se le había ocurrido nada mejor que acudir a pedir consejo con la última figura paterna que le quedaba —. Pero no tengo de otra más que hacerlo y confío en que ella sabrá entender mis motivos.

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