Matthew recibió ese pingüino de peluche para su cumpleaños número diecisiete.Regalo cuál fue entregado por su mejor amigo,Sung hanbin.
-¿No puedes regalarle una bolsa de dulces? ¿Una bolsa de arroz? ¿Dos cupones para comer Tteokbokki? ¡No deberías de haberle regalado esa maldita cosa!
Hanbin ahora estaba asustado, Jiwoong lo tenía sujetado del cuello de su camisa en busca de explicaciones a las intenciones del castaño, más era porque Sung no tenía la culpa en lo absoluto de que Jiwoong no supiera controlar sus ridículos celos.
-¡Ya, Jiwoong! - exclamaron detrás suyo.- Me vas a dejar sin novio, por favor contrólate.
Zhanghao interfirió en las intenciones agresivas del más alto, haciendo que se sentara nuevamente en el césped junto a un bufido.
Hanbin solo quiso hacerle un bonito regalo a Matthew, no es su culpa.
-¡Claro que lo es! -volvio a atacar.
-¡Pero no dejaré que lo golpes! - Zhanghao se acomodó la corbata del uniforme de Hanbin, él cual solo mantenía una mueca asustado. - Además que tonto que estés celoso por un peluche
-Ese peluche se ha ganado su tiempo, su vida, ya ni caso me hace por estar pegado a ese trozo de... basura. -bufó aún más enojado.
-No supe que más regalarle. - Mencionó Hanbin. - Bueno quizás tenía más opciones, pero me hicieron un descuento por el pingüino. No pude desaprovechar esa oportunidad.
- El peluche no tiene la culpa para que le digas basura.- acuso Zhanghao con el ceño fruncido. -¿Te enseñaron a madurar?
- Ni que fuese fruta, Zhanghao. - resopló. -Estoy tan enojado con ese pingüino, ¡me dan ganas de decapitarlo!
Hanbin y Zhanghao se miraron entre sí, buscando explicaciones al comportamiento tan infantil de su amigo frente a ellos.
Matthew es tan adorable que el hecho de que siempre vaya con su peluche a todos lados no provoca desagrado o "celos", que es lo que estaba caracterizado a Jiwoong en el último tiempo.
Pasaron los minutos, Jiwoong sacó una manzana de su bolsa y la mascá con fuerza, como si así todos sus sentimientos salieran de su interior. Hanbin bebía de una caja de leche y Zhanghao estaba acostado en el césped con crisis existenciales que se comenzó a replantar.
Pero tal ambiente pacífico, lleno de silencio, es interrumpido por unos saltitos felices que se escuchan desde lejos y una voz increíblemente dulce que tarareaba una canción.
-¡Chicos! -si, definitivamente era Matt.
Los tres giraron a verlo, con una sonrisa brillante se acercó a ellos y se sentó con su bolso al lado de Jiwoong, el cual presionó su puño desocupado por ver a ese maldito pingüino una vez más en los brazos de Matt.
¿No se puede llevar a todas partes?
- ¡Hola, Matt! - saludó alegremente Zhanghao, luego de haber levantado del suelo.
- Veo que te gustó mucho el peluche - añadió Hanbin.
Lo hizo más que nada para molestar a Jiwoong, ver su mueca molesta que trata de disimular le era muy divertido.
- ¡Sí! -saltó emocionado. - Es muy lindo, Hanbin. Gracias por regalármelo.
Hanbin sonoro triunfante. - Puedo llevarte a la tienda donde lo compre y te regalo otro...
¡No! -interrumpió Jiwoong de repente.
Captó la atención de todos, más aún de Matthew que no sabía porque dijo eso tan exaltado. En cambio los otros dos saben perfectamente por qué lo dice.
- ¿No? - Matt hizo un puchero en dirección a Jiwoong, el cual evitó mirarlo porque sabe que se derretirá al ver la mueca del mayor. - ¿Por qué no? Le puedo dar un amigo a Chiwi.
- ¿Chiwi? -intrigó el castaño.
Asi le puse a mi pingüinito.Zhanghao volteó a mirar a Jiwoong con sonrisa que le decía; "le puso hasta nombre, desgraciado". El más alto frunció su entrecejo y lo miró con advertencia para que no dijera nada.
- Que lindo nombre, Matt. -opinó Hanbin.-
¡Lo sé! Es muy lindo, ¿tú que crees, woong? -demonios, el nombrado quería morirse de la estupidez.
Tragó en seco cuando sintió la barbilla de Matthew apoyarse sobre su hombro en busca de respuesta, con esos ojitos que son el mundo para el menor y que brillan tan hermosamente que es imposible no voltear.
- No necesitas otro pingüino. - es lo primero que dice.
- ¿Uh?
- La va a cagar.... - susurró Hanbin, apoyando su cabeza en el hombro de Zhanghao.
- Digo, ¿por qué quieres otro pingüino? Gastemos el dinero de Hanbin en cosas más interesantes. ¿Qué te parece comprar chicles explosivos?
- ¿Chicles explosivos? -preguntó Matt, alejándose un poco del hombro contrario.
- ¿Eso existe? -siguió Matthew
- ¿Con mi dinero? -y concluyó Hanbin, colocándose derecho frente a Jiwoong.
- P-Pero... - Matthew tartamudeó nervioso. - ¿N-No te gusta mi pingüino?
¡No! ¡Odio esa cosa de felpa!
- No me refiero a eso. -respondió. - Me... gusta. De cierta manera, claro, soy alérgico a los peluches y por eso no me gusta tanto.
- ¿Alérgico a los peluches? -murmuró Hanbin.
- ¿Eso existe?
- Claro que sí, hay gente que es alérgica a la pasta de dientes. No te informas bien, por eso preguntas. -respondió Jiwoong, notoriamente molesto.
Zhanghao levantó sus manos en el aire defendiendo ese tono tan irritante del mayor.
- Ohh, y-yo no sabía eso, Jiwoong hyung. - Matt miró decepcionado su peluche, alejándolo un poco de Jiwoong.
Se había puesto un tanto triste con esa información, pero no es algo que una tierna sonrisa no pueda arreglar.
- No acercaré mucho a Chiwi a ti. -informó al menor de todos. - Así no tienes problemas con tus alergias.
Zhanghao y Hanbin se miraron entre sí tiernamente por la forma que Matthew se preocupaba de Jiwoong, a su vez que el mismo tenía una sonrisa incómoda con ganas de darse cuenta de un tiro en el ojo.
- Serás idiota, Kim Jiwoong. -es lo que le dice Zhanghao en un murmullo, con una sonrisa burlona.
-Silencio. -mustió enfadado.
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ᴘᴇɴɢᴜɪɴ ᴛᴇᴅᴅʏ ₊ೆ. ᴍᴀᴛᴛᴡᴏɴɢೆ
Romance-¿celoso de un peluche? no seas ridículo,Jiwoong Matthew tiene un pingüino de peluche,al cual ama y cuida demasiado,pero jiwoong está tontamente celoso de ese trozo de felpa y decide deshacerse de él. ╰► Todos los créditos y adaptación a @wonievoice