DECIDIDO SERA

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Encantador se levanto cuando el sol estuvo radiante y Arturo soltó su agarre de el, tener un hacha no servía de mucho, así que tomo algunas ramas de buen tamaño  y las afiló, esperaba poder tener suficiente suerte y no encontrar nada más grande que un conejo después finalmente salió a cazar, dejo a Arturo en la cueva intentando hacer fuego, sabía bien que era más fácil que el cazara algo antes de que Arturo hiciera fuego

Mientras Encantador avanzaba mirando su entorno, seguía ansioso por lo inevitable que era tener que pasar por el territorio de las ninfas del bosque, de pronto escucho ruido, se escondió rápidamente y a unos cuantos metros de él, estaba un fauno, Encantador retrocedió lentamente y se alejo corriendo, un fauno cerca solo podía significar ninfas cerca

Cuando se alejo lo suficiente, se mantuvo concentrado en atrapar al menos un conejo para el almuerzo, no podía dejar de sentir miedo y tampoco podía dejarse controlar por el, jamás les había tenido miedo a las ninfas, porque nada le podían hacer, pero de pensar en Arturo sucumbiendo a los bajos instintos que despertaban las ninfas o cayendo víctima de sus ataques, un intenso escalofrío recorría su espalda

Después de algún rato vio el rastro de una madriguera y con mucha suerte consiguió atrapar un conejo, mientras iba de regreso a la cueva, solo pensaba en que haría para controlar la situación

Tal y como había previsto, Arturo aún no encendía el fuego, estaba sucio, rojizo y desesperado frente a su pobre intento de fogata, cuando lo vio solo pensó en lo difícil que sería que Arturo avanzará por el territorio de las ninfas o se enfrentará a Lancelot

De pronto la respuesta a sus problemas estuvo frente a él

— Arty, volví — hablo en voz alta para que lo notara, a pesar del ruido de sus pasos Arturo salto sobresaltado

— Me asustaste — grito molesto, probablemente más porque no podía encender la fogata que por la interrupción de Encantador

— Si fuera un oso estarías muerto, llevo rato aquí, traje un conejo — Encantador mostró el animal ya sin piel y vísceras que llevaba — ¿Por que no estabas prestando atención? —

— Estaba haciendo la fogata — Replicó malhumorado — No es como que tenga ojos en la nuca —

— No se trata de que tengas ojos en la nuca, debes de estar más pendiente de tu entorno por tu propio bien — después suspiro y hablo casualmente para verse natural — Creo que lo mejor es que nos quedemos unos días aquí mientras aprendes a defenderte un poco, de nada sirve que tengamos a Excalibur si no vas a ser capaz de balancearla, Lancelot podría quitartela y todo estaria perdido —

— ¿ Desconfías tanto de mi? — pregunto molesto — Si no me tienes nada de fe ¿Por qué estás aquí conmigo? —

— Porque no quiero que te maten — grito Encantador irritado por las palabras de Arturo, de pronto respiro hondo — No me malentiendas, lo hago por mi, no me importa lo que creas, nos quedaremos aquí al menos una semana quieras o no —

Después de eso, Encantador se enfoco en encender la fogata y dejo de prestarle atención a Arturo a pesar de que era conciente de su mirada intensa clavada en su nuca


Arturo después de un rato salió de la cueva, se sentía abrumado, odiaba admitir que era débil, especialmente frente a Encantador, quería verse capaz y competente frente a él y siempre de algún modo lo arruinaba, sabía que estaba agradecido porque lo salvó de Lancelot pero desde ese momento había considerado inútil la búsqueda de la espada, por muy mágica y poderosa que fuera, no iba a convertirlo en el héroe de las leyendas que Encantador leía de niño

Cada vez que Arturo miraba a Encantador en ese ambiente inhóspito se daba cuenta de cuánta experiencia y entrenamiento había detrás de todo, desde hacía mucho tiempo  empezo a creer que Encantador había hecho todo lo posible para merecer ser rey

Después del breve almuerzo, Encantador le dió una gruesa rama a Arturo

— Una espada decente pesa la menos entre tres y cuatro kilos, está cosa pesa más o menos lo mismo — decía Encantador mientras sostenía la rama — Vas a practicar con esto, quiero que la balancees como si fuera una espada al menos mientras encontramos a Excalibur —

— ¿En serio? — pregunto escéptico — ¿Una rama?, me voy a ver ridículo con esto —

— Solo yo te estoy viendo ahora tómala y haz lo que te digo, repite lo que haga — Encantador empezó a balancear la rama del mismo modo que si fuera una espada real — ahora tómala y repitelo—

Encantador le dió la rama, aunque Arturo parecía confiado no podía levantarla sobre su cabeza, no era pesada, pero al ser larga no podía controlar del todo el peso

— Practicaras hasta que puedas repetir los mismos movimientos que yo, al menos veinte veces — le dijo mientras lo veía  esforzarse — iré a buscar más comida, está vez quiero que prestes atención a lo que te rodea —

— ¿Veinte veces?, acabará el mes antes de que pueda hacerlo — Replicó molesto Arturo

— Entonces te ayudaré a dar un golpe de estado para destronar a Lancelot, ahora entrena y deja de excusarte —

Después de eso, Encantador se adentro en el bosque, esperando que con eso ganara tiempo para perderles el  miedo a las ninfas o Arturo se volvía fuerte para enfrentarlas, lo que pasará primero



LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora