Final 1

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—Apostemos que me caso —habló desafiante el mexicano mientras seguía bebiendo. —Tal vez así te dejó de querer —pensó.
—De acuerdo, si vos no te casas antes de un año te quedas conmigo —pero si te casas te perderé para siempre, se decía a si mismo.
—Trató hecho chaparro.
No era la primera vez que apostaban, solian hacerlo cuando bebían, una vez Lionel le apostó a Memo que se ligaría a la chica más linda del lugar, si no lo conseguía pagaría las bebidas del mexicano, ese día obtuvo una cachetada y perdió dinero de su billetera.
En otra ocasión querían comprobar quien de los dos obtenía mas números, la persona que obtuviera menos seguirá las órdenes del ganador y en el remoto caso de que no consiguieran ninguno, tendrían que besarse.
Desgraciadamente no habían muchas personas en el lugar, el argentino consigo uno pero el número estaba incorrecto, eso significa que terminaron besándose, habían bebido tanto que no se acordaban o al menos eso querían creer.

Guillermo se había levantado, en pocos segundo se dio cuenta que se durmió abrazado de su mejor amigo, no recordaba nada, solo que había hecho una apuesta con Lionel y tenía que casarse con alguien en menos de un año, ¿en serio apostó eso? y lo mas importante, él actuó como si nada cuando le sugirió la apuesta, esto lo decepcionó un poco, pensó que tal vez no aceptaría o le diría que eso era algo estúpido, pero había tanto desinterés de su parte, que creyó que tal vez no le interesaba en lo más mínimo.
Semanas atrás Ochoa conoció a Karla, ella mostraba un notable interés por el guardameta mexicano, ¿y si comenzaba a salir con ella?,  conocerla mejor, Aunque la verdad solo quería dar le celos al argentino, de hecho esta era la causa del apuesta, llamar la atención de Lio, ¿Y si el también gustaba de él?
Paso el tiempo, Guillermo y Karla formalizaron su relación, cuando Lionel la conoció lo único que pensó fue "Es una mujer bonita", mujer bonita...

Después de seis meses de relación, Memo le propuso matrimonio a Karla, ella acepto sin dudarlo, todos sus conocidos estaban felices por ellos aunque sorprendidos por su unión tan apresurada, era todo un reto organizar una boda tan pronto. Personas cercanas les advirtieron que deberian de esperar un tiempo antes de casarse, ya que ambos eran jóvenes y podrían arrepentirse, pero apesar de las advertencias no cancelarían su compromiso.
No había tenido noticias de Memo hasta que le llegó un mensaje.
"¿Quieres ser mi padrino de bodas?"
"Sería un honor para mí" —respondió, si el es feliz yo también lo seré. Esa misma semana le llego la invitación de la boda, la apretó entre sus manos mientras aguantaba las ganas de llorar, aunque no lo aceptará amaba a Guillermo y no soportaba la idea de perderlo.

Días antes de la boda fue su despedida de soltero, salió con sus amigos entre ellos Javier, Lozano, Andrés y Lionel pero este último no asistió, salieron por unos tragos.
Mientras la noche avanzaba ciertas confesiones salieron a la luz.
—Yo ni siquiera quiero casarme, ella es realmente genial pero no se si realmente la amo. —los tres amigos se sorprendieron por lo anterior dicho.
—Wey la boda es el próximo sábado, ¿Cómo que no te quieres casar? —seguía la conversación Javier.
—Es solo que estoy confundido, no estoy seguro.
—Pero que carajos estas diciendo —le cuestionó Guardado. De un momento a otro empezó a balbucear.
—Aquí fue cuando le dije que me casaría —estaba notablemente decaído, ninguno de los presentes entendía que estaba pasando, ellos supusieron que era por el nerviosismo de la boda, pero había algo más.

El gran día llegó, estaba a punto de irse a la ceremonia, solo estaba acomodando los últimos detalles de su traje, en ese momento Lionel entró a su habitación.
—TIenes que detener esto —el portero lo miró confundió.
—¿A que te refieres?
—Yo... bien, iba a decirte esto antes, pero creo que lo dire ahora. Nos conocemos desde hace tiempo... Tu y yo, no creí que realmente te casarías y cuando me entere de la boda. —Se detuvo un poco antes de continuar mientras el otro lo observaba detenidamente —No debes casarte —en un acto desesperado, lo tomó de su camisa y acortó la distancia entre ellos uniendo sus labios, aunque el beso no fue correspondiendo, duró algunos segundos, Guillermo fue el primero en separase.
—Yo seguiré con esto. —su tono de voz fue seco y distante.
—Sos un tonto, pudimos ser nosotros. —después de eso salió de la habitación.
Se quedó inmóvil, mientras lo vio marchar, sentía que su corazón se rompía, no podía huir con él, no podia cancelar la boda, solo podía decir que el ganó la apuesta.
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Título inspirado en la canción "Apostemos que me caso" de grupo 5.
Final un poco inspirado en el capítulo 6  temporada 2 de "Good Omens".
Habrá un final alternativo.

Apostemos que me caso [Mechoa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora