"Felix, ya te he dicho que no soy Dios, soy Hyunjin"
Felix siendo un omega con bastantes problemas y su amigo es novio de su amor platónico. Pero un día todo cambia, cuando Hwang le pide ayuda con su celo...
Si no se entera todo estará bien ¿verdad...
—M-Minho, cuida a mis pequeños por favor, tengo que hacer algo—dejó a Sunoo en sus brazos y salió corriendo, se subió en su coche y fue directamente al hogar de Felix, pasándose tres altos y yendo en una velocidad algo exagerada, no le importaban las multas en ese momento, solamente le interesaba su Omega.
Su Alfa estaba vuelto loco ante la terrible noticia.
Sentía como sus manos sudaban y frías gotas de sudor comenzaban a bajar por su frente, estaba asustado y nervioso.
Cuando llego se apresuró a bajar rápidamente, busco en su bolsillo una llave, la lleve de aquella casa, la había conseguido Gracias a que él Omega le había dado una copia en caso de que sucediera algo, con los dedos temblando introdujo la llave y logró entrar.
Pudo escuchar un ruido, como si hubieran aventado algo, empezó a preocuparse y corrió con velocidad, al lugar de donde provenía aquel ruido. Se quedó helado al ver la escena, Felix se había intentado colgar literalmente, el ruido que había escuchado, fue que había aventado una silla.
Como pudo, logró bajar al rubio quien ya estaba casi sin aire y lo abrazo con todas sus fuerzas. Felix al sentirse débil, apenas y podía mantenerse de pie, el pelinegro al notar esto, cargó al menor entre sus brazos. Podía sentir como el rubio temblaba en sus brazos temblaba y se lograban escuchar los sollozos provenientes del mismo.
—H-Hyunjin, ¿por qué no me dejas morir?—toce.
—Estas loco, nunca te dejaría morir—se sienta en el sofá que estaba cerca—. No me vuelvas a dar esos sustos, se siente horrible.
—Es que ya no puedo seguir más con esto...
—¿Con que?—pregunta confundido.
—Bangchan, él lleva desde hace tiempo —su voz comienza a quebrarse—abusando de m-mi, me deja cartas diciéndome cosas sucias, me hace mucho daño, eso es lo que me sucede...
—Felix... —siente como su corazón se hace pequeño—. Debiste a vérmelo dicho, te hubiera ayudado, amor mío. Lo siento tanto, cuando más me necesitabas yo no estuve para ti...
—No es tu culpa, me daba mucho miedo decírtelo—se acurruco más hacia Hyunjin buscando mimos y claramente los tuvo.
—Te voy a ayudar con todo esto, cariño, pero por favor no vuelvas a hacernos esto. Iremos a casa, estarás conmigo para cuidarte y pondremos una denuncia mañana mismo.
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Tres años después.
Narra Felix.
Las cosas iban de maravilla, Hyunjin y yo nos habíamos casado hace poco, Eunwoo tenía ahora siete años y Sunoo tenía tres. Éramos una familia muy Feliz.
Esta fue nuestra linda historia de amor.
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FIN.
Muchas gracias a todos lo que fueron parte de esta linda historia.
