Tn Potter: la serpiente perdida

Capítulo 48

NARRA TN:

La mañana después del cumpleaños de Draco nos la pasamos durmiendo. Al parecer no haber dormido el día anterior, sumados al agotamiento post-sexo, hacían que estuviera tan cansada física y mentalmente que ni siquiera tuve pesadillas.

Y anda si no aproveché eso para dormir largo y tendido...

Bag nos despertó para la cena del día siguiente. Habíamos dormido casi dos días enteros.

Después de eso, las cosas fueron a mejor. Al menos a mí me pareció así. Era divertido ver los sonrojos que le provocaba a Draco con cada pequeño detalle que hacía. Preparaba la comida por él e incluso le llevaba el desayuno a la cama. También, las pocas veces que salía de casa, siempre regresaba con algún regalo aunque fuera pequeño. Y todas las noches, antes de dormir, teníamos una buena sesión de sexo para luego irnos a la cama exhaustos y sin pesadillas, para mi gusto y descanso.

Draco ya hacía mucho por mí, lo justo era que me tocase a mí hacer todo lo que pudiera por él.

Después de un mes, habíamos creado una rutina que me mantenía activa constantemente y me ayudaba a no pensar en la reciente pérdida.

Bag recién había llegado de trabajar y yo estaba preparando la comida. Draco colocaba la mesa y Bag se fue adentro de su cuarto para dejar sus cosas y ponerse ropa cómoda, lo cual en esta época del año se limitaba a unos escuetos culots y unas zapatillas de playa.

No podía quejarme, yo andaba por ahí sólo con las bermudas de playa que le había tomado prestado a Bag y un sostén de tela sin aro. Draco en cambio optaba por una camisa abierta de seda blanca que le quedaba enorme y unos boxers. Él y yo íbamos descalzos.

-¿Cómo te fue en el trabajo? -pregunté para dar tema de conversación cuando nos sentamos a la mesa a comer.

-Bastante monótono todo, como siempre. Aunque Franky me volvió a pedir una cita.

-¿Le rechazaste otra vez? -preguntó Draco -. La pobre hasta te trajo una caja llena de tus patatillas favoritas.

-Lo sé... Y ella me gusta, la verdad. Parece buena persona, encantadora, pero... -Bag hizo una mueca y pinchó la carne con un poco de fuerza.

-No te preocupes por nosotros. Ni se te ocurra cambiar tus decisiones pensando en que estemos aquí, o sino nos marcharemos -dije, intentando convencerle para que acepte.

-Tengo que pensármelo. Sé que ella preferiría una velada de peli y manta así que tendré que...

-Bloquearemos la habitación -aseguré -. Draco y yo nos quedamos adentro e incluso podemos insonorizarla para mayor seguridad.

El chico suspiró.

-Si tanto insistes, la llamaré después de comer y le...

Pero los golpes de la puerta siendo tocada lo interrumpieron.

—¿Esperas a alguien? -preguntó Draco.

-No.

En silencio los tres nos deslizamos fuera de los asientos y nos metimos en la habitación más alejada, la de Bag, que resultó que daba a las escaleras de incendios (aunque sería un agotamiento bajar todos los tramos de escaleras ya que él vivía en un ático de un edificio de muchos, muchos pisos) para nuestra alegría.

Nos quedamos escondidos ahí, agarrando las varitas que habíamos guardado en el cajón de noche de Bag cuando nos mudamos, esperando.

Volvieron a tocar a la puerta.

-Oigan, ¿no debería ir alguien a abrir la puerta? -susurré cayendo en cuenta de ese pequeño detalle.

Nos miramos entre los tres. Obviamente que alguien debía ir a abrir, que estúpidos.

-Voy yo -dijo Draco dando un paso al frente.

-No, espera. A lo mejor es alguien del trabajo, mejor voy yo -dijo Bag interponiéndose.

-Detente, ¿y si es un Mortífago? No dudaría en matarte -razoné -. Ahora que no me transformo en serpiente, vuelvo a tener el control de mi magia. Debería ir yo.

Draco me detuvo del brazo cuando me acerqué a la puerta del dormitorio.

-Tn, ¿estás segura de que puedes hacerlo? Sabes que mis escudos son muy resistentes.

-Tranquilo, Hurón. Yo controlo. -Le sonreí para tranquilizarle.

Asintió dudoso, pero me dejó ir.

Salí del dormitorio y a los segundos sentí unas presencias a mi espalda. Al mirar por encima de mi hombro me di cuenta de que los dos chicos me estaban siguiendo como patitos. Suspiré y negando con la cabeza regresé a mirar al frente.

Tocaron por tercera vez.

-¡Tn, vamos! Sé que estás ahí dentro.

Draco y yo nos miramos. ¿Qué demonios hacía Severus aquí?

-Oye, vengo en nombre de la Orden -exclamó para que pudiéramos escucharlo a través de la puerta -. Soy un espía entre los mortífagos, estoy en contra de tu padre. Si me dejaras explicarte...

No supimos qué hacer. Al final, Bag suspiró y se dirigió con aire cansino a la entrada. Intenté frenarlo pero fue tarde y tuve que escondernos al hurón y a mí para que Snape no nos viera a través de la puerta.

-¿Quién es usted y qué hace en mi casa? -preguntó Bag con voz de molestia.

-Tú... -dijo Severus.

-¿Yo qué?

-Eres el hijo de muggles que Tn colaba a la cabaña cuando creía que nadie se daba cuenta.

Antes de darme cuenta, me encontraba frente a frente con Severus Snape y le apuntaba con mi varita.

Él levantó las manos en señal de paz. Bag murmuró algo de que eso de ocultarse se había ido a la mierda. Y Draco se posicionó a mis espaldas.

-¿Cómo sabías dónde estaba? -fue lo primero que pregunté -. ¿Y cómo sabes de Bag? -fue lo segundo.

-Primero -dijo -: me trajo el cubo de Rubik que encontré entre los escombros de tu habitación en Slytherin. Y segundo... ¿quién creías que mantenía alejados del sótano a los mortífagos cuando traías a ese espécimen?

Sacó de su túnica el cubo de Rubik que Draco me había regalado. El lateral con las marcas del anillo brillaba como una pequeña estrella. Miré a Severus, luego miré el cubo y me acerqué a tomarlo en mis manos. En cuanto lo toqué, dejó de brillar.

-¿Sabías esto cuando lo hiciste? -le pregunté a Draco. Este salió de su escondite y Snape se sorprendió al verlo aquí también.

-No... No pensé que los símbolos tuvieran algún significado mágico, pensé que sólo eran un grabado -dijo Draco.

Suspiré y dejé el cubo en un mueble al lado de la entrada.

-¿Y qué haces aquí, Severus?

-La Orden del Félix necesita tu ayuda para sacar a Mattheo de Azkaban.

Se me cayó la varita de la mano.

-¿¡De qué cojones estás hablando!? -exclamé.

(***)

👀👀👀.

Besos en la nariz,

Dani<3