Capitulo 5 - Augurio

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David:

3:40 AM

Observo el edificio  desde mi auto, veo las luces de la sala encenderse, quinto piso,  no puedo creer mi suerte, la muy perra no solo huyo con mi hija, huyó con ayuda de Ray, todos estuvieron de acuerdo en apuñalarme por la espalda, el lamebotas de Jefferson siempre quiso tener lo que me pertenece y no pienso permitirle disfrutar lo que a mi me negaron. Vine a buscarla a ella, la muy estupida creyó que podría esconderse para siempre, pero no estuve 10 años en prisión para permitir que se me rían en la cara. Mi hija, criándose lejos de su familia, lejos de sus raíces con una perra callejera y un lamebotas...

Sabia  que Ray estaba aquí pero debí sospechar que estaban juntos en esto, siempre fue un cobarde, siempre fue un pelele sobrevalorado. Observo como el que dice llevar mi sangre aborda su vehículo y no hago más que enfurecerme, dormirá con Jeff; no solo se alcoholiza al punto de que tienen que entrarla inconsciente aunque tiene prohibido tomar alcohol, se acuesta con ese imbécil en la misma perrera que mi hija llama hogar. 

Voy a disfrutar tanto dejándola en la calle, voy a disfrutar tanto despellejando las perras con las que vive y voy a disfrutar tanto sus alaridos cuando les arranque la piel.

Nos veremos pronto, después iré por Ray, va a pagar caro haberme traicionado, pagará con sangre haberle dado la espalda a su familia.


Sabado, 8:45 AM

Ruth

Me doy vuelta en la cama y miro a Melo, no se ha despertado, anoche decidimos que yo dormiría con Melo y Sara con con Annett, ricitos de oro se negó a marcharse y su amigo Alex también se quedó por alguna razón. Ray decidió irse a eso de las 4 am y ni de relajo permitiremos que Annett duerma sola en una casa con dos hombres extraños, saco el cuchillo que coloque bajo la almohada, nunca se es demasiado paranoico, y reviso la respiración de Melo, parece dormida, no despertó en toda la noche aunque la sentí llorar en sus sueños, no se que habra pasado en ese baño, pero voy a matar ese tipo si la toco o la lastimo.

Me levanto y la cabeza me da una vuelta, estoy cansada, camino al baño, tomo uno de los cepillos sellados de sus gavetas y me lavo los dientes, necesito café. Pero primero iré a ver a Annett, abro la puerta de su habitación y el olor a vainilla que siempre carga me llena las fosas nasales, su habitación es tan dulce; sabanas rosas, una cama grande en la que apenas cabe por la cantidad de peluches con los que duerme, una hamaca individual donde ve películas y dos pufs a juego. Sara está sentada en la hamaca y se nota que tampoco ha dormido.

—Quieres un cafe? — Le pregunto.

—Cuatro, por favor— Ambas susurramos para no despertar a Annet pero no funciona.

—¿Que pasa?— Pregunta restregándose los ojos y a penas abriendo la boca, Sara se levanta y se sienta en la cama junto a ella.
—Tu mami se sintió muy mal anoche en el bar, y — No ha terminado la oración cuando Annett salta de la cama e intenta correr a la puerta, la detengo y bajando a su nivel.
—Mi amor, tu mami esta bien pero está dormida— 

—Quiero verla — Me suelta—  Si la despierto y le hago sopa se sentirá mejor.

—Annett— escucho decir a Sara, — necesito que hagas algo por mi, hay dos personas extrañas en la casa, un... Viejo amigo de tu mama—
— Mami no tiene viejos amigos, solo ustedes y el abuelo Antonio. — dice volteandose con los ojos muy abiertos — Ruth, —Continua Sara— ¿Podrías ir a preparar el café y algo de desayuno para Annett, yo me quedo con ella.?—

Conozco ese tono, quiere hablar en privado con nuestro pastelito, beso la frente de Annett  — ¿Que quieres amor? —
—Si tu vas a prepararlo, que sea solo cereal por favor. — Hago un ademán de ofendida y la veo sonreír solo un poco, está preocupada por su mama. Y tiene razón, Melo nunca se enferma, yo también estoy preocupada.

Eros -BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora