Tn Potter: la serpiente perdida

Capítulo 47

NARRA SEVERUS:

Desde la muerte de Dumbledore, todo se había vuelto un caos. Tn y Draco habían desaparecido sin dejar rastro. No había noticias de ellos desde hace meses.

En la mansión Malfoy siempre habían mortífagos yendo de un lado a otro. Voldemort estaba furioso. Sus ataques empezaban a ser constantes. Buscaba reclutas presas del miedo de perder a sus familias y seres queridos si no se unían a él.

Y buscaba al mocoso Potter por todas partes. La Orden del Félix lo tenía bien escondido, por suerte, y gracias a mí, que me aseguraba de que él siguiera las pistas a su guarida equivocadas y de que perdiera siempre la pista si iba por buen camino, ese niño seguía vivo y a salvo.

Voldemort tenía pensado atacar la aldea de Hogsmeade en busca de cualquier pista que pudiera decirle dónde habría escondido la querida Orden de Dumbledore a Harry.

Llegué a la guarida y al entrar la reunión ya había empezado.

-¡Severus! ¿Nos traes noticias? -preguntó Lupin. No me agradaba tener que trabajar en conjunto con el licántropo y ese Black, pero no me quedaba alternativa si quería hacer las cosas bien.

Me detuve a medio camino y estudié la mesa. Entre los presentes estaban Mcgonagall, la señora Weasley, los bromistas gemelos que llamaba hijos, William Weasley y su pareja, la señorita Fleur Delacour; el mocoso de Ronald y su mejor amiga la empollona Granger. La parejita de lobos, claramente. Alastor Moony. Y, como nuevos integrantes, teníamos a la joven Pansy Parkinson, a Theodorus Nott y a Cedric Diggory.

Una mesa llena de no muchas mentes inteligentes, pero que resultaba ser la única esperanza del mundo mágico.

Decepcionante.

Les informé de todo lo que sabía sobre el ataque que iban a cometer dentro de unos días.

-Cada vez va a más. Terminarán descubriéndonos -expuso Minerva.

-No hay de otga. Tenemos que optag pog el plan Giddle -dijo Delacour.

-Me niego -dijo Black al momento, antes de que nadie más pudiera exponer su opinión -. Es demasiado arriesgado. Para empezar ni siquiera podemos estar seguros de que...

-Él lo dijo -lo interrumpió Granger -. Antes de que se lo llevasen a Azkaban, lo dijo. 'Sólo hay una manera de vencerlo, y sin mí están perdidos'.

-Estuvo infiltrado en Hogwarts. Engatusó a Dumbledore. No podemos fiarnos de ese tipo -dijo Lupin.

-Es tipo estuvo meses entrenando para luchar contra su padre -contradijo Theodorus -. No nos queréis creer, pero Cedric y yo no mentimos. Él desea por encima de todo acabar con su padre. Y si sabe la manera de conseguir eso...

-¡Ni siquiera tiene magia! -interrumpió Ron -. Sólo es un maldito squib mortífago que quiere librarse de la cárcel...

-Ron, te equivocas -lo cortó Diggory -. Ni siquiera es mortífago. ¿Por qué crees que no lo acusaron de ser un seguidor de su padre, sino que simplemente lo encerraron ahí por ser su hijo? No hay ninguna Marca Tenebrosa en su cuerpo.

-Eso tampoco lo sabemos -repuso William -. Pudo haber estado utilizando un glamour todo este tiempo. Asegura ser squib pero ni siquiera eso es información certera.

Remus suspiró.

-Severus, tú estuviste ahí cuando lo lanzaron de la torre. Conoces al chico, ¿crees que merece la pena sacarlo de Azkaban?

Todos los pares de ojos se posaron sobre mí. Suspiré, porque no me gustaba y nunca me había gustado ser el centro de atención.

-Estás muy callado, Severus. ¿No tienes nada que decir al respecto? ¿Acaso no crees que el chico pueda sernos de ayuda? -preguntó Minerva.