Evangelyn Minerva, a pesar de su aspecto ordinario, no es una chica común.
Haber sobrevivido dos años al Devildom y ser adoptada como hermana menor de los Pecados Capitales no es ningún chiste.
Pero cuando su vida comenzaba a acomodarse, Evangel...
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𝕷𝖑𝖚𝖊𝖛𝖊𝖓 𝖓𝖚𝖊𝖛𝖔𝖘 𝖈𝖔𝖓𝖔𝖈𝖎𝖉𝖔𝖘
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──DÉJAME VER SI ENTENDÍ bien. Terminaste firmando un contrato con Azul, estás durmiendo en Savanaclaw (en la habitación del segundo príncipe, nada menos), y ahora mandaste a tus amigos a una misión kamikaze de exploración, ¿Y todo eso en un día?
Evey le dió un buen trago a su té e hizo una mueca asqueada.
──¿De qué es esto?
──Er, de frutilla. ──respondió Cater mirando el sobre sobre la mesa.
──Puaj. ──dejó la taza. ──No le digas a Riddle que no me gusta.
──A nadie le gusta. ──se encogió de hombros. ──Solemos fingir que si.
──Ten, querida. ──Lilia se estiró y le ofreció un dulce alargado y de color negro. ──Un caramelo de regaliz te quitará el mal sabor en un instante.
──Y cualquier tipo de sabor en absoluto. ──sonrió irónica. ──Gracias, Lils, me conformo con agua. Y para responder tu pregunta, si, es lo que pasó.
Luego de terminar de hablar con Leona, Evangelyn había decidido que ya había tenido demasiado de todo el asunto de Octavinelle y llamó a los chicos.
Media hora más tarde, los cuatro estaban merendando en el jardín del dormitorio de la Reina de Corazones.
──Jamil hizo que los chicos que hicieron tratos con Azul limpiaran todo el dormitorio por un mes. ──recordó Kalim.
──¿Solo un mes?
──Ah, bueno, tuvimos que llegar a un acuerdo. ──sonrió apenado. ──Quería castigarlos hasta que se graduaran, pero me pareció mucho.
──Tus estudiantes tienen tanto suerte de tenerte...
──Aunque viendolo objetivamente, todos los que se involucraron con Azul merecen un buen escarmiento.
