Un darks encantador //editando//

Día 45

Cassandra: ¿Sigues enojadísima con él?

Rose: Si.

Cassandra: Enserio, decir algo como eso, se pasa.

Rose: ¡No quiero volver a hablarle!

Cassandra: Tal vez miente.

Rose: No creo, lo dijo honestamente, su cara al momento de decirlo no demostraba la seriedad de siempre, había un sentimiento en ello.

Cassandra: Ni como apoyarlo.

Rose: No lo hagas.

"Las clases se sintieron demasiado lentas para Rose ese día pero por fin había llegado la hora de salida, la chica solo quería llegar a su casa para estar lo más lejos posible de James.

Cassie se había ido antes porque su madre ya estaba afuera esperándola así que la chica se dirigía sola hacía la salida. Mientras caminaba por uno de los pasillos, sintió una mano que le tapaba la boca y otra que la tomaba del hombro jalándola hacía atrás.

Para su sorpresa había entrado aun salón, la chica se recargó a la pared y James cerró la puerta.

—¿Qué quieres? —Le preguntó la chica enojada.

—Por lo que veo sigues enojada.

El chico estiró las manos alrededor de la chica y coloco la palma de sus manos en la pared en la que estaba recargada, como si la encerrara.

—No me digas, ahora quítate, no quiero verte, idiota—Le reclamó Rose cruzando los brazos.

—Sí que te enojas rápido—Dijo el chico de forma bromista.

Rose no entendía por qué el chico actuaba así, tan burlesco. La chica lo empujó y fue hacía la puerta.

—Si algún día te perdono será cuando tenga un universo—Le dijo la rojiza sin verlo a la cara y entonces salió.

Rose se apresuró a salir de la escuela y comenzó el camino hacía su residencia.

—Collins—Dijo una voz.

Esa voz solo podía pertenecerle a alguien, la chica volteó con emoción y lo vio.

—Yoshida—Dijo la chica con emoción acercándose a él.

Frente a ella se encontraba su mejor amigo desde que tenía memoria.

—¿Porque no me dijiste que ya venías?—Preguntó la chica.

—Creí que sería una mejor sorpresa.

La chica le dio un fuerte abrazo, la felicidad de verlo se mezcló con la tristeza que sentía por lo de James por lo cual apretó con más fuerza.

Yoshida Takumi, el chico japonés que había vivido en el mismo vecindario que la chica. Era alto, delgado, pelinegro y le encantaba usar ropa deportiva.

—Vamos, mamá va a estar feliz de verte—Soltó Rose.

—Lo sé, ella me ama, a veces pienso más que a ti—Le dijo el chico con sarcamo.

—Eres un idiota—Soltó la chica y después río.

—Pues eso ya todos lo sabemos. Como sabemos que eres una zanahoria a la cual le crecieron piernas.

La chica no pudo evitar tirarle un codazo de broma al estómago.

Los chicos caminaban riendo y platicando de tanta cosas hacía la casa de la chica. A la distancia, James los observaba."