XVIII

657 98 4
                                    

Llevaba un par de horas en el hospital, no se había movido de aquella silla desde que llego ahí, Kaminari estaba en la habitación de Kirishima desde hace unos minutos, lo había acompañado mucho tiempo, no lo culpada por haberlo dejado solo, sabia que él estaba preocupado por su alfa, además que él también estaba preocupado por Izuku.

Este no había salido del quirófano aún, estaba bastante estresado, sus emociones eran un lío constante, su instinto le gritaba que saliera corriendo de ahí, pero no lo hacía, nunca en su vida se había obligado a algo tanto como ahora.

Una leve llovizna era el ambiente de aquella noche, todo estaba frío y tenso, todo gracias a la humedad qué había afuera. Sé acomodó en aquella dura silla en un intento fallido de relajarse, sus ojos empezaban a cerrarse lentamente, él intentaba no cerrarlos por completo, esperando noticias de Izuku aún con la esperanza por los cielos, aún así se sentía tan cansado.

Un fuerte estruendo lo hizo reaccionar rápidamente, haciendo que todo su cuerpo se enderezará en un instante, las puertas de la sala de espera habían sido abiertas con gran brusquedad, una mujer relativamente baja entro, se podía notar a simple vista que era una omega gracias a su fuerte aroma a jazmín que desprendía. Pero este hizo que su garganta picara, ya que su fuerte aroma a jazmín estaba mezclado con feromonas de preocupación y melancolía.

Estaba empapada, y temblando por el frío, suspiraba con pesadez y aún lado de ella había una maleta para viajes, una de las enfermeras la vio y corrió por una toalla. Cuando se la entrego la toalla la mujer la recibió con una sonrisa que se le hacía bastante familiar.

Kaminari venía con la misma enfermera que le buscó al toalla que aquella mujer,
al parecer esta lo había buscado, este se tapó con la boca y par de lágrimas corrieron por sus mejillas al verla ¿Por qué se sentía en el medio de todo?

-Señora Midoriya...

Katsuki se sorprendió al ver como Kaminari abrazaba aquella mujer, este le devolvió el abrazo, entonces notó que ella también estaba llorando, desde que Kaminari la llamo "señora Midoriya" sabia que era familiar de Izuku, lo cual lo ponía nervioso.

Que tal si vería mal que Izuku le estuviera dando su apoyo, de solo pensar eso le revolvía el el estómago, no querían que pensaran mal de Izuku, era una gran persona, gran héroe y un buen amigo, no quería que su reputación se manchara por su culpa.

Su simple existencia ya era desagradable, las únicas personas que parecen aguantarlo es Kaminari y Izuku, además que no estaba seguro si Kaminari lo hacía por lástima, sin mencionar a su madre, lastimosamente de su padre no podía decir lo mismo, sí, siempre estuvo con él. Su padre, Masaru, fue excepcional, pero nunca estaría al nivel de su madre, simplemente no, su madre estaba en primer lugar de su corazón.

Su madre era su madre, y nadie la había a igualar, la mujer que le dio la vida y la inspiración para vivirla.

Ella estuvo ahí para él, para decir cuanto lo quería y lo valoraba como persona, para hacerlo sentir especial siempre estaba con él, le dolía saber que su padre nunca se preocupó lo suficiente por él, si tal vez él y su madre se habían puesto de acuerdo en las decisiones que tomaban sobre él su sufrimiento había sido más corto.

Pero nada es perfecto, y él terminó siendo la prueba de ello, después de todo el había quedado sucio por dentro y por fuera, nunca más volvería hacer igual, ya no.

Aunque su padre se sentía terriblemente culpable por todo, sabía que lo miraba con asco, esto es normal, cuando los hijos de los alfas, mayormente omegas, son tocados por otros alfas, la mayoría de los padres alfas actúan en modo de rechazo hacia su cachorro, su padre no puedo combatir con su naturaleza, y decidió rechazarlo como si nada.

Sueño frustrado [DekuBaku] -Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora