Capitulo 46

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Oleg camino por los grandes corredores de la casa con tranquilidad, en sus manos permanecía lo que parecía ser una bolsa de hielo que era cubierta con un trapo color Blanco, entró a su habitación y miro a su madre quien ya permanecía sentada sobre la cama

El chico se acercó a ella y se sentó por un lado poniendo aquella bolsa de hielo sobre su nuca con suavidad y luego la subió un poco a su cabeza, la mujer se quejó un poco y Oleg solo retiro el hielo

La mujer lo miro y puso una de sus manos sobre la rodilla de su hijo, él solo la miro sin expresión y volvió a poner con cuidado el trapo con hielo cerca de su nuca

— Ya dejaste de sangrar

— Si, gracias cielo

— ¿Qué sientes?

— Solo me duele la cabeza... Debe ser por hinchazón

—  Te dejaré la bañera con agua fría para que le limpies

— ¿Dónde está tu hermana?

— Yakov se la llevó con él... Estará bien

El muchacho sin más se levantó y entro a su baño, preparó la tina justo como se lo dió a entender a su madre y al salir solo la miro unos segundos, le dejo una toalla sobre la perilla de la puerta

— Iré a buscarte algo de ropa limpia

La mujer asintió y el chico no hizo mas que salirse de la habitación y caminar hacia la de su madre, pero su camino se vió interrumpido por el sonido del timbre en la puerta principal

Oleg frunció el ceño pues no era algo habitual que eso pasara, pues no tenían visitas, o no con normalidad, bajo las grandes escaleras y recorrió el pasillo hasta la puerta principal, al abrirla levantó un poco sus cejas y miro a aquella chica

— Lucia, si vienes a buscar a tu hermano no está aquí

— Hola Oleg... No, no vine a buscar a Gabrielle, vine buscando a Yakov, llevo una semana intentando dar con él pero no he tenido suerte

La chica jugaba con sus manos y se le veía algo impaciente mientras golpeaba de vez en cuando la alfombra del piso con la punta de sus tacones, cuando la chica le miro mejor se dió cuenta de la sangre en su ropa y abrió un poco los ojos

— ¿Qué te pasó?

— Eso a ti no te importa

— Yo... Lo siento es solo que —lo miré cuando me interrumpió —

— No está aquí tampoco

— Bueno entonces... Porfavor dime dónde puedo encontrarlo, necesito hablar con él

— Regularmente ni siquiera yo se donde está —la miré — nunca se sabe con él

— Si lo llegas a ver... Porfavor dime que venga a buscarme, ¿Si?

— Bien, ya vete

— Oleg... Gracias

El chico cerro la puerta sin más y camino por el pasillo, se detuvo un instante pensando pero luego simplemente siguió su camino y subió con su madre dejándole la ropa sobre la cama, ella salió ya con la toalla puesta y lo miro

— Vístete, te llevaré al médico a qué te revisen

— Sabes que no podemos hacer eso, si tu padre se entera...

— No lo hará... Seguramente salió de Florencia por ahora —la miré — y si lo descubre yo asumiré las consecuencias... Solo has lo que te digo

La mujer no dijo mas y solo asintió, cuando su madre salió lista simplemente salieron de casa y subieron a uno de los autos, Oleg no acostumbraba a llevar los autos de la familia sin embargo está vez por la condición de su madre lo haría

Cuando llegaron al lugar bajaron los dos y se pararon frente a la clínica de salud, él la miro

— Entra... te veré en casa más tarde

— ¿No entrarás conmigo?

— No me necesitas, sabes mentir muy bien, y no quiero estar aquí para escucharte decir la misma basura de la caída de las escaleras o alguna estupidez así

La mujer solo bajo la cabeza y asintió le dió un corto abrazo a su hijo quien solo permaneció inmóvil y después entró al lugar

Oleg volvió al auto y saco un abrigo que había dentro de este, pues olvidó cambiarse la ropa llena de sangre, cuando se lo terminó de colocar unas manos agarraron su brazo izquierdo con fuerza

Él frunció del inmediato el ceño y movió la vista para encontrase con un chico castaño, le pareció conocido, movió su mano con rudeza soltandose de aquel agarre y el chino habló

— ¿Tu eres Oleg?

— Que te importa

— Ivanov... Eres amigo de Gabrielle...

— ¿Y eso qué?

— Mi nombre es Mattia... Soy amigo de Gabrielle desde que teníamos 13 años, quería preguntarte algo

— No me interesa

El chico rubio fue cortante y empezó a caminar con normalidad hasta que aquel chico menciono algo que le hizo pararse en seco

— ¿Conoces a Dante Mancini?

Entonces Oleg se dio la vuelta lentamente y me miro fijamente ladeó un poco su cabeza con lentitud

— Sé que Gabrielle y tu... Llevan una relación un poco más allá... Lo sé porque he estado siguiendo a Gabrielle, no te preocupes no diré nada

— ¿Por qué me estás diciendo todo esto rata?

— Porque Gabrielle me importa... Yo lo quiero mucho y es por eso... Que necesito saber que clase de vinculo tiene con Dante

— ¿Por qué?

— Porque Dante... Es un mounstro






Y solo

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Tú Y Solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora