Estoy cansado de vivir como un omega

Capítulo 35

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Lo húmedo era la nariz del general. Entonces una lengua húmeda lamió el dorso de mi mano.

“Quejidos. Quejidos”.

Aunque estaba loco, el general, que estaba peludo después del baño, estaba blanco. Después de rayar la puerta de mi dormitorio con apariencia limpia, parecía que había logrado abrir la puerta.

"Hace cosquillas, general".

"¡Guau guau!"

Cuando estallé en una pequeña carcajada por las cosquillas, el general intentó con todas sus fuerzas mirarme a los ojos con sus ojos brillando. Era realmente lindo, luciendo engreído.

“¿Era obvio que papá estaba molesto?”

"¡Guau!"

“Papá lo siente. Puede que no pueda ser un propietario confiable, pero estoy preocupado por ti”.

Me avergonzaba que mi pánico afectara también a esta pequeña criatura. Fue llevado a vivir felizmente juntos a cargo, y yo estaba consiguiendo más consuelo y fuerza a través del general.

'Los empleados están fuera de casa como siempre, ¿verdad?'

Asomé la cabeza y miré a mi alrededor. Era tan silencioso como si ni un solo cachorro de hormiga se arrastrara por la espaciosa casa para usarla solo. Era porque normalmente no quería que nadie entrara a la casa.

Incluso a la tía del empleador, que viene a buscar las guarniciones, se le ha dicho que no venga por el momento, por lo que no estaría de más hablar con el general.

Hablé con el general, quien diligentemente me lamió la palma.

"Ya sabe, general".

"¿Guau?"

“Hay tipos aterradores persiguiendo a papá. Papá está un poco asustado en este momento. No se que hacer."

"¡Guau guau! ¡Guau guau!"

Mientras mi voz gradualmente caía en depresión y desesperación, el general ladró como para animarme. Por supuesto, no dejó de lamer, por lo que se me estaba babeando la cara. Algún tiempo después se subió a la cama.

“Por cierto, ya que solo escuché que todavía me estaban buscando, debe ser seguro aquí, ¿verdad? No lo encontrarán, ¿verdad?

"Guau".

Mientras murmuraba mis deseos, el general simplemente se hundió en mi costado, calentándome como una barra de pan. La cálida temperatura corporal del aún joven y débil cachorro calentó mi cuerpo.