II

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La respiración de Baekhyun era rápida, agitada y errática. Tenía sus manos apretadas en la tela de su tunica mientras sus ojos se movían de un lado a otro, buscando, sí, buscando que aquel loco no estuviera cerca.

Su vida era nefasta por culpa de cierto mago con aires de grandeza, pero ahora era un infierno constante. Había pasado una semana desde que Park había despertado, diciéndole aquellas cosas, que para él resultaban extrañas. Sin embargo, Baekhyun solo huyó y desde entonces Chanyeol se ha pasado persiguiendo sus pasos.

No sabía a dónde más huir, porque cada vez que el mago lo veía, correría hacia él, jurandole amor eterno y rogando para que se quedara a su lado. Baekhyun pensaba que si esto era una broma, ya había sido suficiente y quería paz.

Cuando vio que el pasillo estaba sin aquel tipo, cerró los ojos por un momento, respirando para calmarse y luego de abrirlos, se dispuso a ir a su clase sobre venenos. Algo que no le molestaría poner en la comida de aquel loco.

Agarrando con fuerza su bolso, se encaminó hasta el final del pasillo, viendo por sobre su hombro y dándose cuenta que solo pasaba uno que otro alumno. Su salón estaba al otro lado del lugar, así que uso sus alas para salir despedido de ahí.

El viento chocando contra su piel era refrescante, había necesitado algo así, porque el estrés que mantenía su cuerpo adolorido, le estaba afectando. Había hablado con el rector del colegio, quien había discutido con los profesores para alejar al hada del mago en las clases que compartieran.

Cuando sus pies tocaron el suelo de piedra rugosa, pudo ver al mago, estaba allá, parado en toda su gloria de sangre pura. Quiso vomitar, no podría negar jamás que el tipo podía ser atractivo, pero su personalidad era un desastre a su criterio. Ambos se vieron, no queriendo mostrar debilidad al apartar la mirada, o al menos ese era el pensamiento de Baekhyun, quien con un puchero de enojo le retuvo la mirada.

—Ya llegó el profesor —dijo algún alumno de ahí.

Baekhyun vio como Chanyeol desvió los ojos ante la voz, así que se apresuró a entrar e ignoró los ojos del mago, eran extraños, como opacos, no tenían la misma chispa traviesa y engreída que solía caracterizarlo. Sin embargo, solo se encogió de hombros, tratando de ignorarlo.

Baekhyun fue sentado al otro lado del aula de dónde estaba Chanyeol, quien tenía una expresión caída, como ¿triste? Nunca lo había visto triste en realidad.

En mitad de la clase, luego de haber escuchado un montón de teoría sobre las diferencias entre venenos de víboras, y que Baekhyun se estuviera durmiendo, dejo caer su cabeza sobre el pupitre, mirando todo de lado. En ese momento pudo ver cómo Chanyeol le apuntaba con su varita, lo que lo hizo agrandar los ojos por el susto, pero en lugar de algún hechizo horrible, solo aparecieron unos dulces y una botella de agua en su mesa, luego el mago bajo la varita, que nadie había visto porque la había tenido oculta con la manga ancha de su tunica.

Miró con recelo los dulces, creyendo que quizás tenían algún encantamiento venenoso, que le quitaría el habla, que lo haría hablar incoherencias, dolor de estómago o relacionado. Aún no creía que el mago hablara en serio cuando decía que lo amaba, pensaba que todo era parte de alguna broma elaborada.

Levantó la mano y, dejando caer destellos sobre los dulces, los desapareció y sonrió de medio lado cuando vio los ojos heridos del mago, luego blanqueó la mirada para finalmente dirigir su vista hacia el profesor que ahora explicaba como sacar el veneno de las víboras.

Al terminar, se colocó su bolso en su hombro y salió con rapidez. Ni siquiera esperó a sus amigos, quería llegar de inmediato al otro salón y sentirse seguro. No sabía cuales eran las intenciones de Chanyeol y tampoco iba a averiguarlo.

Dulce Fantasía || Chanbaek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora