𝑻𝒉𝒆 𝑹𝒆𝒃𝒊𝒓𝒕𝒉 𝒐𝒇 𝒂 𝑺𝒘𝒐𝒓𝒅 𝑯𝒆𝒓𝒐

Capítulo 27: ¿Qué es la Ola?

—¡Todos los batallones, excepto el equipo de evacuación, movilícense inmediatamente al puerto! ¡Equipo de evacuación, comiencen a evacuar a los ciudadanos del puerto de Zeltoble al Gran Estadio y manténganlos a salvo allí! ¡Mueva inmediatamente los buques de guerra al mar y arme las armas!

—¡Sí, señor!

El ejército salió corriendo del Salón del Reloj de Arena como una inundación, dirigiéndose en dirección al puerto, hacia donde se acercaba la Ola con sus armas desenvainadas y listas. Aunque estaban un poco desorganizados, al menos tenían espíritu.

—Maldita sea —EMIYA escuchó a Fargus maldecir detrás de él—. De todos los lugares que podría elegir atacar, ¿por qué la Ola eligió este lugar como objetivo?

En la voz del capitán, había algo que puso nervioso al ex-Counter Guardian. Y EMIYA pensó que sabía lo que le preocupaba al Héroe del Hacha.

—¿El reloj de arena? —adivinó, y el otro héroe asintió con una expresión sombría.

—Si logran destruir el Reloj de Arena, ya no habrá forma de que sepamos cuándo ocurrirán las Olas. Sin un tiempo claro, no podremos prepararnos para las peores cosas, y...

No necesitaba terminar la frase. EMIYA podía entender lo que su compañero héroe estaba insinuando; no pueden permitir que los monstruos de la Ola destruyan el Reloj de Arena, o el país estará condenado.

—¡Fohl! ¡Tersia! —gritó, y los dos adolescentes se detuvieron en seco.

—Ustedes dos quédense aquí y protejan el Reloj de Arena —dijo. Y antes de que alguno de los dos jóvenes pudiera abrir la boca para protestar, continuó—. Mantener el Reloj de Arena a salvo es algo esencial para la supervivencia de esta tierra. No voy a confiar esa misión a alguien que no conozco. Ustedes son las únicas personas que creo que pueden hacerlo.

—Pero solo somos dos —Tersia lo miró dudosa—. ¿Cómo vamos a lidiar con los monstruos de las Olas si vienen hacia nosotros en hordas?

—¿Quién dijo que vas a estar solo?

Todos se volvieron hacia donde surgió la nueva voz. Refia, la herrera, caminaba hacia ellos, con algunas personas empuñando todo tipo de armas detrás de ella. La mujer misma llevaba su propia arma sobre su hombro, que no se parecía a nada que EMIYA hubiera visto antes; Para ser justos, podría llamarse un hacha de batalla, pero EMIYA estaba seguro de que no había ningún hacha de batalla sin hojas y dos puntas toscas a cada lado del eje como esta.

—¡Déjanos este lugar a nosotros! —la herrera sonrió y golpeó con su mano áspera el hombro de Fohl—. Puede que no sea un héroe, pero no me quedo atrás cuando se trata de pelear. ¡Vamos a mantener este lugar seguro mientras tú estás ahí afuera luchando contra esa maldita Ola!

EMIYA miró a Fargus y el capitán asintió en confirmación.

—Entonces te dejo este lugar a ti —asintió. Miró a Fohl y Tersia—. Creo en todos ustedes.

Luego, con esas palabras, partió al frente junto con el Capitán Fargus.

/-/

Un escuadrón de guardias en el muelle se encontró rodeado por una horda de monstruos que corrían hacia ellos desde la dirección del mar. Se parecían a la criatura llamada kappa en la mitología japonesa, pero mucho más salvajes y crueles. El líder de su escuadrón había caído en su valiente intento de contener a los monstruos para que sus camaradas se retiraran, y ahora ya no había otra forma de huir.

Pero no pueden correr. Si huyeran, habría muchas personas inocentes en la ciudad que perderían la vida a manos de estos monstruos.

—¡Necesitamos aguantar! —gritó el miembro más viejo del escuadrón mientras atacaba al monstruo más cercano con su espada—. ¡Espera hasta que lleguen el Capitán Fargus y Lord Shirou! ¡No podemos dejar que pasen la puerta!