Capítulo 4: Si tan solo...

182 25 1
                                    

Pierre se despertó exaltado, su cuerpo estaba cubierto de sudor y su cabeza dolía bastante. Tuvo que mirar a los lados en repetidas ocasiones para recordar lo que había sucedido. No estaba en su casa con su pequeño niño al lado; sino en una pisión de un castillo, esperando la orca al final del camino.

Había tenido un sueño, que a diferencia de los demás, este lo recordaba demasiado bien. Usualmente no soñaba y si lo hacia, muy rara vez se acordaba, sin embargo esta vez podía recordar cada detalle, color y rostro, era como si lo hubiese vivido él mismo.

Se levantó del suelo y lo primero que se apresuró a hacer fue ver por la pequeña ventana de su lado. Se quejó un poco y sus movimientos fueron lentos debido al fuerte dolor muscular que le había causado dormir en el suelo. El sol apenas se encontraba saliendo creando un cielo de color lila y rosa, justo como en su sueño.

El solo recordarlo le causó un extraño dolor en el pecho.

No pasó mucho tiempo cuando se escucharon unos pasos aproximándose a él. Pierre no se giró a ver quien pasaba por su celda, sino que siguió mirando el cielo de la mañana. Espero que los pasos pasaran de largo y lo dejaran tranquilo, pero no fue así. Los pasos se detuvieron Justo en su celda y sintió la mirada en la nuca.

—Aquí las mañanas son muy lindas, puede que no haya mucho con que entretenerse pero al menos tienes una bonita vista del cielo—con esa voz, Pierre no necesito voltear para saber de quien se trataba.

El hombre en la jaula no le dirigió la mirada al príncipe en ningún momento; como si este simplemente no estuviese ahí. Al contrario, Pierre se sentó en la esquina de la celda y comenzó a tallar el suelo una y otra vez con una pequeña roca.

—Aunque creo que las vistas de las colinas del Este son más merecedoras de este cielo que una triste ventana de cárcel— Andro suspiró con exageración— pero me imagino que jamás has estado por allá, sabes mi madre tiene una casa de campo allá, es bastante acogedora— hizo un silencio— que pena que una rata arrastrada tenga vivir una vida así ¿no crees? Mirando por una pequeña ventana la libertad—Espero a que Pierre hiciera algún tipo de comentario o al menos una mirada, pero no fue así, y eso lo molestó — no se porque sigo perdiendo mi tiempo hablando contigo , en fin, toma— el príncipe lanzó un pedazo de pan a los pies de Pierre, pero seguía sin tener ningún tipo de reacción, solo frotar la piedra contra el suelo y no cambiar su gesto en ningún momento— disfruta tu estancia aquí

>>>>>>>>>>>>>>>>

Lo único que Andro quería era que su madre le dijera que estaba listo para valerse por si mismo, quería que finalmente su madre pudiera llegar con los demás y decir lo mucho que su hijo había avanzado y en el gran Rey que un día se convertiría. Pero eso sería más difícil de lo pensado. No importa lo que Andro haga, su madre lo seguí viendo como un niño que actúa antes de pensar, un niño que no duraría un solo día separado de su vida de comodidad.

Pero hoy le demostraría, hoy sería el día que el orgullo de su madre florezca. Andro le mostraría que es un hombre y que él, el futuro Rey de la ciudad más grande del país, capturó a un peligroso ladrón solo con sus manos. Le demostraría que puede protegerse a sí mismo y al pueblo.

Andro hincho el pecho de solo pensarlo, en su mente ya tenía pensada toda la conversación y sus respuestas.

Llegó al despacho de su madre, desbordado de confianza, su madre, se mostró indiferente pero le dio una mirada curiosa.

—¿Sucede algo?— le preguntó ella

—Nada, solo, quería avisarte que apareció un pequeño problema ayer en la noche— le dijo él sin tomarle importancia— vi a un hombre entrar por la ventana de manera muy sospechosa

—Oh por dios— su madre fue con él y le inspeccionó la cara— no me digas que fuiste tras de él

—Lo hice— su madre se mostró más preocupada por su afirmación— fui tras él y lo encontré hurgando entre las habitaciones, era un hombre de maso menos dos metros y corpulento con un gran mazo en la mano

—¿y que sucedió? ¿Dónde estaban los guardias?

—Estaban derrotados en el suelo, así que me armé de valor y pelee con él, tuve algunos rasguños pero fue más fácil de lo que pensé, lo derroté solo con mi puño y mi honor, nadie robaría en este castillo bajó mi cuidado— su madre lo abrazó y le dijo que es muy valiente, que jamás lo creyó capaz  pero que ahora se había dado cuenta lo valiente y fuerte que se había hecho.

Andro sonrió complacido, sería un buen plan, la conversación sería fluida, solo adornaría un poco su historia, nada que no fuera creíble. El príncipe tomó una gran cantidad de aire y finalmente tocó la puerta del despacho de su madre.

—Pase— se escuchó su voz

Andro abrió la puerta, entró caminando con decisión y como en su escenario ficticio, su madre no le mostró ningún signo de atención. Ambos se quedaron en silencio, su madre seguía bajo los papeles de su escritorio.

—Buen día madre— Andro deicidio romper ese silencio.

—¿qué haces aquí? deberías estar con tu tutor

—Solo quería pasar a hablar contigo un poco

—Pues ya lo estás haciendo, apúrate que tengo trabajo— seguía sin mirarlo

—Verás...—las palabras no salían tan fácil como había pensando, poco a poco fue perdiendo esa confianza desbordante que tenía — el día de ayer vi algo. Vi a un hombre entrar al castillo por la ventana y yo...—su madre no lo dejo terminar y se volteo hacia uno de los guardias que custodiaban la puerta por dentro.

—¿hicieron guardia ayer en la noche?— dijo ella. El guardia ante el aviso se acercó rápidamente este a ella.

—si su majestad, checamos cada esquina del castillo como de costumbre y permanecimos en nuestros lugares en todo momento— respondió el guardia de forma automática

—¿vieron algo inusual?

—No, su majestad— al recibir la respuesta la reina finalmente dirigió la mirada a su hijo

—Entonces ¿insinúas que mis guardias no hacen bien su trabajo?— dijo ella de forma fría

—No, no es así...solo que yo...

—No existe ser humano en esta tierra que pueda entrar aquí sin ser visto por un guardia, y si es así, ellos tienen la instrucción de matarlo inmediatamente— ella se levantó de un golpe— así que deja de hacer que pierda el tiempo— Andro no pudo sostener la mirada de su madre y bajó los ojos rápidamente

—si madre, lo siento— con esa disculpa la reina volvió a su trabajo. Y al ver que no lograría más que eso, se giró a la puerta y salió de ahí con nudo en la garganta.

————————————
Andro tiene mommy issues como yo

Ángel fuera-

Mi única vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora